Reseñas
[bloques texto=’Esta reseña sobre Kono Oto Tomare! 2 contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.’]
Capítulo 2 (#15): Dándose cuenta
Después de la primera gran presentación se debe regresar a la rutina, clases y práctica, solo que esta vez cuentan con un apoyo inesperado pero grandioso. El potencial puede ser hallado por la perseverancia, cualidades no innatas florecen con el debido cuidado y la oportunidad se acepta porque el director, escondido, de la orquesta lo señala. Los estudiantes si quieren seguir con sus actividades gustosas deben de hacer primero las dolorosas, con palabras de más o de menos, con un gracias por ambos lados y una pijamada inesperada, los lazos entre los compañeros se hacen más fuertes, la amistad crece. Y la amistad puede ser mucho mayor si es entre una mujer y un varón, especialmente en la tierna juventud, negándose o incomprendiéndose, una por el tormento de su pasado, la otra por la inexperiencia de su vida. Una simple palabra, un simple acercamiento, pueden armar caos de sentimientos.
Opinión del capítulo
Comenzaré diciendo, sí, tuve razón, la canción de cierre del capítulo anterior es el verdadero opening, aunque debo admitir que me gusta más el ending, pero más me gusta la canción de apertura de la temporada pasada. Ha sido un capítulo muy tranquilo, como que está preparando las cosas para lo que sigue, con ciertos sobresaltos en algunos momentos, mas no son cosas que no hayamos visto antes -dentro de este anime-. Lo más fuerte fueron los minutos finales, con Hozuki y Hiro empezando a enfrentarse a sí mismas, lo cual da total sentido al título de este capítulo. Por lo que puedo oler, la trama de esta parte girará un poco, pues ya no se concentrarán tanto en presentar a los protagonistas y su pasado -lo que vivieron, sin enfrentarlo-, sino que se concentrarán más en su presente en su relación, junto con los sentimientos que se van formando, que fueron semillas en la parte anterior y que ahora están brotando, además de una lucha contra el pasado que los atormenta, en especial Hozuki y Hiro, pues Chika ya tuvo su “paz” y Kurata también.
Crecer
Los personajes que están como protagonistas secundarios tienen una participación notoria pero siguen tras vestidores, el trío de amigos destaca solo en ser compañía. Creo que la cosa cambió, en parte -no totalmente- cuando el sensei le dice a Adachi que él será quien toque el koto de 1 cuerdas, la cual era la labor de Hozuki. Esto le da centralidad al trío y más “realidad” a la serie, pues la vida misma no tiene protagonistas centrales. En una serie se puede decir que sí y esa es la intención, mas depende en quién se fije la “cámara” para que la perspectiva inicial que teníamos cambie. Podemos notar que Adachi, como el resto, se esforzó, pero el sensei resaltó cualidades que en él, Adachi, son más notorias que el resto, cualidades que fue cultivando, sin querer quizá. Al final se puede decir que el personaje creció y que puede dar para más, dentro de su mundo -del anime-. Es decir que el sensei nos da un punto de vista que para nosotros termina siendo parcial, pues estoy seguro que algunos hubieran querido que Chika o Kurata sean los que toquen el koto de 17 cuerdas porque de alguna manera genera protagonismo.
“Genio” inesperado
Creo que todos se sorprendieron al saber que Takaoka sabía matemática. Yo también, pues siendo amigo de Chika no te esperas esas cosas, sí lo suponía como alguien inteligente pero no a tal grado para que todos vayas a estudiar con él. La forma en la que hace que los chicos quieran aprender matemática es muy graciosa -e irreal también-, calzando con el comportamiento del trío más Chika. La conversación entre Takaoka y Kurata, si bien breve se dijo mucho, pero aun faltaron cosas por decir, creo. Ese “gracias” dado a Kurata lleva cargado mucho afecto y sentimiento, pues su amigo tiene un lugar al cual pertenecer, además de las consideraciones y gran empatía por parte del presidente del club. Como Chika esuchó esto, lo más probable es que esto vaya salir más adelante o tal vez como un recuerdo de Chika que le pueda dar pie a otra cosa.
E-NA-MO-RAR-SE
Supongo que los que leemos esto, incluyéndome, no pasamos de los 30 años, a lo mejor estamos lejos de esa edad aún. Esto lo recalco porque si tenemos menos edad y nos acercamos a la edad de los protagonistas, los sentimientos, acciones y demás puedan ser comprendidos de mejor manera por nosotros. Lo cual conlleva a hablar de amor, o de enamorarse. En específico ese sentimiento nace en Hiro y en Hozuki, cada una para su respectivo protagonista. No me parece que haya sido forzado ninguna de las dos posibles relaciones, sus sentimientos correspondes a su personalidad: la primera fue tratada por primera vez con consideración y comprensión, la segunda encontró a alguien que también le apasiona el koto y que le hizo darse cuenta que no está sola ni tiene porque hacer todo sola. La construcción fue buena, pero la única crítica pausible es la inocencia con la cual es llevada, inocencia, sin embargo, defendible.
Por lo que sé de historia japonesa, el papel de la mujer ha sido en mucho tiempo el de sumisión y acompañamiento, salvo excepciones como las emperadoras del Japón temprano. Pero también recordemos que han sido las que más tocaron el tema del amor durante cierto periodo, de ahí nace la figura de Murasaki Shikibu, autora del famoso Genji monogatari, una historia donde el amor, las dudas, el enamoramiento y más, fluyen junto a otro grupo de acontecimientos. Si bien, en cierta forma, el papel de la mujer ha sido relegado en Japón, sigue siendo vital en gran manera pues son el sostén de la casa y en donde, se puede decir, reside el sentimentalismo preciso para poder compartir y generar sentimientos de apego y solidaridad; de la mujer, a lo mejor, nace el amor. Es cierto que los valores van cambiando, que la mujer japonesa es una que se adapta a este mundo global, pero -por ciertas personas que conocí y textos que leí- a lo mejor ellas no han olvidado su tradición y costumbre, dándole un nuevo enfoque, uno que -como el yin y el yang– signifique complemento, y esto no indica servidumbre, sino estar a la par, porque el varón también es complemento de ella, ambos se necesitan. La inocencia caracteriza a la mujer, la estupidez y brutez al varón. Y de esas formas puede que ambos demuestres sus sentimientos.