Cultura Otaku
En 2017, la popularidad del género isekai alcanzaba su apogeo en Japón, pero también comenzaba a generar un importante debate en la industria de las novelas ligeras. Este género, que gira en torno a protagonistas que renacen o son transportados a mundos fantásticos, se había vuelto tan predominante que muchos lectores y escritores comenzaron a mostrar signos de fatiga. Fue en este contexto que Kadokawa, una de las editoriales más importantes del medio, dio un paso que llamó la atención de toda la comunidad: prohibir explícitamente el uso de tramas isekai en su concurso de novelas ligeras NOVEL 0.
La convocatoria de ese año dejó claro su objetivo desde el principio:
- «¡Buscamos novelas que los adultos de hoy quieran leer, con un protagonista adulto masculino! Todo está permitido, excepto historias de isekai. ¡Los géneros, escenarios y épocas son completamente libres mientras no incluyan esta temática!».
Esta decisión no fue un caso aislado. Un año antes, en 2016, el evento literario Bungaku Free Market también había impuesto una restricción similar, vetando tramas de “reencarnación o transporte a otro mundo” en un concurso de relatos cortos. Incluso los lectores más entusiastas del género reconocían que el mercado estaba sobresaturado con historias similares, lo que llevó a una demanda creciente de originalidad en las propuestas narrativas.
La prohibición no fue tanto un ataque al género en sí, sino una respuesta a las crecientes críticas de que las novelas ligeras estaban cayendo en patrones repetitivos. Los comentarios en redes sociales y foros de la época reflejaban una mezcla de alivio y resignación: «Es un respiro. Hay demasiadas historias iguales, ya no es emocionante», y «El problema no es el isekai, sino los clichés como los ‘cheat skills’ y los harems».
Algunos usuarios argumentaban que la dependencia del “gran contraste” entre mundos se había convertido en una muleta narrativa, donde la construcción de personajes profundos y originales se veía relegada a un segundo plano. Sin embargo, también había quienes defendían que el género podía seguir evolucionando: «Mudarse de un pueblo a la ciudad, o pasar de la escuela al mundo laboral, en esencia también son formas de isekai. Es un reflejo de los cambios en nuestras vidas, y es válido cuando se escribe bien».
En concursos anteriores, como el Cuarto Gran Premio de Novelas en Línea organizado por “Shousetsuka ni Narou” (la plataforma que dio origen a éxitos como “Re:Zero” y “Mushoku Tensei”), la mayoría de los ganadores habían sido tramas isekai. Aunque era un género lucrativo y popular, su omnipresencia comenzaba a ahogar otras formas de creatividad literaria.
El concurso NOVEL 0 buscó destacar propuestas más maduras, con tramas y personajes que apelaran a un público adulto. Esta convocatoria marcó un momento peculiar en la historia de las novelas ligeras: el momento en que el isekai, el rey indiscutible del mercado, fue puesto en pausa para darle espacio a otras historias.
Aunque las restricciones sobre el isekai en concursos específicos no significaron su desaparición, esta “prohibición” temporal se convirtió en una llamada de atención para la industria. El género sigue siendo una fuerza importante en las novelas ligeras y anime, pero la anécdota de 2017 quedó como un recordatorio de la necesidad de diversificar las narrativas y fomentar la innovación en el mundo de la ficción.
Fuente: Livedoor News
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