Reseñas
¡Advertencia! Esta reseña sobre Tokyo Revengers capítulos once y doce contiene spoilers. Si aún no has visto los episodios, te recomiendo que vayas a checarlos y después regreses a leer la reseña.
#11 Respect
Tokyo Revengers capítulo once da inicio con la llegada de los paramédicos. La pelea con Moebius ha finalizado y Hanma le deja una advertencia final a Mikey, la banda Valhalla está por hacer su gran aparición. De camino al hospital, Draken pierde el conocimiento y lo ingresan a cirugía de emergencia. Pese al miedo de todos, Mikey muestra su fortaleza y todos recuperan la fe en que Draken estará bien. La cirugía es un éxito y solo resta celebrar por ello. Takemichi hace alarde de su éxito, en realidad tanto Draken como Mikey están verdaderamente agradecidos con él. Es tiempo de volver al presente y Takemichi se va dejándole un collar de recuerdo a Hina. En el presente todo ha cambiado, Akkun sigue con vida e incluso Hina.
#12 Revenge
Tokyo Revengers capítulo doce da inicio con Takemichi descubriendo que su misión fue un éxito, Akkun y Hina están con vida. Naoto le propone ir a visitar a Hina, y aunque al inicio eso entusiasma a Takemichi, al final se acobarda y decide irse. Sin embargo al salir del edificio se encentra con ella, las lágrimas no pueden evitarse. Pese a la incomodidad presente, Naoto intenta hacer que ambos hablen y los lleva de paseo en carro. Algo surge y Naoto debe dejar a ambos solos. Tras un rato de silencio, Hina propone dar una vuelta por un parque, ahí le dice que el novio que la dejo en ese lugar es alguien que aún vive en su corazón, se trata de Takemichi. Antes de poder responder, Takemichi huye al baño.
Al salir del baño Takemichi, preparado para confesársele a Hina, choca con Hanma, lo que le alerta que algo está mal. Tras correr hasta el estacionamiento, ve con horror como una camioneta impacta el auto donde esta Hina. El conductor de la camioneta es Akkun, quien aún está involucrado con la Toman y todavía teme a Kisaki. Takemichi trata de salvar a Hina pero ya es tarde, él le confiesa su amor y ella lo empuja fuera del auto para que sobreviva. Ante tal escenario Takemichi jura que seguirá repitiendo sus viajes en el tiempo hasta lograr uno en que ella sobreviva. Si es necesario, él se volverá el líder de la Toman.
Son buenos chicos
Los resultados del esfuerzo de Takemichi se reflejan en las elecciones de quienes lo rodean. La valiente llegada de sus amigos para apoyarlo es un ejemplo de ello. Fue su determinación y valor lo que cambio a sus amigos que en algún momento fueron devorados por la cobardía. Aunque no son solo ellos quienes han sido influenciados por Takemichi. Tanto Draken como Mikey también han sido aleccionados por nuestro protagonista. A pesar de que ambos tienen una forma particular de resolver los conflictos, por algo son delincuentes, Takemichi les ha mostrado una forma distinta de solución. No solo puedes poner tus sentimientos en los puños, sino también en tus palabras.
El vínculo de la Toman es fuerte y ni siquiera la “traición” de Peyan consiguió opacar la fuerza de su lazo. Aunque este mérito es mayormente debido a Mikey y su inquebrantable confianza en sus amigos. Fue él quien decidió creen en Peyan y le transmitió esa confianza a sus amigos. Lo mismo ocurrió con la repentina mala condición de Draken, sino fuera por la fortaleza de Mikey el resto no hubiera podido mantener la fe. Ciertamente Mikey es alguien fuerte, por él y por los que le rodean, pero su fortaleza tiene grietas. En solitario, Mikey puede dejarse llevar por sus propias emociones y revelar su miedo y debilidad. Él fue quien les dio a los demás la entereza para aguardar por la recuperación de Draken, pero al final él era el más preocupado y cuando se recupero fue el más aliviado.
Todos y cada uno de ellos son buenos chicos al final de cuentas. Se preocupan por el otro e intentan dar lo mejor de sí mismos para enfrentarse. La toman e una pandilla única porque el vínculo de amistad que han creado les permita preocuparse por el otro y acudir a su ayuda cuando lo necesitan. Toman no es solo Mikey o Draken, es la conjunción de cada miembro y escuadrón. Son buenos chicos, porque están liderados por chicos excepcionales, con valores e ideales.
Una victoria incompleta
Salvar la vida de Draken era solo un objetivo para alcanzar una meta mayor, así fue al menos al inicio. Mientras se involucró con ellos, Takemichi se vinculó con los líderes de la Toman y genuinamente deseo ayudarlos a alcanzar un futuro mejor. Evitar la muerte de Draken ya no era solo un objetivo, era una meta también. Cuando esta se cumplió, Takemichi se dejó embriagar por el fruto de su esfuerzo. Nada nos hace sentir mejor que pensar en las metas que alcanzamos con nuestros esfuerzos, si estos logran alcanzar la recompensa, no hay mejor sentimiento. Esto es especialmente cierto para Takemichi, pues su meta no era cualquier cosa, estaba en juego la vida de varias personas. Así que el haber llegado tan lejos era algo que claramente debía ser recompensado.
