Reseñas
[bloques texto=’Esta reseña sobre Vinland Saga contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña. ‘]
#14 Gloria
El sacerdote y dos hermanos vikingos mantienen una conversación comparando el amor del que habla del siervo de dios y los lazos que unen a los hombres en el campo de batalla y como estos se diferencian. Los hermanos nombran a Thors y su filosofía, haciendo que el sacerdote tome un súbito interés.
En medio de una tormenta de nieve y con Ragnar presionando para regresar, Askeladd decide atacar un pueblo. En el mismo, un familia está reunida en la mesa rezando y hablando sobre Dios y el castigo de no cumplir con sus mandatos.
Anne, la hija mayor, se excusa para ir al baño y en secreto busca en un árbol un anillo que robó. Desde lejos observa cómo los hombres de Askeladd se aproximan a su casa.
El sacerdote intenta advertir al pueblo del ataque pero es golpeado por los vikingos. Björn y los demás reúnen a la gente del pueblo afuera. A pesar de las súplicas de los aldeanos y del sacerdote, todos son asesinados.
Anne divaga caminando por la nieve, mientras le habla a Dios sobre la gente que no teme a su castigo, y lo eufórica que esto la pone.
Hipocresía, terrenal y divina
Uno de los ejes del capítulo recae en Anne, la hija mayor de una familia cristiana que ha robado un anillo. Durante el capítulo, la chica lucha entre seguir las creencias de su familia por miedo a un castigo divino o rendirse a la tentación y conservar el anillo.
En esta lucha interna se puede esbozar uno de los conceptos que atraviesan este capítulo: el de moralidad, la noción de lo bueno y lo malo, y junto al cristinismo la recompensa del cielo o el castigo del infierno.
Lamentablemente el mundo es vasto y Anne tiene la mala fortuna de compartirlo con Askeladd, un hombre que no cree en Dios, pero sí en que el fin justifica los medios. De esta manera, Askeladd ordena masacrar a una aldea completa del país que dice defender, sin temor a un Dios que ignora, sacrificando 60 o más personas en pos de lograr su objetivo. Algo que escapa a la compresión de alguien con sentido de moralidad y que solamente puede ser descrito como maldad. Una maldad que, ¡oh ironía!, tiene como objetivo un bien mayor.
De este modo, la chica observa la hipocresía de Dios y de los hombres, e irónicamente sus miedos se cumplen y se ve separada de su familia, pero al mismo tiempo Anne siente alivio y excitación, pues en medio de su mente semi-quebrada, surge la idea de que incluso en este mundo regido por el todopoderoso, hay gente que no le teme a su castigo. Entonces ese miedo infantil de haber robado el anillo se desvanece de a poco, y quizás con suerte Anne podrá ver a su familia de nuevo.
Héroe y demonio
En un episodio que muestra al máximo la brutalidad de los vikingos, sobresale la figura de Askeladd, quien en capítulos anteriores se había desarrollado bajo una luz más favorable, pero que nuevamente ha demostrado ser capaz de una gran maldad.
Es difícil decidir si Askeladd merece simpatía o desdén, es un personaje que puede mostrar grandes gestos humanos pero también una crueldad ilimitada, y es aún más difícil saber qué es lo que piensa, porque sus acciones guarda una lógica retorcida.
La masacre de la aldea es un punto clave en el desarrollo del mercenario, y está colocada estratégicamente a continuación de la revelación de su pasado, creando un dilema en cuanto a su figura, ¿que tan justificadas están sus acciones en base a las tragedias que vivió? La respuesta puede variar, pero es innegable que el hecho de eliminar a un pueblo galés para cumplir con su objetivo de proteger a Gales debería generar un conflicto en su persona, pero él lo lleva a cabo con una frialdad que asusta, lo que deja entrever la verdadera naturaleza del mercenario: un sociópata que pone sus objetivos por encima de cualquiera, incluso si eso implica sacrificar a inocentes para proteger a su país.
Opinión final
La primera mitad tiene al sacerdote y a los hermanos vikingos hablando sobre la diferencia entre el amor y las relaciones cercanas. El ejemplo del sacerdote es excelente, mientras que en una pelea solo le confías tus espaldas a una persona cercana, el amor, (no del tipo romántico), se extiende al todo. En la conversación surge la anécdota del encuentro con Thors, algo que llama la atención del sacerdote al reconocer en el ideal del hombre una visión diferente al del resto de los vikingos.
La segunda mitad nos muestra a una familia cristiana hablando sobre el cielo y el infierno. La hija mayor quien robó un anillo y teme al castigo divino, observa cómo todo el pueblo es brutalmente asesinado por la banda de Askeladd, perdiendo la cordura. Esta parte es particularmente difícil de ver, por la actitud de Askeladd, la desesperación del sacerdote y el monólogo quebrado de Anne, (gran actuación de la seiyuu).
El final es simplemente poderoso, con la chica hablando sobre la maldad de aquellos hombres que no temen el castigo de Dios, y el momento de euforia que sintió al robar el anillo volviendo a ella.
Dejando de lado lo argumental, el capítulo demostró gran calidad en su banda sonora donde sobresale el OST usado durante la escena del sacerdote. En cuanto a lo visual, nuevamente el arte de fondo fue algo a destacar, y en este capítulo en particular, los detalles de las expresiones faciales y las manos fueron algo sobresaliente.
Un capítulo con una carga argumental y emocional casi extenuante que más que hacerle justicia al manga lo ha superado, aunque esa es solo mi opinión. Así que bien, la próxima semana, Ragnar será el centro del capítulo, ¿qué creen que le espera a nuestro querido cabeza de cono?