Reseña | Fruits Basket Final フルーツバスケット – Capítulo 10

¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket Final capítulo diez contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.

“Yo solo la amo…”

Fruits Basket Final capítulo diez da inicio con un monologo de Yuki, reflexionando sobre cómo podemos herir o salir heridos al relacionarnos con otros. Tohru continúa en su estancia en el hospital y desde el día de su ingreso nadie sabe nada de Kyo. Uotani y Hanajima se encuentran con Akito y esta les habla de su culpa en las lesiones de Tohru y en las de Kureno. Uo-chan se encuentra con Kureno y a pesar de que él le dice que debe irse lejos, ella opta por acompañarlo a donde vaya. El día del alta para Tohru ha llegado, y Kyo está en casa haciendo sus maletas, pero Yuki decide interferir. Después de una pelea y un par de confesiones, Kyo está listo para encarar el futuro.

Pero antes debe zanjar un último asunto, lo que lo lleva a enfrentarse a su padre pues ha decidido que no vivirá encerrado. Una vez liberado de esa cadena, Kyo se encamina hacia el hospital. Una serie de dudas lo asaltan conforme se acerca a su destino, sin embargo todo se aclara para él en cuanto ve a Tohru. Aunque para ella no, nada más verlo sale corriendo. Ahora es tiempo de que Kyo corra tras ella.

La confrontación real

No creo exagerar al decir que el plato fuerte de este episodio fue la pelea entre Yuki y Kyo, una que no solo era necesaria sino culminante para el desarrollo final de ambos personajes. En este punto todos somos testigos del pasado de ambos, el dolor y la pena que han cargado, así como de sus anhelos. Pese a toda la rivalidad que se supone debe existir entre ellos, lo cierto es que ambos tenían una enorme admiración por el otro. Lo que es completamente normal pues cada uno solo alcanzaba a ver lo superficial del otro. Ninguno fue capaz de ver más allá de lo que deseaban ver.

Ahora bien, la gota que termino por derramar el vaso entre ambos fue la cobardía de uno. Para Yuki fue simplemente intolerable que Kyo optara por huir, en lugar de enfrentar el futuro con Tohru. Ojala fuese una situación tan sencilla como que Yuki en su infinito aprecio por Tohru quiso abrirle los ojos a Kyo para que este con ella. Sin embargo la pelea va más allá de eso, es verdad que Yuki siente pena por Tohru y quiere que sea feliz, pero su frustración con Kyo tiene más relación con sus propias emociones de él.

Después de pasar tanto tiempo entre idas y venidas, Yuki se ha vuelto alguien capaz de sostenerse por sí mismo, lógicamente él espera que aquella persona que admira sea igual. Su frustración siguió incrementando cuando esa imagen se rompió, Kyo jamás fue lo que él supuso, pero eso no alcanzo para que le justificara su cobardía de querer huir. Durante mucho tiempo Yuki continúo idealizando a Kyo, sin percatarse de que él hacía lo mismo. Hasta ese momento ninguno fue consiente del anhelo del otro. La frustración de Yuki era simple, quería que Kyo actuara según los ideales que tenia de él. Cuando descubrió que no eran reales, entonces tuvo que darle un empujón.

Yuki tuvo que transmitir la lección que le llevo tanto tiempo aprender, uno solo puedo ser uno mismo. Hay cosas que solo podemos hacer nosotros, existen situaciones o personas para las que somos irremplazables. No podemos ir por la vida pretendiendo que esta no es una verdad.

Avanzar para amar

La lección de Yuki fue la que le devolvió el coraje a Kyo. No es que Kyo carezca de las bases para avanzar, era confianza de lo que carecía. Tener a Yuki empujando su espalda era el impulso final que necesitaba para encarar el futuro. Porque al final de cuentas eso significa avanzar, apuntar hacia el futuro y lo que este nos depare. Todos somos dolorosamente consientes del tipo de futuro que se espera para Kyo, sin embargo se ya no es una opción, no ahora que él ha tomado la decisión de obedecer a su corazón y estar con la persona que desea a su lado.

El siguiente paso hacia su futuro deseado fue el de enfrentar a su “padre”. Un hombre sumergido en la miseria y la autocompasión, un patético ser humano. Pero sin importar cuan patético sea ese ser, no deja de ser una parte fundamental en el desarrollo de Kyo. Para conseguir avanzar, Kyo debía enfrentar a su padre para dejar en claro que no permitirá que lo encierren, aun si decide aceptar la culpa de la muerte de su madre. Él está listo para avanzar y quiere hacerlo aceptando sus cargas y liberando su corazón. A pesar de descubrir que la muerte de su made gurda mucha relación con el trato y las palabras de su padre, él opta por no seguir buscando culpables.

Permitirse revivir su muerte y encarar la perorata de su padre, hizo que Kyo reafirmara su voluntad. No quiere seguir tirando su vida, quiere enfrentar esa vida con todo lo que tiene y no darle la espalda nunca más. Por supuesto esto lo lleva a finalmente dirigirse hacia su destino final, Tohru Honda. Ella ha sido, durante mucho tiempo, el motor que ha impulsado su avance. Claro que después de los últimos acontecimientos Kyo siente inseguridad sobre sus sentimientos. Al final esa inseguridad sale por la ventana en cuanto la ve, el amor es así de simple. No necesitamos razones rebuscadas e infinitas justificaciones para amar a alguien, a veces solo lo hacemos sin más. Porque su simple existencia es suficiente para hacernos querer vivir la vida. Así de increíble es el amor.