Aunque ni Draken ni Mikey sabían el peso de real de las acciones de Takemichi, eso no impidió que ambos sintieran gratitud hacia él. Uno por ser a quien le salvo la vida, y el otro por ser el mejor amigo de aquel al que salvo. La contribución de Takemichi para el futuro no quedo ahí, pues se le otorgo un honor más, el uniforme de la Toman. Quizás Takemichi aún no era un miembro oficial. Pero sus acciones le han hecho ganarse el sitio si así lo quiere. Una gloria que ya no podría disfrutar pues él pertenece al futuro, y ahí es a donde debe volver.
Antes de su vuelta al presente, Takemichi decidió dejar un último legado y le obsequio un collar a Hina, pues de esa manera al menos dejaría algo de él detrás. La vuelta al presente trajo varios cambios, pero los principales y más importantes fueron que tanto Akkun como Hina seguían con vida. Tan solo eso ya hacía que todo su esfuerzo en el pasado hubiera valido la pena, su misión fue un éxito. Lamentablemente las cosas no podrán ser tan sencillas. Pues si bien consiguió cambiar el futuro un poco, lo principal aún no ha cambiado. La sombra de Kisaki aun permanece acechando y Akkun es nuevamente usado para torcer la historia. Un nuevo accidente acaba con la vida de Hina, pues el mal principal aún no ha sido erradicado. El viaje de Takemichi no fue un éxito como aparentaba.
La resolución definitiva
El sabor de la victoria no fue lo suficientemente largo para que Takemichi la pudiera disfrutar. Claro que se sintió dichoso y genuinamente feliz al saber que el futuro había cambiado y tres vidas habían sido salvadas en el proceso. Pero en medio de eso también estaban presentes sus inseguridades sobre el presente. Pese al vínculo que tenía en el pasado con Hina, no podía decir que ese perdurara en el presente, por lo que ir a verla ya no parecía la mejor opción. Takemichi sin duda cambio el pasado pero el presente al que regreso no era tan distinto del que había dejado antes para él. Continuaba siendo un virgen con un empleo mediocre al final de cuentas. Ante tal perspectiva no le sentaba muy bien presentarse ante Hina.
Finalmente el reencuentro se dio y resulto mucho mejor de lo que esperaba, Hina seguía siendo la misma. Una realidad en muchos sentidos, pues los sentimientos de ella no han conseguido cambiar aun con el paso de los años. Algo curioso que vino con el cambio al pasado es que el pasado que él recuerda, él fue dejado por Hina. Sin embargo, en esta nueva realidad fue él quien termino con ella, en navidad. Esa referencia adelantada al arco de los Black Dragons, me dio un hype tremendo. En fin, lo que quiero apuntar es que el pasado si cambio en más de un acontecimiento para Takemichi, aunque él no parece tener memorias de esos cambios. Esta puede ser la mayor desventaja para los viajes en el tiempo de Takemichi.
Como sea, el reencuentro con Hina dejo en claro dos cosas, el amor de ambos no se ha extinguido y aún queda mucho camino para alcanzar el futuro deseado. Volver a perder a Hina, y esta vez frente a sus ojos, ha despertado una determinación aún más potente que las anteriores en Takemichi. No se trata de una simple promesa a la nada, es una resolución completa como hombre. Takemichi está dispuesto a dedicar su vida entera a una sola meta, un futuro en donde pueda sonreír a lado de Hina. Ya que el enemigo con que lucha sigue acechando en las sombras aún hay información que debe juntar. Sin embargo tiene la pista más importante, Kisaki es el enemigo y si para bloquearlo debe ascender hasta lo más alto de la Toman, lo hará.
Comentario final
Tokyo Revengers capítulos once y doce han sido episodios llenos de emociones, nos dejaron sentir el sabor de la victoria para después dejar que nos estrelláramos contra un muro de realidad. No cabe duda que estos dos episodios son la zanahoria y la vara, la recompensa y el castigo, para incentivarnos a continuar al pendiente de este viaje en el tiempo. Aunque la animación es buena, no alcanza la expectativa en muchos sentidos. Lo que sigue siendo una genialidad es el trabajo de guion y la dirección de la historia.
Antes de cerrar con esta reseña solo les diré que me entristece que ya estemos a la mitad de esta temporada, el capítulo trece ya es el inicio del segundo corte. Estoy feliz por haber visto algunos momentos épicos finalmente animados pero me entristece un poco que estemos a medio camino de un final. Desde luego no es el final de la historia, Halloween sangriento es apenas el segundo arco de esta serie, pero si será un final provisional para la animación. A menos claro, que el deseo de nuestro corazón sea escuchado y todo Tokyo Revengers sea animado. Cual quiera que sea el caso, solo nos queda emocionarnos por lo que se viene, Valhalla es algo que vale la pena ver.
En fin, estas han sido mis impresiones de estos capítulos, díganme: ¿Qué les han parecido estos episodios? ¿Será que como una suerte de efecto mariposa, los viajes al pasado de Takemichi solo causen más caos en el futuro? ¿Están listos para “Halloween Sangriento”? Porque yo no, ya quiero chillar.