Reseñas
[bloques texto=’¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket capítulo uno contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.’]
¡Me voy!
Un nuevo día inicia para Tooru Honda, una chica dulce y alegre que se antepone a la adversidad. Parte de esta adversidad, tiene a la pobre chica viviendo en una tienda de campaña en un terreno inestable. Pero es precisamente esta situación la que la lleva a cruzar camino con los Souma: Yuki Souma, el príncipe de su instituto y de su desvergonzado primo, Shigure Soma. La fuerza de las circunstancias lleva a que este par de primos acojan en su casa a la indefensa Tooru. Sin embargo las cosas no tardan en complicarse cuando un chico pelirrojo cae del techo buscando pelea, pero al ser abrazado por la joven se transforma en un gato. Y no solo él, Yuki y Shigure también se transforman en rata y perro respectivamente. ¿Quiénes son los Souma y que ocurrirá ahora con Tooru en esta inverosímil situación?
Reinicio; nos llenamos de nostalgia
¿Cómo iniciar a hablar de una historia que me significa tanto? Fruits Basket es una historia con la que crecí y esencialmente me envicio en esto de la cultura anime. Antes había pasado por varios animes, Sailor Moon como estandarte; pero nada me había obligado a dirigirme al origen, o bien, a su manga. Al menos así fue, hasta el día en que me topé con esta peculiar historia. Me rehusaba a aceptar el final del anime, yo necesitaba más. Así fue como, por primera vez, tome un manga en mis manos y comencé a darle lectura. Si tuviera que justificar mi elección por escribir sobre este anime, simplemente puedo apelar a la nostalgia. Y es justo este sentimiento el que inundo mi corazón a lo largo de todo el capítulo.
Este ‘reinicio’ es justamente eso, volvemos al principio para contar nuevamente la historia, pero esta vez llegando hasta el final. Al menos esa es la promesa, y yo la quiero creer. Vamos, como inicio es perfectamente fiel a su versión del 2001, y evidentemente también a la de 1998. Lo que me complace sobremanera es la frescura que le han inyectado: ¡esta es una nueva versión! La completa renovación del staff hace que por un momento se sienta como una historia completamente nueva. Pero el guion hace su entrada triunfal y nos sitúa en nuestro amado clásico. Eso es claramente un acierto en la dirección, porque sabe ser nostálgico y al mismo tiempo nos regala la frescura de lo nuevo.
Evidentemente lo más contrastante es la animación; la fluidez y la suavidad con la que retratan cada escena es genial para introducir una historia. No hay saltos bruscos, la paleta de colores es brillante, ideal para un Shoujo. Los tonos cálidos predominaron en este episodio, sencillamente hermoso.
Los zodiacos chinos
Dejemos de lado mi amor por la historia original y mi anhelo porque esta versión cumpla mis expectativas; mejor entremos a lo que aprendimos en este episodio. Dije que pararía con mi excesivo amor, pero es imposible; después de todo una de las razones que me trajo a esta historia es precisamente mi curioso afecto por el horóscopo chino. Este se caracteriza por estar representado por doce animales, los cuales son los representantes de un año, según su ciclo. Como es evidente, el ciclo dura doce años y después se repite. Dato curioso, ya que el año nuevo chino se celebra en febrero, aquellos que nacimos en enero debemos restar un año a nuestra fecha de nacimiento. Por ejemplo, yo nací en el ’95, pero al ser de enero mi verdadero año sería el ’94. Esto provoca que mi animal zodiacal no sea el jabalí o cerdo, sino el perro.
Y si, tal como Yuki dice, los animales del zodiaco iniciaron como parte del ciclo sexagenario. A grandes rasgo, diremos que es la medida de tiempo que se emplea en China y se trasmitió por oriente. Para ellos esos 60 años equivalen a lo que para nosotros es el siglo. En el sentido de que es la cantidad perfecta de tiempo que crea un ciclo, una época o una generación. Claro que, con el tiempo se integraron más cosas al zodiaco, como el ying y el yang. “Las matemáticas nunca dejaron espacio para el gato desde el comienzo.” Totalmente cierto, después de todo el ciclo sexagenario se compone de combinar dos ciclos: uno de diez etapas, llamados “Troncos Celestiales”, con otro de 12 etapas, llamadas “Ramas Terrenales”. Puesto que hay 10 troncos y 12 ramas, hay un total de 60 combinaciones, que son los 60 años del ciclo.
