Reseñas
Una semana ha pasado con ello un nuevo capítulo ha salido y la emoción invade nuestras pantallas. Así damos inicio a la reseña del capítulo veintidós de Mahoutsukai no Yome. El tiempo de conocer más del destino de nuestros entrañables personajes ha llegado.
¡Advertencia! A partir de este momento habrá spoilers del capítulo
La dinámica de estas reseñas, es iniciar con un resumen del capítulo, seguido de un análisis y finalizar con una opinión personal. Sin más por el momento apréstate a continuar.
Capítulo veintidós: Cosechas lo que siembras
Chise se despierta en un sitio desconocido, lo primero que ve es que Stella también está ahí. Escucha a Joseph, está en otra habitación, al dirigirse hacia él, descubre al otro dragón. Joseph le asegura que el dragón aun no muere. Por las palabras de Joseph, Chise intuye que no recuerda haberla visto en el sueño que tuvo. Considerando que Chise ya ha aceptado el trato, Joseph le explica que sus maldiciones son similares. Pero al mismo tiempo contrarias, por lo que hará una combinación de ambas. Para ello le quitara su brazo y a cambio le dará algo suyo.
Lo primero es determinar si su cuerpo no rechazara el intercambio. Siguiendo esto, Joseph se saca un ojo y le saca un ojo a Chise, ambos los intercambian. Al no haber un rechazo, Joseph decide continuar con el plan, pero antes duerme a Chise. Ella queda atrapada en sueños, que resultan ser sus recuerdos. Recuerdos de los días felices que paso al lado de su familia, antes de que su padre desapareciera. Dentro del sueño se encuentra con Cartafilo, quien le da pistas de la verdadera naturaleza de Joseph.
Tras la desaparición de su padre, una gran cantidad de ansiedad comenzó a invadir a su madre y en un momento de debilidad ataco a Chise. La culpa la lleva a cometer suicidio. Lo siguiente que vemos es a Chise reflexionando en su pasado y en la imagen que se creó de su madre. Gracias al apoyo y a las personas que ha conocido es capaz de poner en palabras su sentir. No puede perdonar a su madre pero si debe dejarla ir. Cartafilo aparece de nuevo y le ofrece su ayuda a cambio de que cumpla el deseo de Joseph. Chise no está segura de poder hacerlo pero acepta.
Lo que el episodio nos dejó
De entrada nos dejó con el alivio de saber que el otro dragón aún sigue vivo. Estamos en la recta final y el drama y la intriga ya están haciendo de las suyas. Tras la despedida del episodio pasado, tenemos un episodio dedicado a Chise y su trato con Joseph. Ambos, como se dijo antes, son la otra cara de la misma moneda. La maldición de Joseph no le permite morir, en cambio la de Chise le augura una muerte inevitable. La solución con la que llega Joseph es la de combinar estas dos maldiciones. La forma para hacerlo es a través de un intercambio, Chise le deberá dar su brazo y él a cambio le dará una parte suya.
Si lo piensan bien, no es tan mala la idea, básicamente porque se atiene al principio de equivalencia de intercambio. Es un dar a cambio de recibir y el valor de ambas maldiciones parecen estar igualados. Así que, en términos de alquimia, este plan no parece presentar mayor problema. Sin embargo las cosas parecen no ser como las pintan, más adelante en el sueño de Chise nos enteramos de ello. Por cierto, ese sueño logra resolver varias dudas, pero nos deja con otras más. Las más importante ¿A dónde se fue el padre de Chise? Y ¿Por qué se llevó al hermanito solamente? Desde ya, me he hecho a la idea que son dudas que la serie no resolverá y que en cuanto acabe me deberé dirigir al manga.
Una vez más ¿Quién es Cartafilo?
Desde su primer encuentro Joseph se ha mostrado como alguien indescifrable, además de tener malos sentimientos. En este episodio lo vemos afirmar en reiteradas ocasiones que odia a Chise. Pero cuando ponemos atención, podemos ver que estos sentimientos están alimentados de lo que parece ser envidia. Existe algo en Chise que Joseph envidia, su bondad. Al intercambiar ojos, él afirma que el mundo se ve más brillante y claro. El peso del tiempo ha ido trasformando y robándole muchas cosas a Joseph. De momento no sabemos hasta qué punto esto ha conseguido afectarlo, pero lo que es claro, es que envidia que pese al sufrimiento Chise conserva su bondad.
