Reseñas
El episodio principalmente se centra en la inseguridad de Komura por Azuma, quien parece estar interesado en Mie, algo que a lo largo del episodio tendrá en vilo al protagonista masculino. El origen es una carta que genera un enorme malentendido entre los compañeros de clases.
Sin embargo, habrá una serie de secuencias que darán más sustancia a lo emitido recientemente.
Un correo atrasado
Antes de los acontecimientos con la carta, existen un par de momentos como Mie a las afueras de la escuela en plena interacción con un gatito. Detrás está Komura, que le sigue el juego y todo para darse cuenta que nunca hubo un felino, sino que se trataba de una bolsa de plástico que Mie confundió con un animal callejero.
Posteriormente, Mie vuelve a olvidarse sus lentes y no es novedad. La cuestión es que ante los comentarios de sus amigas sobre que su mirada puede llevar a confusiones con las personas, intenta no forzar la vista. Al encontrarse con Komura, se desencadena una escena de cruce de miradas que rompe la realidad completamente.
En otro sketch, ambos protagonistas juegan al mítico “Shiritori” o encadenar palabras. Esta vez con Mie con sus lentes, como para darle variedad. No hay demasiado, más que un Komura totalmente desbordado de la emoción por ser llamado por su apellido de una manera bonita.
El corazón de Komura será puesto a prueba dos veces más al ser abrazado por Mie, luego de haberla protegido de una cucaracha. Esta ultima con una censura cómica. Además de ponerle los lentes Mie, los cuales cree que se los olvidó, pero solamente los tiene en la frente. Una torpeza que ya es característica. Finalmente, es Komura quien se los pondrá mientras lucha con su propio rubor.
La formula es básica y ya conocida por episodios anteriores. Aunque se intenta variar con dos personajes que llevan el peso argumental en sus espaldas. Hasta el momento logra mantenerse sin aburrir de por medio.
En el apartado visual, se destaca el encuentro de miradas entre Komura y Mie, el cual abre un mundo nuevo en donde ambos están sobre el agua a cielo abierto. Una secuencia breve que está bien llevada y refuerza el mensaje sobre lo que siente uno por el otro.
Enemigos no, rivales tampoco
Lo anterior se podría situar como misiones secundarias para llegar la misión principal. Todo comienza con una carta que Mie encuentra en el pasillo de la escuela, el cual se la entrega a Komura que andaba por ahí cerca, para que este lo ayude a encontrar de quién es o para quién es.
Los únicos detalles son el nombre de Ren Azuma, un “tipo guapo” que fue introducido al inicio del episodio, donde Mie lo confundió con Komura. Asimismo, la misiva tiene un sticker de corazón, que desde el vamos ya da una idea de su contenido. El tema es que la misma Mie la entrega a su destinatario, frente a toda la clase y sin un gramo de vergüenza.
Una serie de malentendidos comenzará para todos y más para Komura que se sentirá inferior ante la aparición de un rival que pareciera superarlo en todo. Hasta tendría un pastor alemán. Aunque algunas caras de Azuma darían a entender que está muy al tanto de toda la situación. Desde la verdadera remitente de la carta y los sentimientos de Komura para con Mie.
La aparición de Ren Azuma apunta más para que Komura avance en su relación con Mie. Sus intenciones a priori, están más cercas de ser un ayudante del protagonista en vez de alguien que le impida progresar en su cruzada romántica,