Cultura Otaku
En un reciente paseo por una tienda de descuentos, un reportero observó una escena reveladora: juguetes de “Kimetsu no Yaiba” con un 79% de descuento, peluches de “SPY×FAMILY” a un 67% de descuento y caramelos de “Oshi no Ko” a mitad de precio. Lo sorprendente es que muchos de estos productos pertenecen a animes que se emitieron hace solo unos meses o incluso el año pasado. Esta tendencia de ver productos de anime en descuento es cada vez más común en estos establecimientos.
Un caso curioso fue ver a un anciano comprando los caramelos de “Oshi no Ko”, aún disponibles en tiendas de conveniencia y supermercados. Al preguntarle por qué eligió este producto, respondió simplemente: “Porque es barato“. Confesó no conocer el anime, pero sí tener un gusto por los caramelos.
A pesar del auge del “oshi-katsu” (apoyar a tu oshi/idol) y el boom del anime, con tiendas de conveniencia llenas de mercancía, la realidad es que no todos estos productos se venden bien. Un comerciante comentó: “Algunos productos de anime se venden, pero la mayoría no. La moda de una serie pasa muy rápido“.
En muchos casos, animes que generan gran atención en redes sociales y se vuelven tendencia, caen en el olvido en pocos meses. Esto se debe en parte a la estructura actual de la industria del anime. La mayoría de las series se producen en temporadas de 12 a 13 episodios. Cuando una serie gana popularidad, se anuncia una segunda temporada, pero esta puede tardar hasta un año en emitirse, tiempo durante el cual muchos fans pierden interés.
La sobreproducción y la corta duración de las series dificultan que los seguidores se mantengan fieles. Además, la cantidad de productos que se fabrican tras un éxito inicial suele ser excesiva, y cuando la demanda disminuye, estos terminan en tiendas de descuento.
La situación también es complicada para las empresas que desarrollan productos de anime. A excepción de grandes títulos como “Precure” o series de la “Shonen Jump”, la mayoría de los productos se lanzan con rapidez para aprovechar la moda, pero la producción puede tardar más de tres meses en concretarse. Si el producto llega tarde, el interés ya habrá disminuido.
La inestabilidad en la demanda también afecta a los minoristas. Productos que inicialmente son populares, en poco tiempo pierden su atractivo y quedan relegados a las tiendas de descuento. Esto refleja un fenómeno en el que los fanáticos cambian rápidamente de interés, impulsados en parte por la dinámica rápida de las redes sociales. Antes, los animes populares se emitían durante años, permitiendo desarrollar una base sólida de seguidores. Hoy en día, la mayoría de las series se transmiten en horarios nocturnos y duran pocas semanas, lo que limita el tiempo para fidelizar a la audiencia.
El exceso de producción de anime también juega un papel importante. Según la “Encuesta de Tendencias del Mercado de Producción de Anime 2023” de la Asociación de Animación Japonesa, en 2021 se produjeron 310 series, comparado con las 109 del año 2000. Esta cantidad excesiva no solo diluye la atención de los fanáticos, sino que también sobrecarga a los estudios de animación, que sufren de escasez de personal.
Los fanáticos veteranos recuerdan cuando podían seguir casi todos los animes en emisión, pero hoy en día es imposible mantener el ritmo. Esto lleva a una rápida rotación de interés entre las series nuevas y dificulta que los animes mantengan una audiencia constante.
Además, la falta de animes dirigidos a niños en la televisión es preocupante. La mayoría de los nuevos animes son para adultos, y las series infantiles son pocas y con larga trayectoria. Sin programas para niños, no se están formando las bases de futuros fanáticos del anime, lo que podría impactar negativamente en la industria a largo plazo.
En conclusión, la industria del anime se enfrenta a un dilema: la sobreproducción y la rápida pérdida de interés del público. Para abordar esto, es crucial reducir la cantidad de series producidas y enfocarse en crear contenido de calidad que pueda mantener a los fanáticos interesados durante más tiempo. Además, se debe invertir en animes para niños para asegurar una nueva generación de seguidores. Solo así se podrá construir una base sólida y duradera de fanáticos del anime.
Fuente: Livedoor News