Reseña | Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita – Capítulo 7

Esta reseña sobre Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita contiene spoilers. Si no has visto los capítulos, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.

Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita – Capítulo 7: Vencí al Rey Demonio

Con la próxima ejecución a Halcara por haber dejado inconsciente al Rey Demonio, Azusa y compañía idean un plan para salvar a Halcara de su muerte. Consiguiendo plantas medicinales, la bruja del altiplano hace un brebaje que podría despertar a Pecora y así evitar la ejecución al aclarar el malentendido. Con la ayuda de Vania, Azusa logra llegar a las puertas de la enfermería, derrotando a los guardias luego de que su disfraz no funcionara, entra a la habitación, pero antes de darle de beber la pócima al Rey Demonio, esta se despierta.

Para aclarar todo el malentendido, que creció aún más con Azusa queriendo hacerle beber una pócima sospechosa con apariencia de veneno, Pecora la reta a enfrentarse a ella para saber si realmente está tras su vida o solo quiere salvar a la elfo. Resultando vencedora la bruja del altiplano, Pecora acepta todas sus palabras, después de todo, fue una prueba desde el principio para medir su fuerza. Esperando estar al cuidado de Azusa en lo que se llevaba a cabo la ceremonia.

Al día siguiente, durante la ceremonia. Laika es invitada a subir al escenario junto a Azusa, encontrándose una vez más con Flatorte, quien se encuentra ahí como representante de los dragones azules. Para cerrar el contrato de paz, Pecora logra que Azusa acaricie los cuernos de Flatorte. Algo que dentro de sus tradiciones vuelve a la bruja del altiplano en la ama del dragón azul. Aumentando una vez más la familia.

Verdadera naturaleza

Poco a poco la serie a mostrado cada vez más profundidad en la trama de su historia, así como en el desarrollo de sus personajes. Incluso aunque sea algo escaso para mis gustos, no veo la necesidad de que demuestre una trama profunda o que sus personajes estén bien cimentados. Principalmente por la Comedia como género dominante. Sin embargo, también creo que debería de tener un mínimo de profundidad la trama y los personajes para tener más interés al público y no terminar en el olvido. En el episodio anterior ya lo había mostrado con el pequeño “arco” de Rosalie queriendo cambiar su atuendo y disfrutando el viaje que como fantasma no podría disfrutar de haberse quedado atada a la fábrica de Halcara.

Esta vez, en Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita – Capítulo 7 fue el turno de Flotarte y Pecora. Ambas compartiendo un trasfondo similar, el comportarse de manera diferente frente a los demás a como en verdad son. Esto creo que encasilla mucho más a Flotarte que al Rey Demonio. Pues, a diferencia de Pecora que aunque muestre su amigable personalidad, su posición como Rey Demonio hace que los demás demonios a su alrededor esté demasiado serios en su presencia. Mientras que Flotarte fue “cavando” su propia tumba por sus acciones como ‘líder’ de los dragones azules en las disputas contra los dragones rojos.

Relacionado con Flatorte, en este capítulo también mencionaron un poco sobre las tradiciones de los dragones azules. Que, por su orgullo, le entregan completamente su vida a su amo. Aunque, sinceramente, al saber de esto, me disgustó un poco el cómo termina sirviendo a Azusa. Después de todo, era una tradición bastante estricta como para que Flotarte no se rehusara con más fuerza a que la bruja del altiplano acariciara sus cuernos. De haber tenido una forma diferente para terminar sirviéndole a Azusa, considero que la dragón azul hubiera tenido un mejor desarrollo de personaje. Aunque aún hay oportunidad de tenerlo en un futuro.

