Reseña | Suki na Ko ga Megane wo Wasureta (Sukimega) – Capítulo 8

Esta vez se desató completamente el episodio con la adaptación de varios pasajes del manga de Koume Fujichika. En donde son los últimos dos los que más aportaron a la relación en desarrollo que Mie Ai y Kaede Komura forjaron a lo largo de la serie. Desde una llamada por teléfono en mitad de la noche, hasta un sorpresivo encuentro mientras una confesión ajena estaba en proceso.

Parque de las emociones

Pero primero, lo primero con el par de protagonistas en sus típicas interacciones, donde la lluvia y la vista de Mie le jugarían una mala pasada con el agua. Aunque la caballerosidad de Komura se pondría a prueba, eso o acceder a una parte de el que no sabía que existía. Pie rima con Mie.

Lo que sigue tiene como escenario principal a un parque con juegos, en la cual Mie espera paciente en los columpios a la llegada de su madre, hasta que Komura la ve y habla con ella. Para que la demora no sea tan amena, Ai le pide a Kaede si puede empujar su columpio, lo que desata una serie de dudas internas en el chico pese a que termina por hacerlo con un pequeño premio para su suerte.

Es de remarcar que el ambiente del lugar está bien construido, lo que es el parque y la sensaciones que transmite están bien logradas. La animación se mantiene fiel a sus principios, pero en no desentona. Más se destaca esto debido a los varias criticas que recibió el anime antes de la emisión de su primer episodio y luego de que este se transmita.

A posterior, sigue con referencias y chistes a las microtransacciones en juegos móviles que mucho no aportan. A lo sumo como para conocer uno de los pasatiempos del personaje principal y en qué se gasta el dinero.

Y por las noches

Es en esas noches de sueño que Komura recibe una llamada de una despistada Mie, la cual se quedó en casa de unas amigas y no encuentra el baño. Sin mucho sentido que digamos, pues quién se pierde en una casa, llama por error a su compañero en esas casualidades de la vida.

Entre susurros, en donde uno tuvo bastante efecto en Ai, esta logra llegar a su destino. No obstante, le devolverá la gentileza a Kaede, eso no quiere decir que la situación haya terminado ahí. Por un segundo se da la sensación de que ninguno de los dos pareciera querer cortar la llamada, en un momento que recuerda a cierta cosplayer y su amigo amante de las muñecas y a dos chicos con insomnio. Una más a la colección.

Lo próximo es demasiado breve, pues solamente se trata de un cruce de miradas en el día de piscina. De igual manera, el siguiente es otra interacción a las afueras de un mercado, en la cual no pasa demasiado. Estos serían los segmentos más flojos de todos. Una pequeña caída que remontaría más pronto que tarde.

Reaccione Komura

Es hasta que se llega al momento que le da nombre al capítulo, que abre con una referencia de Komura a entregas pasadas. Concretamente a cuando Mie confundió una bolsa con un gatito. Como la curiosidad mató al gato (ningún animal fue lastimado en este anime), el protagonista por seguirlo se encuentra en plena confesión romántica que una chica intenta hacerle a Azuma, el no-rival de Kaede.

Komura se esconde para no ser maleducado y arruinar un momento ajeno, a lo que no podrá salirse porque aquel felino que siguió estará ahí para impedírselo. Al menos hasta que Mie entre en escena, quien también estaba detrás del animalito. Sin embargo, al no llevar sus lentes no se da cuenta de lo que sucede a su alrededor.

Entre que Komura da vueltas en su cabeza con ideas para zafarse del hecho y que Mie tampoco interrumpa lo que pasa, surge su mayor cuestión hasta ahora. Qué pasaría si se atreviera a decirle que le gusta y si llegaría a entenderlo. A todo esto, el otro par de fondo están con su tema, algo que da un paralelismo entre lo que Kaede siente por Ai.

La primera mitad del episodio se puede decir que estuvo regular con secciones que estaban entre entretenidas y otras demasiado breves como para cuestionar algo. Es el segundo tramo el que remonta completamente con las dosis justas de comedia romántica.