Reseñas
¡Advertencia! Esta reseña sobre Yahari Ore no Seishun Love Come wa Machigatteiru Kan (Oregairu 3) capítulo diez contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.
#10 Shizuka Hiratsuka camina hacia adelante con elegancia
Oregairu 3 capítulo diez inicia con la culminación de los preparativos del Prom. El gran día finalmente llego y pese a las incomodidades iniciales, todo sale dentro de lo planeado. Al final Yukino es capaz de transmitirle a su madre su deseo de seguir el trabajo de su padre. Pero así como ha finalizado todo lo del Prom, también llego el momento de acabar con el club. En una última huida, Hachiman se topa con la espada de verdades de Haruno y el reconforte de Shizuka.
Acabemos con esto
Después de tantas trabas, excusas y miles de vueltas, finalmente se consiguió celebrar el Prom. Sumado a ello, Yukino tuvo una victoria satisfactoria al finalmente conseguir expresar su deseo, independientemente de si fue aceptada o no. Pero nada de esto en realidad fue el foco de este episodio, lo que en realidad se estuvo cocinando todo el tiempo fue la futura conclusión de la relación de nuestro trío protagónico. Ellos han estado en medio de su propia tormenta a lo largo de esta temporada, la razón de ello es simple, su relación ha llegado al punto en que se ha vuelto insostenible. No es porque se haya perdido el aprecio entre ellos, al contrario, ha crecido tanto que ya no es posible que sean los mismos del principio.
La cosa con las relaciones es que no podemos aferrarnos a las que nos hacen daño, sencillamente porque no es sano. Hay muchas formas por las que podríamos salir heridos en una relación con otros, por ejemplo, por sacrificarnos por ellos. Es justamente a ese extremo al que han llegado los chicos del club de voluntariado. Si bien su decisión de terminar su relación es un tanto precipitada, y muy influenciada por una etiqueta extraña, lo cierto es que no es del todo errada. En este punto de la historia ya no queda nada de lo que fue la configuración original del club. Sin embargo vale la pena señalar que esto no significa necesariamente que todo este destinado a un inevitable final.
A lo largo del episodio pudimos ver que aunque Hachiman se está encaminando a una conclusión que no satisfacerá a nadie, no es la única manera de acabar con todo. En primera instancia Yui le ofrece una vía, le da carta blanca para expresar su deseo, el cual ella intuye los llevara a que Hikki y Yukinon expresen sus sentimientos el uno por el otro. También Iroha hace lo propio y le ofrece una excusa para prolongar la relación que tienen los tres, les proporcionara el ambiente para recrear su relación. Y finalmente tanto Yui como Yukinon le ceden la palabra final acerca de la disolución del club. Todo se reduce a la propia indecisión de Hachiman, que no puede superar su propio negativismo.
Si pensamos acerca de los deseos de todos, es bastante obvio que no es posible que todos se puedan cumplir. Pero al mismo tiempo no hay razón para suponer que todos acabaran tristes e incompletos por ello. Al menos eso es lo que uno podría pensar, pero no es así para Hachiman. Él parece atrapado por el pensamiento de que lo mejor es terminar con la relación ya que no será genuina. Aun si no es plenamente consciente de ello, todavía continúa buscando que todo quede en igualdad. Aun con la promesa a Yukino a cuestas, Hikki no sería capaz de iniciar una relación con Yui, sencillamente porque no sería real para él. En ese sentido, la igualdad a la que parece apuntar es a la disolución de toda relación con ambas.
La premisa no ha cambiado, Hachiman continua huyendo, su propia visión acerca del final no lo convence pero no sabe cómo cambiar de carril. Yui es sin duda la más consciente de los tres, ella está totalmente dispuesta a aceptar el final y lo que eso implique, siempre y cuando sean felices. Y finalmente Yukino, aún permanece en su idea de renuncia. Sin embargo sus sentimientos son fácilmente filtrados por sus acciones.
Ella no está comprometida con este final, si así lo fuera ella podría acabar unilateralmente con todo, ni Hachiman ni Yui podrían obligarla a ser amigos. Sumado a ello vemos la acción de “despedirse” de Hikki pero no es capaz de soltarlo realmente, es él quien debe retirar delicadamente dedo por dedo. Pese a su aparente valentía, Yukino es un desastre emocional, ella es quien menos puede aceptar lo que está pasando y también es quien menos lo expresa con palabras, pero las acciones hablan por sí mismas.
