Reseñas
[bloques texto=’Esta reseña sobre Majutsushi Orphen Hagure Tabi contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.’]
Capítulo 1: “El vestigio del pasado”
Tras un experimento fallido con la espada mágica Baltanders, Azalie se transforma en dragón. Los hechiceros de la Torre de los Colmillos tratan de acabar con ella, su amigo Krylancelo (Orphen) se enfrenta a ellos y los detiene con su magia.
Cinco años después, en la ciudad de Totokanta, Orphen persigue a los enanos Volkan y Dortin por una deuda. En mitad de la persecución, una policía reconoce a estos como criminales buscados, pero su intervención los hace escapar. Orphen regresa a la posada en la que se hospeda y le habla al hijo del dueño, Majic, sobre la posibilidad de ser mago si así lo desea. Entonces reaparecen los enanos y lo enredan en una estafa matrimonial para conseguir la fortuna de los Everlasting. Sin embargo, el engaño resulta un desastre.
Solos en la habitación, mientras discuten, aparece la hija más joven de los Everlasting, Claiomh. Mientras se burla de ellos acerca de si llamar a la policía o no, Azalie reaparece como dragón y ataca la mansión, pues la espada mágica está allí y es su objetivo. Los hechiceros de la Torre aparecen para vencerla, pero Orphen se interpone una vez más.
Análisis: dos versiones totalmente distintas
Majutsushi Orphen Hagure Tabi tiene su origen en la serie de novelas ligeras creadas por Yoshinobu Akita e ilustradas por Yuuya Kusaka. Más tarde, y seguramente de la forma en la que nos llegó a la mayoría, se lanzó su muy famosa adaptación al anime en el año 1998.
Orphen presenta los problemas de todas aquellas series cuya fuente es una novela; y en lo personal, es una serie muy querida de mi infancia. El anime de 1998 es, de hecho, un objeto de culto para muchos fans que esperaban ansiosos la nueva adaptación. Este primer capítulo nos ha presentado un giro totalmente distinto al anime clásico, la polémica está servida y adelanto: a mí no me ha gustado. ¡Nada!
Dada la complejidad de sus fuentes, nos vamos a ceñir a la comparación exclusiva de los dos animes. Y es que, independientemente de cuál de los dos sea más fiel a las novelas, el producto que levanta pasiones y más público ha alcanzado ha sido la animación.
Orphen vs Orphen
Con la calma que sobreviene tras consultarlo con la almohada, vamos a esgrimir una lanza a favor de esta nueva versión antes de prenderle fuego a todo. El nuevo anime no le debe nada al clásico, y el estudio está en su derecho de sacar a la luz una adaptación totalmente distinta. Hay algunos aciertos notables, la narración y el dibujo no resultan incoherentes. Hasta ahí la defensa, amén de que es demasiado pronto para sacar conclusiones.
No obstante, el tremendo shock para los amantes del clásico merece una explicación detallada que vamos a tratar en torno a tres puntos: los cambios en la trama, el tono de la narración y la estética, y el dibujo.
La presentación de la historia
Este primer capítulo de Majutsushi Orphen Hagure Tabi es totalmente distinto de la versión clásica en todos los sentidos. El primero de ellos es una presentación de la trama radicalmente distinta. Como ya se ha señalado, en esta reseña es indiferente cuál de los dos animes es más fiel a las novelas.
La adaptación de 1998 empieza in medias res, mientras que la de 2020 apuesta por un salto en el tiempo de cinco años, pero con un orden lineal. Difieren fundamentalmente en los sucesos que llevan a Orphen a conocer a Claiomh y reencontrarse con la espada, el dragón y los otros magos. Esta diferencia marca un punto de inflexión, pues desahucia por completo los equívocos románticos.
No creo que haya problemas en las tramas, por distintas que sean.
De hecho, hay adiciones interesantes en la nueva versión, como una breve explicación del continente en el que viven y el origen de la magia. Esa presentación del mundo de la historia, junto con algunos diálogos que dejan entrever las causas que mueven a los personajes, enriquecen el trasfondo.
Adiós al misterio y el romance
Sin embargo, las consecuencias de esta trama afectan al tono narrativo, ya que es un enfoque totalmente distinto. Majutsushi Orphen Hagure Tabi, en su versión de 2020, está abierta para todos los públicos, es más amable y más infantil. Lo cómico invade con anécdotas todo el episodio. Volkan y Dorkin ocupan bastante más terreno del deseable para mi gusto. Básicamente, todo el halo de romanticismo, sensualidad, misterio y tensión dramática que logró la versión clásica es inexistente. El encanto clásico de Orphen está muerto en esta versión.
