Japón
En el periódico en línea Toyo Keizai se publicó un artículo que describe los efectos de la pandemia de COVID-19 en la industria del anime en Japón, a través de las declaraciones de un miembro anónimo, quien señaló algunas de las causas de los bajos salarios de los animadores.
De acuerdo con la fuente citada en el artículo, muchas compañías productoras de anime tienen poca capacidad para manejar sus finanzas:
“Muchos gerentes no saben leer los balances generales, no saben rastrear el dinero que entra y sale de la compañía, no comprenden la importancia de mantener un fondo de reserva y solo se preocupan por su salario diario. Entonces, cuando se quedan sin dinero, aceptan rápidamente trabajar en un nuevo proyecto de anime y recibir el pago por adelantado, aún sabiendo que ese proyecto supera la capacidad del estudio, esto hace que se generen problemas en la producción y el sitio queda hecho trizas. La raíz de las injusticias laborales en la industria del anime proviene directamente de los gerentes y administradores, y a su incapacidad de comprender y manejar las finanzas de una compañía“.
Ninguna compañía productora de anime se ha declarado en bancarrota durante este periodo de pandemia de COVID-19 en Japón, sin embargo, de acuerdo con la fuente, en realidad el 40% de las compañías se encuentran en número rojos. Actualmente, muchos estudios de animación ya tenían proyectos para los próximos 2 o 3 años, pero cuando los comités de producción comenzaron a sentir el peso de las pérdidas monetarias, se comenzaron a cancelar muchos eventos de anime y otras fuentes de ingreso que beneficiaban a los estudios, así como también recortaron los presupuestos a las producciones actuales. El sistema actual de tener un “comité de producción” implica que varias compañías colaboran para financiar un proyecto y reducir el riesgo financiero, pero esto también significa que los estudios de animación son incapaces de invertir en sus propias propiedades intelectuales, y deben hacer lo que los comités les ordenen hacer.
Como ejemplo, puede mencionarse un estudio que está a cargo de sus propias finanzas y proyectos. El artículo menciona a Studio Khara, que fue fundado por el creador de la franquicia Neon Genesis Evangelion, Hideaki Anno. Cuando fundó el estudio Anno se familiarizó rápidamente con la contabilidad y se las arregló para invertir el 100% del capital de la compañía en la producción del proyecto cinematográfico Rebuild of Evangelion. Sin embargo, es raro encontrar personas que, además de que tengan una gran creatividad, también puedan lidiar con temas financieros.
Otro tema importante mencionado por el artículo fue la importancia de la formación de equipos y programas de capacitación. El artículo argumenta que las cualidades involucradas en la creación de una obra exitosa son intangibles y no pueden discernirse a través de la historia de un equipo de trabajo, mostrando a Makoto Shinkai (Tenki no Ko, Kimi no Na wa) como un ejemplo de una persona que creó un gran éxito en la industria que no podría haber sido predicho solo con cálculos. No obstante, Shinkai pasó años planeando el proyecto y desarrollando una cultura de trabajo en su equipo, lo que le permitió crear obras tan exitosas. Esto hace que los programas de entrenamiento sean una inversión esencial en cualquier compañía productora.
Al mismo tiempo, esos programas son difíciles de implementar a gran escala debido a las dificultades financieras. Para los estudios en dificultades, esto puede resultar en un ciclo de feedback negativo, donde se realice un producto de baja calidad que el comité de producción no considere exitoso y, por lo tanto, no estén en condiciones de solicitar una ampliación de presupuesto en un futuro, lo que nuevamente vuelve a afectar la calidad de los proyectos. Debido al envejecimiento de la fuerza laboral en la industria (según una encuesta de JAniCA en 2019, el 16.5% de los encuestado han trabajado en la industria por más de 30 años) es probable que la calidad de las animaciones siga disminuyendo a largo plazo, a menos que se implementen programas integrales de capacitación.
Finalmente, la industria del anime no es tan mala, por lo que la fuente del artículo espera que en el futuro se pueda lograr una gestión financiera mejor:
“Hay muchas personas que solo quieren ver a la industria del anime como una industria con exceso de trabajo y constantes problemas de producción, pero creo que en realidad es una buena industria. Hay una fuerte sensación de que todos trabajamos en conjunto para lograr un objetivo y creo que esa es una gran diferencia con otras empresas de campos diferentes. La industria del anime está llena de plazos estrictos y la paga es miserable, eso no lo niego. Pero las personas que trabajan y la satisfacción que se obtiene son bastante grandes para nuestro crecimiento humano. Es algo de lo que me dí cuenta durante esta pandemia“.
Fuente: Toyo Keizai