Sentimientos que no caben en una palabra
Una parte fundamental de todo el conflicto tiene su raíz en una simple etiqueta. El que Haruno empleara la palabra codependencia, marco significativamente la percepción de todos. Esto es especialmente cierto en el caso de Hachiman, quien no puede evitar creer en las palaras de Haruno ya que ella es una versión más avanzada de su propio cinismo. Desde el momento en que insertaron esa palabra en su relación, muchas cosas perdieron su significado original y lentamente fueron cayendo en un espiral de malas percepciones.
Esto no quiere decir que Haruno sea la culpable de todo, porque en realidad todo esto estaba destinado a ocurrir tarde o temprano. Simplemente ocurrió que sus palabras consiguieron adelantar lo inevitable. La intervención de Haruno no es algo precisamente bueno o aceptable, de hecho podemos afirmar que no es algo que le corresponda. Pero es inevitable que interfiera, es sus acciones hay una gran carga de proyección. Ella se está observando en Hachiman y se toma como algo personal sus elecciones. Su reiteración acerca de que ni ella ni él pueden embriagarse es una prueba de ello. Haruno se sabe incapaz de implicarse emocionalmente, no es alguien que desenfadadamente pueda dejarse llevar y cree que Hikki es igual. Que sin importar las circunstancias él no se verá arrasado por las emociones, que permanecerá negativo y cínico, siempre racional.
Sin embargo Haruno se equivoca, e verdad que Hachiman es negativo y que posee cualidades que lo colocan en el lado de lo racional sobre lo emocional. Pero Hikigaya no es como ella, él puede embriagarse, lo ha demostrado, que puede implicarse emocionalmente e incluso llegar a las lágrimas por ello, aunque no es típico de él, puede dejarse llevar por el ambiente y olvidarse. Ciertamente tiene una filosofía de vida un tanto extravagante pero está muy lejos de ser el sobrio aburrido que Haruno parece implicar.
Conociendo este espectro más amplio de emociones, es Shizuka quien le tiende una mano a Hachiman. Ella mejor que cualquiera puede ver a través de la retorcida mente de Haruno, al igual que la de Hachiman. Por ello, Shizuka se da la libertad de abrirle los ojos a Hikki, él no puede seguir encajado todo en una sola palabra, porque no es correcto y él lo sabe. El tiempo y los recuerdos que hay entre los tres miembros del club no son un asunto vano. Nada de eso es algo que pueda ser simplemente resumió en una palabra, seguramente ni siquiera en una oración.
Es verdad que la etiqueta podría funcionar en ellos, pero al final es solo eso, una etiqueta. Todo lo que vivieron juntos no es algo que deba ser reducido de manera tan patética. Ver su relación a través de la peor luz no alcanza para alumbrar todo lo que esta abarca.
Comentario final
Oregairu 3 capítulo diez ha sido un episodio sumamente fructífero para el inminente final. Lento pero seguro se nos han dado las bases para el final que nos aguarda. Los sentimientos de todos fueron expuestos, algunos se transmitieron de forma más clara pero cada uno ha sido entregado. Esta semana, si bien no tuvo el protagonismo, debo decir que las intervenciones de Yukino han sido brillantes. Con solo un par de detalles han conseguido dejarnos en claro el conflicto de sus emociones. La acilación en sus movimientos, el anhelo en sus recuerdos e incluso su incapacidad de dejar ir a Hikki aun si no lo hacia conscientemente. Creo que se transmitieron muchos sentimientos esta semana.
Antes de cerrar con esto solo quiero decir que sigo sin poder apreciar a Yui. No es que no crea que sus acciones son nobles, porque de hecho lo creo. Posiblemente solo es un asunto de actitud, su carácter me hace imposible tomarle aprecio. Posiblemente sea lo mismo para Haruno, es curioso que constantemente le esté buscando las costillas y prefiera no llamarla correctamente. Al menos puedo decir que pese a que espera la derrota, sabe aprovechar sus últimos deseos.
En fin estas han sido mis impresione de este capítulo: ¿Qué les pareció el episodio a ustedes? ¿Creen que alcancen un final feliz después de tantas vueltas? ¿Cuál será la última lección de Shizuka para Hachiman?