El mito y el valor en la historia
Algo a tener muy en cuenta es el inicio de este episodio. En el podemos apreciar a ‘Dios’ en medio de los doce animales, sosteniendo al gato, mientras promete que el banquete que tuvieron se seguiría repitiendo. Es decir que todos ahí hicieron una promesa, la cual los acompañaría siempre. Esta escena es extremadamente importante y tiene un peso muy grande en el misterio detrás de la ‘maldición’ de los Souma. Los invito a no olvidar lo que se dijo, y lo más esencial, la lagrima del gato. En serio todo esto tiene un significado más profundo de lo que aparenta.
Aunque como adelanto les puedo decir que la historia a la que más caso le harán durante un tiempo es a la que la madre de Tooru le conto. El cuento folclórico de los doce signos zodiacales. Aquel que reza que Dios invito a todos los animales a su banquete, pero solo el gato, engañado por la rata, no asistió. Y es precisamente esta acción, de la rata hacia el gato, en donde se justifica la relación de odio/rivalidad que Yuki y Kyou tendrán. A decir verdad, muchos de los malos entendidos entre los personajes tendrán su origen en este cuento popular. Aunque con el tiempo se demostrara que había más, de lo que parecía en principio.
El príncipe Yuki
Pasando a temas menos densos, hablemos de Yuki Souma. Este encantador joven es quien representa a la rata del zodiaco. Sería muy sencillo describirles las características de este animal, pero por ahora solo limitémonos a lo que vimos. “El príncipe” es una figura que despierta admiración en todos aquellos que lo rodean. Yuki es un chico popular, y aunque hay algunos rumores extraños a su alrededor, no deja de ser ideal. De hecho, es tal su popularidad que tiene un club de fans; uno bastante rarito diría yo. Minagawa Motoko,la presidenta, es un personaje curioso, a primera impresión es solo un personaje cómico pero denle tiempo, se enamoraran. Pero volviendo a Yuki, él es bastante peculiar. Es perfecto, pero no puede hacer labores domésticas. Encierra un cierto deje de obscuridad en su interior, pese a ser tranquilo, puede llegar a perder el temperamento ante cierto pelirrojo.
Hay mucho que podría decir de Yuki pero me estaría adelantando a los hechos. Si bien este primer capítulo nos deja ver mucho de él, al mismo tiempo sigue sin dejarnos ver nada. Aún tenemos mucho camino por delante, debemos aprender acerca de su familia, su aparente rencor por los Souma, y su palpable desprecio por el gato. Si, Yuki encierra mucho misterio, aunque solo el tiempo nos ayudara a resolver ese enigma. Lo único que les puedo adelantar es que Yuki nunca fue mi personaje favorito. De hecho me tomo mucho tiempo tomarle aprecio, y eso solo fue hasta que leí el manga. Pero bueno, cada quien tiene sus gustos y ya puedo ver que muchos serán acérrimos #TeamYuki, yo no, eso es claro.
Se tu misma
Es tiempo de Tooru. ¿Qué les puedo decir? Ella es todo lo puro que puede ser una protagonista de Shoujo. Hay algo que siempre admire de este personaje, y eso es su perseverancia y optimismo. Desde el inicio Tooru se nos presenta como un personaje trágico. Perdió a su padre a temprana edad, la única familia que siempre tuvo, su madre, falleció en un accidente. Desamparada, acabo viviendo con su abuelo paterno, pero el fatum la lleva a quedar sola nuevamente, cuando su abuelo debe irse a casa de su hija mientras remodelan su casa. Lo increíble es que a pesar de las atenuantes circunstancias, ella nunca pensó en rendirse. Siempre siguió adelante con una sonrisa; porque eso es lo único que podía hacer. El valor y determinación de esta chica es increíble. Y también es loable, ella no busca reconocimiento solo quiere vivir su día a día.