Detalles

Similar a la reseña anterior, mencionare algunas cosas que no voy a desarrollar pero es bueno tener a consideración:

Los capítulos del manga que se adaptaron en este episodio fueron: un rico caldo del 123, 125, 126, 127 y 128. Si parece que fueron muchos capítulos y por lo tanto se dejó fuera bastante, pero dejaron lo ideal y más importante, no le quitaron peso a lo esencial así que todo bien.
El cambio más importante en el guion es que Kyo huyo de casa y nadie supo nada de él hasta el día en que Tohru fue dada de alta y Yuki le dio su paliza. En el manga esto es diferente, Yuki le da su paliza desde mucho antes y tenemos un buen rato de diferentes personajes culpando a Kyo y no dejándolo acercarse a Tohru en el hospital. Personalmente prefiero el guion del anime, nunca me agrado el trato que le dieron el manga a la situación de Kyo. Principalmente porque nadie tenía ningún derecho de interferir en la relación de Tohru y Kyo, era algo que debían arreglar ellos mismos. Está bien darles un empujón, como ocurre en el anime, pero lo que se hizo en el manga lo llevo muy lejos. Culpar a quien ya se siente culpable y aislar a quien ya se siente rechazada no ayudaba a nadie. Solo es mi muy subjetiva opinión, no está mal que se preocupen por sus amigos pero no hay que tomar decisiones en su nombre.
Arisa y Kureno al fin tienen su ansiad rencuentro, las circunstancias no podrían ser menos penosas pero es lindo que ambos conserven el sentimiento el uno por el otro.
Uotani es una chica muy fuerte emocionalmente, sin embargo no pudo evitar sentirse mal al saberse dejada de lado. Ella era quien mas anhelaba por Kureno y aun así fue la última en saber sus circunstancias. Esa soledad pasajera será un nuevo impulso para la pareja, pues les brindara el puente para ser más comunicativos entre ambos.
Akito ha comenzado a avanzar y uno de los cambios más radicales que implementara con su nueva mentalidad es el destruir el cuarto del gato. Este puede ser un cambio pequeño visto desde afuera pero implica la destrucción de toda una tradición dentro del clan. Ella está lista para enfrentar el futuro y cargar con el peso de sus pecados.
Una diferencia considerable entre el anime y el manga es la escena donde Akito decide derrumbar el cuarto del gato, pues la anciana no se lo toma tan calmada como en el anime. En el manga es más claro que las ideas están muy enraizadas en el clan y que esos cambios no serán bien recibidos por los mayores. El anime le dio un exceso de cordura a la vieja rancia, pero aplaudo el hecho de quitar a Akito extendiéndole la mano para que cambie como ella. Seamos justos, Akito no está nada preparada para extenderle la mano a nadie todavía.
Hiro no deja de ser un pequeño Romeo, a la única que le ha contado lo de su maldición rota es a Kisa. Ambos están preocupados por el rechazo del otro, sin embargo los corazones de ambos están donde deben.

Comentario final

Fruits Basket Final capítulo diez ha sido un episodio lleno de emoción, drama y un divertido final. Arriba mencione que este episodio es una rica sopa de varios capítulos del manga y lo sostengo, la verdad ha sido un episodio bastante sustancial. El guion para este capítulo deja en claro que nadie tiene intensión de echar a perder el trabajo de Natsuki-sensei. Los ajustes en el orden de acontecimientos e incluso las justificaciones de los actos son bien cuidados con respecto al guion. La huida de Kyo, por ejemplo, después del impacto emocional que tuvo en los capítulos anteriores, era obvio que no podría sostenerse para permanecer a lado de Tohru. Lógicamente pondría su distancia pues no se sentía calificado para estar ahí, la interferencia de Yuki era lo que necesitaba pero no podía ser inmediata, debía enfriar su cabeza antes, ambos debían hacerlo.

Antes de cerrar con esta reseña solo quiero expresar mi más grande admiración al trabajo de los seiyuus. La verdad es que tanto la escena de la pelea entre Kyo y yuki como la confrontación de Kyo a su padre, era algo que esperaba, pero excedieron mis expectativas. No puedo no admirar el trabajo tan bien realizado por los actores de voz, pero la animación no se queda atrás. Los impactos en los golpes de Yuki, sus lágrimas. Además de la cólera en los ojos del padre de Kyo, el recuerdo del suicidio de su madre. Definitivamente fue un episodio demasiado emocional, demasiado completo.

En fin, estas han sido mis impresiones de este capítulo, díganme: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿Cuáles fueron sus sentimientos durante la confrontación de Yuki y Kyo? ¿Existirá algún remedio para la estupidez del padre de Kyo? El próximo episodio promete ser aún más emocional, veremos la respuesta que tiene Kyo para Tohru y una despedida con su respectivo origen.