Las escenas de drama y tensión eran muy superiores en el anime de 1998 respecto a lo cómico, que se daba en su justa medida. Las primeras transiciones son escenas llenas de belleza y sugerencia, con Claiomh en el lago observando al mago misterioso. Además, la trama se enreda a través de un equívoco romántico desde el primer capítulo, porque Claiomh cree que Orphen es un mirón del que su hermana está enamorada. (Ni qué decir, que es mucho más coherente que Orphen vigile la mansión porque ya sabe que está la espada, que una mera casualidad. ¡No abusemos del recurso del destino!)
En 1998, la oscuridad está presente, la violencia es más real. El dragón es terrorífico, está envuelto en caos y sus dimensiones impresionan. En cambio, y lamento la franqueza, el de 2020 no inspira ni de lejos la impresión del original. Esa dragona me hizo recordar que los banquetes de Navidad pasan factura en las caderas. (No digo más, a buen entendedor…)
Un dibujo estándar, sin calor ni sello propio
Otro aspecto que da un giro radical es el dibujo. Normalmente, las novelas ligeras suelen representarse con el uso estándar de la animación, un trazo simplista donde lo que importa es la calidad por encima del sello de la originalidad. Supongo que, se presupone que el argumento de la novela es ya de por sí atrayente y complejo, y no tenemos la base de un mangaka con su estilo propio (aunque sí las ilustraciones de Yuuya Kusaka). Esta es la tendencia por la que opta la nueva adaptación de Majutsushi no Orphen Hagure Tabi, un trazo genérico.
No obstante, el estudio de animación que se hizo cargo de la versión de 1998 tiene para mi gusto, un estilo preciosista, bello y muy cuidadoso con el rostro de los personajes importantes. A pesar de las limitaciones de hace más de 20 años, no tiene nada que envidiarle a esta nueva versión, sino al revés. Un aspecto constante en la versión de 1998 son las imágenes sensuales y un esfuerzo por hacer a Orphen tremendamente atractivo. Los rostros intentan ser más adultos, menos aniñados que en la adaptación actual y se esmeran en todos los detalles, como la delicadeza de las pestañas, el contorno de los ojos y el trabajo de las sombras.
Por otro lado, sí hay animes basados en novelas ligeras con una estética llena de personalidad y color, algo que valoro mucho a la hora de ver anime. Me viene a la memoria, casi de inmediato, Shiki, que es una obra maestra.
Ese no es “mi Orphen”: los personajes
Podrían haber optado por realizar una versión moderna de ese estilo de dibujo que han considerado desfasado, pero que tiene un valor fundamental para el encanto de los personajes. El resultado del cambio de tono y estética es que, en esta adaptación, el mago solitario y antihéroe que conocí en mi infancia no existe.
Orphen ejerce atracción, es adulto y está envuelto en muchas más sombras y contrastes en el primer capítulo de 1998 frente a 2020. La presentación es inmensamente más romántica y oscura, mientras que en la nueva adaptación se presta a todas las escenas cómicas de los enanos, tan innecesarias.
Claiomh, en cambio, tiene bastante encanto en cuanto al dibujo. Tristemente, le han robado su flechazo inmediato de Orphen, llevándose consigo el interés amoroso que se configura desde la primera escena del primer capítulo. Majic también tiene cierto encanto, pero, insisto, a Orphen le han robado toda su personalidad estética. Además, otros personajes como el maestro se rejuvenecen y pierden mucha personalidad para mi gusto.
No haremos más juicios generales a este respecto, porque Majutsushi Orphen Hagure Tabi acaba de empezar.
A modo de conclusión
Majutsushi Orphen Hagure Tabi ha querido alejarse por completo de la clásica adaptación de 1998, hacer algo distinto, y siendo coherente, como efectivamente lo es, no es necesariamente un error. Sin embargo, el giro fundamental entre ambas versiones reside en el tono y la estética, dando lugar a un producto totalmente alejado del universo clásico que añorábamos los fans.
Probablemente lo que más decepciona es que opte por infantilizar la trama. Con todo, todavía es demasiado pronto para dar un veredicto. Ya que el dibujo preciosista, el romance y la violencia han sido extirpados. En adelante, tendremos que apreciar esta adaptación con otros ojos totalmente distintos a los de un fan encariñado con el clásico.
Por último, recomiendo encarecidamente ver el capítulo primero de la versión de 1998 para entender el punto de vista que ofrece la autora de estas líneas.