Por su parte, Pecora esconde una personalidad con bastantes insinuaciones al yuri. Pero no necesariamente por sus gustos sexuales. Sino por su esperanza de encontrarse a alguien que sea más fuerte que ella y poder estar con esa persona. Algo que me dieron a entender se derivó de alguna historia que leyó, la cual parece tenía una trama yuri de por medio. Lo que por supuesto trajo aún más ese género a este anime. Como amante del yuri agradezco el aumento en escenas de este tipo en la historia, no obstante, tampoco veo la necesidad de añadirlas a la historia. Bien podrían nunca haber mostrado insinuaciones yuri o alguna potencial relación amorosa entre Azusa y otro personaje, sea principal, secundario o uno completamente nuevo.

Eso sí, no pude evitar emocionarme durante la escena del beso en la mejilla y desilusionarme al ser interrumpidas. Sin embargo, la escena que más me entusiasmó verla fue el kabedon de Azusa a Pecora. El cual creo que le queda mucho mejor a la bruja del altiplano que al imaginado con Beelzebub en su lugar. Aunque, no voy a negar que me imaginé la misma escena pero con Beelzebub en el lugar de Pecora, siendo acorralada contra la pared por la bruja del altiplano. En este punto, si Azusa comienza a mostrar interés amoroso por otro personaje, espero que sea por Beelzebub. Creo que harían muy buena pareja.

Hermanas

Esperaba ver más a Fatra en Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita – Capítulo 7 y no la corta aparición que tuvo. Por lo menos una presentación del personaje igual de larga (refiriéndome a tiempo en pantalla) que su hermana menor Vania. En ese aspecto siento que me quedaron a deber. Sin embargo, ninguna de las hermanas Leviatán es un personaje principal o secundario con residencia en la casa de la bruja del altiplano. Por lo que veo normal no les den tanto protagonismo, teniendo solamente el necesario para darle más sentido a la historia del episodio y el arco actual. Después de todo, imaginando a Azusa caminando libremente por el castillo del Rey Demonio en busca de la enfermería me parecería muy absurdo.

Volviendo con las hermanas Fatra y Vania. Personalmente me gustó mucho más la hermana mayor que la menor. La personalidad de Fatra es un poco más seria o diligente a comparación de su hermana, quien es más activa y alegre. Pero Fatra tampoco llega a ser una kuudere, lo que creo que le hubiera dado mucho más puntos al personaje. Además, aunque su diseño estético sea muy similar, me gustó más el diseño de Fatra con el flequillo casi cubriéndole un ojo.

Eso junto que la seiyuu que le da voz es Miku Itou, quien también lo ha hecho con: Miku Nakano (Gotoubun no Hanayome), Maple (Nekopara), Kokkoro (Princess Connect Re:Dive), Narumi Inoue (Re-Kan!), entre otros. Me recordaron a mi quintilliza favorita. No obstante, la voz entre Fatra y Miku no la escuché para nada similar, a lo mucho un poco del tono de la voz, pero, de no saber quién era su seiyuu, nunca hubiera sospechado.

Las Leviatán no fueron las únicas hermanas en aparecer en Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita, pues también están Shalsha y Falfa. La pequeñas gemelas que recibieron un beso de su querida madre en este capítulo. Algo que quizás parezca un poco insignificante, pero que personalmente me mostró el cómo cada vez parecen más una familia de verdad Azusa, Shalsha y Falfa. Con un desarrollo que pasa desapercibido al aceptar que son una familia desde poco tiempo después de que se conocieron.

Por cierto, al pensar en la escena del beso y la forma en la que se sonrojan los personajes (la cual debo aceptar que la veo un poco extraña, pero aún no estoy seguro el motivo por el que lo hago). La calidad de la animación fue diferente a comparación del capítulo pasado. No es que haya decaído en picada, sino que se me hizo muy evidente el cambio en la fluidez de movimientos. Habiendo momentos con una buena fluidez, como el momento exacto del kabedon de Azusa a Pecora. Mientras que otros me pareció muy robótica la “fluidez” (si es que acaso hubo alguna), refiriéndome a la escena en la que Azusa derrota a los dos primeros guardias frente a la enfermería. Los movimientos me parecieron demasiado planos.