“Solo se tú, Tooru, y vive a tu propio ritmo”. Personalmente creo que este es el mantra más poderoso que le pueden dar a alguien. Tooru lo demuestra al vivir bajo esta premisa y seguir esforzándose como solo ella puede hacerlo. Ella encierra muchos sentimientos, es imposible pasar por tanto sin guardar dolor. Solo en su mayor momento de debilidad, en cama con temperatura, ella filtra un poco de ese dolor. La pérdida de su mamá es una herida que sigue abierta, ella guarda arrepentimientos y culpas. El sentimiento es grande y muy pesado, duele incluso más que haberlo perdido todo. Lo que, de hecho, tiene sentido, ella ya había perdido todo cuando falleció su madre. Honda Tooru encierra muchos clichés típicos de una protagonista Shoujo, pero eso no impide que se individualice y logre entrar a tu corazón. Aunque confieso que para ello también me tome mi tiempo.
Un espacio para el final – ending –
“Lucky Ending” de Vickeblanka, es la canción que acompasa el tema de cierre. La melodía es suave y armoniosa. Es el cierre que se esperaría para una historia encerrada en los géneros de Comedia, Romance, Slice of Life, Shoujo. Pero más allá de lo relajante y tranquilizadora que es la voz acompañada de una suave melodía, lo que me encanto es la vista a todos los personajes. Bueno, a todos los que protagonizaran esta primera mitad al menos. No quiero arruinarle la diversión a nadie, pero no puedo dejar de embobarme con lo precioso de ver sus formas animales interactuando entre sí. Debo decir que el ending contiene una buena cantidad de spoiler y eso me dejo con ganas de enumerarlos, pero no lo hare por respeto a quienes no conocen la historia. Pero cuando el momento llegue, posiblemente haré mi recuento.
¡Quiero reventar esta reseña con puro spoiler! No lo hare, solo seguiré dando mis guiños. No olviden la escena de Tooru recibiendo una gorra, también tiene su aparición en el ending. ¡Es muy importante, por eso lo remarco! Aquellos que adoran el cliché de una misteriosa conexión de amigos de infancia, ¡Fruits Basket, también lo tiene!
Comentario final
Nada mejor que un buen sentimiento de nostalgia para inaugurar la temporada de primavera. Creo que ya he dejado claro, en muchos momentos, que soy una fan de esta historia, así que mis expectativas son elevadas. Este primer capítulo me ha dejado un agradable sabor de boca. Me ayudo a reafirmar mi creencia: no importa cuántas veces vea la misma historia, si es buena, podría repetirla por la eternidad. La cantidad de veces que he leído este manga, no es ninguna broma, conozco la historia de ida y vuelta, y aun así, no deja de encantarme. Pero ojo aquí, yo amo la historia del manga, la primera adaptación animada, no es una que lleve en el corazón. Realmente espero que esta versión redima todos los vacíos que nos dejó la anterior.
Ya arriba mencione la frescura que esta nueva versión traía. Quiero reafirmarlo y añadir que esta ‘frescura’ no solo recae en la animación, sino también en la banda sonora. Es increíble la cantidad de sentimientos que una escena bien acompañada con música de ambiente puede despertarnos. El sobrecogimiento que sentí al escuchar a Tooru, es muy real. He ahí otra gran mención, los seiyuus han hecho un trabajo encomiable para darle vida a los personajes. Las personalidades se sienten tan propias que en mi cabeza nunca escuche: “¡Esta no es mi Tooru, ni mi Yuki, ni mi Kyou!”; incluso la personalidad desenfadada de Shigure me ha calzado como guante en mi idílico imaginario.
En fin, vamos cerrando esto. Aunque no sin antes decirles que estas reseñas serán especiales, ya que serán compartidas. Mi compañera Miyu Hikari y yo nos estaremos turnando para hablarles cada semana de esta encantadora historia. Ahora sí, díganme: ¿Qué les ha parecido este inicio? ¿Están tan emocionados como yo por esta nueva versión? ¿Qué harían ustedes si de repente sus anfitriones se trasforman en animales?