Gracias al intercambio de ojos, una parte de Cartafilo entro en Chise. Este preparo a Chise para aceptarlo. Además le explico que a través de los años, Joseph ha absorbido tanto y a tantos, que ya es difícil determinar qué o quién es. Cartafilo es la maldición y bendición que se le otorgo a Joseph y que ahora se pasara a Chise. Él será quien extenderá su vida, mientras ella anhele vivir será su bendición. A cambio lo único que le pide es que conceda el deseo de Joseph. Un deseo que ha repetido durante siglos: “ayúdame”.
Para ayudarlo, Chise deberá conocer el pasado de Joseph y aquello que lo atormenta. Concluyendo, Cartafilo es una bendición mientras se anhela la vida ¿pero qué sucede cuando ya no se desea vivir? Este se vuelve una maldición. La facilidad con la que una bendición se trasforma en una maldición está en la mentalidad de quien la recibe. Para pruebas tenemos la maldición de los 12 zodiacos chinos de Fruits Basket. Quienes leyeron el manga recordaran que en principio las constantes reencarnaciones eran una bendición, el tiempo las trasformó en una maldición.
No te perdono pero te dejó ir
La mejor manera de avanzar hacia tú futuro es cerrar ciclos. Eso es justamente lo que Chise hizo este episodio. Gracias a Joseph, ella se vio obligada a rememorar su infancia, los momentos que pasó a lado de su amorosa familia. Recuerdos que estaban ocultos dentro de ella, esos momentos de paz se vieron opacados por un momento que la marco. Cuando su madre la estrangulo para posteriormente suicidarse frente a ella, esos recuerdos pasaron a no significar nada. Al menos hasta este momento, Chise ha crecido y mucha gente ha entrado a su vida. Ella ya no es la misma y tiene una nueva perspectiva hacia la vida, pero para poder seguir avanzando antes debía enfrentar ese pasado.
Esta oportunidad que tuvo de poder revivir su niñez en compañía de su familia, le sirvió para hacer las paces con la imagen que tenia de su madre. Ella ahora puede entender que su madre estaba bajo mucha presión, que cuidarla sola no era sencillo. Sin embargo no puede perdonarla por completo, porque lo que hizo la marco de forma muy profunda. Ella admite que de no ser por las personas que ha conocido, ya no estaría viva. Las palabras y acciones de su madre consiguieron no solo herirla sino también marcarla. Su vida se dividió en un antes y un después de ese momento, olvidando todo lo que paso antes.
Pero al final logra una conciliación, no todo fue malo. Gracias a ello, fue capaz de conocer a alguien que le importa aún más que ella misma. Alguien que creía tenía todo resuelto pero en realidad tiene muchos problemas. Para Chise la existencia de Elías es algo así de importante. Lo que hizo la enfureció pero ella aun lo quiere y en cuanto pueda buscara una conciliación con él también.
Comentario final
Esta semana la reseña es más corta, básicamente porque el episodio hablo por sí mismo. En general siempre hay muchos detalles que me intrigan en los capítulos de este anime, pero en esta ocasión todo fue bastante claro. A decir verdad lo único que me genera intriga es el padre de Chise. ¿Quién es él? ¿Por qué le dicen “hombre del bosque”? ¿Por qué desapareció llevándose solo al hermanito? En realidad tengo más preguntas ¿acaso la madre de Chise también es una Sleigh Beggy? Llama mi atención que cuando el padre de Chise se va, una especie de comadreja lo observaba a través de la ventana. Además antes de irse por un momento pareció que tuvo intención de llevarse a Chise también ¿Por qué no lo hizo?
Muchas preguntas y las respuestas seguramente solo las podre hallar en el manga. En fin antes de acabar esto, hablemos de la escena destacada para esta semana, esa sería: el campo de flores. Nuevamente Wit Studio demuestra que en cuestión de animación no le debe a nadie. La escena es preciosa visualmente y el OST que la acompaña es simplemente perfecto. Sumemos además la perfecta armonía de la simbología de los colores del campo de flores con lo que ambas hablan. Roja, señal de un amor incondicional y lealtad, Chise aún ama a su madre. Naranja, energía, vitalidad, también alegría y entusiasmo, Chise debe afrontar la vida y vivirla gozándola. Blanco, inocencia, virtud, bondad y fidelidad, nada mejor para describir a Chise. ¡Toda una delicia de contemplar!
En fin por esta ocasión aquí parare. Mientras tanto no olvides dejar tus comentarios y decirme ¿Qué ta ha parecido el capítulo? ¿Qué opinan de como cerro su ciclo Chise? Deja tus comentarios y nos estaremos leyendo, hasta la próxima.