Creen que las VTuber están en decadencia

En Japón, los internautas han comenzado a debatir intensamente sobre la idea de que la industria VTuber está en decadencia. Este debate se basa en las estadísticas que muestran una disminución constante en los ingresos por Super Chat, una herramienta de YouTube que permite a los usuarios hacer donaciones en vivo a las streamers y adjuntar un comentario a la aportación.

Según datos de Playboard, un sitio especializado en recoger esta información, Uruha Rushia de Hololive Production dominó en 2021 con más de 265 millones de yenes en ingresos por Super Chat. En 2022, Sakamata Chloe de la misma agencia lideró con más de 142 millones de yenes en ingresos, y en 2023, Hakui Koyori fue la principal ganadora con más de 88 millones de yenes. Estos datos muestran una clara tendencia a la baja.

Para entender mejor la situación, se realizó el cálculo de la disminución de ingresos año a año:

De 2021 a 2022: La disminución fue de 46.42%.
De 2022 a 2023: La disminución fue de 38.03%.

Estos porcentajes reflejan una reducción significativa en los ingresos por Super Chat de las VTubers más populares en cada año. ¿Cuáles son los principales motivos de esta disminución?

Saturación del mercado: La industria VTuber ha crecido exponencialmente en los últimos años, lo que ha llevado a una mayor competencia. Esto puede haber diluido el interés y el gasto de los fanáticos.
Diversificación del entretenimiento en línea: Con el auge de otras formas de entretenimiento en línea, como los streamers tradicionales, creadores de contenido en otras plataformas (Twitch) y nuevas formas de interacción en redes sociales, el público tiene más opciones para gastar su dinero y tiempo.
Cambio en las tendencias de consumo: Los consumidores pueden estar optando por formas de apoyo más sostenibles o diferentes, como las suscripciones a miembros, la compra de merchandising o simplemente el apoyo pasivo a sus creadores favoritos.
Impacto económico global: La situación económica mundial puede haber afectado la disposición de los fanáticos para hacer donaciones grandes y frecuentes.

La disminución de los ingresos por Super Chat es un indicador importante que está alimentando el debate sobre el futuro de la industria VTuber. Aunque aún hay muchos fanáticos dedicados, la tendencia a la baja en los ingresos es una señal que no se puede ignorar y que podría llevar a cambios significativos en la forma en que se financian y apoyan estos creadores de contenido en el futuro.

«¿Por qué será…?».
«¿No era infinito el dinero de los débiles?».
«Lo siento, pero los pobres que nunca han hecho un Super Chat máximo para Pekora deben salir del fandom. Este no es un lugar para débiles que no pueden apoyar a su idol con dinero».
«Es cuestión de oferta y demanda».
«¿No dije hace un año que el final ya había comenzado?».
«Descubrieron que es rentable → todos se lanzan → se dispersa → termina».
«Más que dispersión, es producción masiva y de baja calidad».
«No entiendo por qué la gente dona dinero a dibujos».
«Muchas VTubers han llegado a su límite».
«El COVID terminó. Han pasado de Super Chats, de los cuales las plataformas se llevan el 30%, a la venta de mercancías».
«Los ingresos por Super Chat han disminuido, pero las ventas de mercancías han aumentado drásticamente».
«No quiero darle dinero a mujeres tontas. Es asqueroso».
«Simplemente cambiaron de hacer Super Chats a regalar suscripciones».
«Hubo muchos picos de interés durante la pandemia, pero desde el año pasado no ha pasado nada importante».
«¿Tienen algún talento? ¿Son extremadamente buenos cantando o algo así?».
«Ya nadie los ve. Están acabados».
«Al inicio: cuentan experiencias de vida. Después de unos años: solo transmiten todos los días, por lo que sus vidas carecen de nuevos estímulos. Si se hacen famosas, empiezan a consumir solo productos de lujo y ya no pueden hablar de ello en sus transmisiones. Sus conversaciones se vuelven repetitivas y aburridas».
«¿Se han quedado sin dinero o se han dado cuenta de lo absurdo que es donar dinero?».
«Ahora estamos en una época de bandas de anime, ¿verdad?».