Reseñas
Esta reseña sobre Vanitas no Carte contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.
Capítulo 5: “Réminiscence”
Vanitas no Carte retoma en su quinta emisión el ataque de Charlatan en el baile. Noé se enfrenta a este ser, pero es imbuido al pasado, a los recuerdos de su infancia y su amigo Louis.
Siendo un niño, Noé fue comprado en una subasta por su maestro (tras haber vivido con humanos y más tarde ser secuestrado). En su mansión conoció a sus nietos: Dominique y Louis. Mientras esta vivía en la mansión de los Sade y solo iba de visita, Louis había sido adoptado por su abuelo, rechazado por su familia debido a una enfermedad. Tras vivir momentos felices, su abuelo le revela que es portador de la maldición. Louis se aísla más y se obsesiona con hacer estacas para regalárselas a Noé. Un día llega a sus oídos que Mina, una amiga del pueblo, va a ser ejecutada por ser portadora de la maldición. Para evitarlo, Domi y Noé, con ayuda de otros amigos, la llevan a un lugar seguro. Sin embargo, Mina pierde la razón y los ataca. Entonces, aparece Louis, que mata a Mina para salvarles la vida. A pesar de ello, él mismo también sucumbe a la enfermedad y los ataca. Noé se ve incapaz de matarlo, pero llega el maestro y lo decapita al instante. En el presente, Charlatan quiere hacerse con el nombre de Noé. No obstante, Vanitas lo impide y disipa la sombra de inmediato.
Análisis: “Non!“
Vanitas no Carte viaja al trágico pasado de Noé, cuya personalidad nunca nos haría sospechar semejante trauma. En sus raíces, nuestros personajes protagonistas demuestran, una vez más, un grado de complejidad superior, pues Noé es una construcción que lleva el dolor y la alegría consigo en todo momento.
Por otro lado, decíamos en reseñas anteriores que el uso de un spoiler no es siempre negativo, sino que puede reforzar e intensificar el interés por la trama. La confesión inicial de Noé, que dio sentido circular a la historia, provoca que el espectador viva con la pregunta constante de por qué y cómo, amén de una punzante empatía con Vanitas. Conforme nos encariñemos más con el personaje, más recordaremos la premisa de Noé: “Lo maté con mis propias manos“. Y cuanto más se estrechen los lazos entre ambos protagonistas, más rechazaremos la idea: no, ¡imposible! De este modo, la autora ha logrado que giremos el enfoque, que no importe el final en sí mismo sino el por qué y el cómo. Esa es la magia de un buen spoiler que, en realidad, no estropea nada, así que lo llamaremos vaticinio, profecía.
El capítulo finaliza con un brillante “Non!”, un gesto sublime, cargado de elegancia, en el que Vanitas salva a Noé. Otros aspectos muy notables del episodio son la caracterización de Louis y la animación que se le ha dado a la noche de la luna azul. Aunque esta última escena ocupe un escaso minuto en pantalla, logra una belleza extraordinaria, sobresale.
Louis, el que no pudo ser salvado
La historia de Louis nace de las memorias de Noé, pero se aleja de su punto de vista en más de una ocasión. Esto consigue una independencia que refuerza al personaje. Louis es, ante todo, un ser maduro y complejo, con emociones profundamente amargas que no sabe ni quiere expresar, por ello acaban saliendo a la superficie mediante estacas. Como bien apunta Noé, el sufrimiento tan agudo que debió de cargar él solo es inimaginable. El cofre de las estacas es un regalo truculento, una confesión radical de su agonía y de su deseo de, al menos, morir a manos de un amigo.
Sin embargo, Louis tiene ese lado amable también. El dolor es interior, pero esa apariencia no es un engaño, es una expresión de amor genuino hacia Noé y Domi. Louis es un niño que asume su rol de adulto prematuro, es expulsado del paraíso de la niñez mucho antes que su hermana y su mejor amigo. Por ello, acepta el papel de protector del grupo. Este es el punto fuerte en la caracterización de Louis: un niño despierto a la crueldad del mundo que traga todo su dolor para cuidar de la inocencia de sus queridos amigos. Así, hasta el final, en el que no duda en decapitar a su amiga Mina para salvarlos o en rogar por su muerte.
Por último, cabe señalar un posible paralelo con Vanitas en el hecho de que Noé no pudo matarlo. El tiempo lo dirá, pero la idea en la mente de Noé de arrepentirse por no cumplir el deseo de Louis es un trauma notable y tal vez sea un adelanto de ese terrible final que todos conocemos…¿Será que en el futuro Vanitas le pedirá a Noé que lo mate? De momento, esto es algo desconocido hasta en el manga.
A modo de conclusión
Vanitas no Carte viaja a las entrañas del pasado de Noé y Dominique de Sade. En ellas, construye el personaje de Louis, un niño marcado desde el nacimiento por la maldición y el dolor, pero a la vez sensato y dispuesto a proteger a sus queridos amigos.
Un último elemento singular es el asalto con el que se rompe o se silencia un acontecimiento en la trama. Por ejemplo, el “Non!” de Vanitas es un corte radical que disipa el pasado y la oscuridad enseguida. Antes, el escenario del pasado se movía en un mundo de luz y alegría con sombras amenazantes in crescendo hasta que todo estalla con Mina y la maldición. El hombre sin forma silencia la música y el sonido de con su truculenta aparición y la cabeza de Louis sale disparada. Sorprende la actitud de Noé, que es capaz de lidiar racionalmente con el dolor y contestar que sí, que está bien, a su maestro. En cuanto a Dominique de Sade, muestra una infancia dulce y frágil, un ser muy diferente del que es en el presente. Una evolución más que promete reflexiones interesantes.