Reseñas
[bloques texto=’Esta reseña sobre Kono Oto Tomare! contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña. ‘]
#4 La primera nota resuena
Kudo y sus amigos practican en casa de Shizu, la anciana de la tienda de música. Mientras Kudo busca endurecer sus dedos en busca de un mejor sonido, el trío intenta aprender sus partes.
Una vez que todos tienen sus partes aprendidas, el grupo intenta tocar la canción en conjunto, pero fallan en sincronizarse. Al ver el impacto negativo, Kurata propone que vayan a comer juntos. Hozuki quien se niega y se dispone a irse, es detenida por Kudo quien la insta a unirse a ellos. En el restaurante, Kudo y Kurata hacen saber a Hozuki que puede depender de ellos, de modo que la chica admite que no sabe cómo enseñarles a sincronizarse. Usando una técnica de aplausos, más los consejos de Hozuki, el grupo logra entrar en armonía por primera vez.
Kurata, quien aún duda de su valía como presidente, logra animar al grupo luego de que descubrieran que, a pesar del avance, aún les falta mucho para tocar toda la canción. Con un nuevo ánimo, el grupo comienza a discutir el significado de Ryuuseigun, y lo que ellos quieren expresar a través de la canción.
Luego de la práctica, Kudo continúa pensando en el significado de la canción y lo relaciona a las palabras de su abuelo. Absorto, comienza a tocar su parte, atrayendo la atención de Kurata y Hozuki. Esta última pregunta quién le enseñó a tocar el koto.
Los comentarios de una compañera hacen dudar a Kurata sobre si alguien escuchará su presentación. Distraído por aquello, se topa con los miembros del club de música ligera, quienes comienzan a burlarse, hasta que Kudo aparece para apoyar a Kurata y alejarlos.
Accidentalmente, Kota le cuenta a Hozuki sobre el abuelo de Kudo.
Las fallas del prodigio
Quizás es exagerar un poco, pero para una persona prodigiosa, enseñar algo que se le da naturalmente es difícil porque lo más básico ya está asimilado desde el principio y el tiempo solo los lleva a mejorar más y más. Comparado con eso, una persona promedio, (y en este caso, torpes como los miembros del club), tiene un ritmo de aprendizaje lento, y los pasos básicos son tan o más duros que lo que viene después, al descubrir eso es normal que Hozuki se haya sentido abrumada.
Las sospechas que Tetsuki tenía sobre Hozuki en el capítulo anterior resultaron ser ciertas. La chica es un prodigio en lo que al koto se refiere, lo hace de forma natural desde la niñez, por lo que el método de aprendizaje se le escapa. Y si ya en la casa Hozuki los demás tenían problemas para seguirle, este club de koto debe haber sido el mismísimo infierno.
El talento no siempre trae cosas buenas, y Hozuki es un ejemplo de esto, pero el ambiente también juega su papel, y quizás este club de koto lleno de gente que la apoya, pueda sacar lo mejor de tal prodigio.
Ryuuseigun
Fue interesante ver el complemento que surgió de las dudas de Kudo sobre su propio sonido con lo que el grupo, (y más precisamente Hozuki), creía que era el significado de Ryuuseigun. Nuevamente las palabras del abuelo de Kudo resonaron en él y lo llevaron a arrancar una melodía bella y agridulce de las cuerdas del koto, algo que sorprendió a los dos más experimentados, Kurata y Hozuki.
Esa simple acción de Kudo es la representación del Ryuuseigun, una palabra que significa lluvia de meteoros, pero que, fonéticamente, también lleva el carácter del dragón (ryuu) y que en ambos casos significa una conexión entre los cielos y la tierra. Aquí Hozuki lo usa para ejemplificar la conexión entre el corazón de los intérpretes y el del público, y el regalo que los cielos envían a la tierra es una hermosa música salida de los sentimientos. Eso que logró Kudo sin darse cuenta es la esencia misma del Ryuuseigun, la forma de expresar los sentimientos a través del koto.
Los problemas del trío
Este capítulo me dió todo lo que buscaba al momento en que vi a Kudo tocar el koto, pues el preludio y la ejecución de ese momento, acompañados por la música lo volvieron una experiencia distinta a la del manga. Dejando eso de lado, el capítulo hizo un buen trabajo resaltando dos polos opuestos: por un lado, Kudo y la búsqueda de su sonido, y por otro, Hozuki y su problema para enseñarles al resto. Ambas problemáticas convergieron durante el capítulo, y mientras que Kudo ayudó a Hozuki a no cerrarse y a afrontar su problema, la chica contribuyó a que él diese el primer paso para encontrar ese sonido que busca.
Otra cosa que me alegra poder decir de este par es que ¡Finalmente se acabaron las discusiones entre Kudo y Hozuki! o bueno no tanto, pero se nota que el tono de su relación cambió y que ahora están en mejores términos, aunque sigan siendo tercos en cuanto a sus interacciones, ¿cómo creen que afectará a Hozuki la revelación del pasado de Kudo?
Para la tercera rueda, es decir Kurata, fue una semana dura al dudar sobre si su papel como presidente era llevado a cabo de la forma correcta, pero finalmente pudo deshacerse de su incertidumbre nuevamente gracias a Kudo. Este fue un bonito momento entre ambos y una prueba de que así como Kurata estima a Kudo, este lo respeta aunque no use los honoríficos con él.
Kurata es un gran personaje, pero sus inseguridades y su complejo de inferioridad interfieren mucho en su crecimiento. Así que espero con ganas el momento en que llegue su desarrollo y pueda explotar su potencial.
Opinión final
Continuando con paso firme y una adaptación sólida por el lado de la historia, y sin mayores desatinos del lado técnico, el de esta semana fue un capítulo interesante, con dudas surgiendo en el trío de protagonistas mientras todas eran atravesadas por la preparación para la presentación y los problemas que todo esto acarrea. Nuevamente se vio esa influencia que el pasado tiene sobre ellos, para bien o para mal, pero también la predisposición para un cambio, ¿a ustedes qué impresión les dejó?