Reseñas
[bloques texto=’¡Advertencia! Esta reseña sobre Yesterday wo Utatte capítulo nueve contiene spoilers. Si aún no lo ha visto, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.’]
Yesterday wo Utatte
Capítulo Nueve: Villancicos
Las festividades navideñas nos alcanzaron en este nuevo capítulo de Yesteday wo Utatte. Parece que Shinako comienza a tomar claridad respecto a sus acciones, pero, como siempre, esto no es suficiente para correr a los brazos de Rikou. Haru, quien sí se muere por conquistar el corazón de Rikou, comienza a preguntarse cuánto tiempo podrá seguir soportando el rechazo de éste, y, si jugar a ser su amiga le es suficiente para lidiar con el hecho de no ser correspondida. Rou sigue esperanzado en poder ganar la madurez suficiente para Shinako, no ha entendido que esta mujer sólo conserva su lazo porque de esa forma también conserva a su hermano; no debe sorprendernos, en ella todo sigue igual, sólo ha adquirido pequeños matices.
¿Qué quieres hacer?
Haru tuvo bien claro desde el inicio que su amor por Rikou no sería correspondido. Cuando la euforia y el ánimo que produce el enamoramiento nos invaden, ver con claridad nos cuesta trabajo, no es opción. Descartes pensaba que la relación entre el alma y el cuerpo era clara cuando estudiábamos las emociones. En una de sus cartas con su amigo Chanut, Descartes explica cómo es que funciona el amor según la fuente que lo produce; sea el alma, sea el cuerpo. En la carta explica que existen dos clases de amor; el sensual y el intelectual. El primero sucede cuando el cuerpo, al sentir atracción sexual, dispone al alma a considerar bello y bueno, aquello que en otro momento hubiese pasado sólo por alto. El segundo sucede cuando el alma, estando frente a lo que siempre tomó por bueno y bello, dispone al cuerpo a sentir deseo.
El amor sensual concluye cuando se ha resuelto la necesidad del cuerpo; el amor intelectual permanece hasta que en la reflexión contemplemos más buenos y bellos otros modos de ser. En este último episodio el corazón de Haru está perturbado. La pregunta que le da vueltas a su cabeza es natural para cualquiera en su situación. Ser o no, amiga de Rikou, no es sencillo de decidir. Amor, al contrario de lo que podríamos pensar no tiene que ver con pertenecer. Ella está intranquila no por el hecho de no tenerlo, pues su amor no es sensual, su amor responde a la idea que se ha formado de Rikou. Haru está sufriendo por que no sabe manejar sus emociones, aún no ha entendido que el amor no depende del objeto amado sino de nosotros. Eso es lo que intenta hacerle ver su compañera de trabajo cuando le pregunta ¿qué quieres hacer?
¿Amar?
Amar no es un verbo que se construya entre dos, pero sí se vive en par. Lo que sentimos por otro no depende de ese otro, depende de mí, su presencia o su ausencia no puede cambiar el hecho de que yo lo ame. Cuando el amor es así de libre no puede causar dolor. Por el contrario, cuando concebimos el amor como un sinónimo de pertenencia, como un verbo que se construye entre dos, el amor se convierte en dependencia y control. El amor no se alimenta, no en un sentido pasivo, pero sí en un sentido activo. Los demás no pueden controlar lo que sentimos por ellos, no pueden forzarnos a dejar de sentir. Nosotros podemos vivir sin ellos y seguir amándolos porque su idea sigue impresa en nuestro corazón.
Ser amiga de Rikou es el menor de los problemas de Haru, en todo caso, tal cual nos muestra Yesterday wo Utatte, el problema es que ella misma sufre su rechazo. Ninguno de nosotros podríamos juzgarla. Escribir acerca del amor, hablar de lo que significa lo que es amar, no es lo mismo que sentirlo y distinguir entre nuestros pensamientos. Esto que escribo no es una guía, no pretendo que sea una crítica tampoco, es sólo un esbozo entre el mito y la realidad. Pienso que cuando escribimos, irremediablemente, nos alejamos un poco de la experiencia y embellecemos las palabras dejando de lado lo crudo de la vida.
Conclusiones finales de Yesterday wo Utatte
Shinako concluye este capítulo al igual que el anterior. En el comienzo de éste sólo decide seguir manteniendo un vinculo que la mantiene cerca de su difunto enamorado. El final no es tan diferente, sólo se mantiene cerca de Rikou para no perderlo. Este personaje me ha sacado canas verdes, pero, no puedo culparla. Como dije, escribir sobre ella no es lo mismo cuando estoy en una situación parecida a la suya. Yesterday wo Utatte toma caminos inesperados con este personaje en el que he retomado la fe. No lo he hecho por creer ciegamente en que podrá al fin decidir, sino porque en la vida real no es simple sólo seguir adelante. El tiempo siempre termina por llevarnos a donde debemos ir. La corriente siempre nos arrastra.
Cada capítulo estoy más cerca de la pantalla, no puedo despegarme. El drama de la vida adulta no es el mismo que el adolescente, ha sido bien explotado. Normalmente solemos pensar en este género como aburrido y lento, sin embargo, están tan cerca de la cotidianidad nos sirve para repensarnos. Nuestros pensamientos no suelen ser claros, la magia de este anime es que nos acerca a la vida sin afectarnos, de este modo la reflexión es más sencilla, y, sin querer, nos cambia la vida. Como siempre quisiera leer lo que piensa ustedes. Me gusta encontrarme con nuevas opiniones, ver más de lo que mi corta vista puede alcanzar.