Reseñas
[bloques texto=’La siguiente reseña Dororo – Capítulo Final contiene spoiler, si ya viste el capítulo por favor sigue leyendo, sino puedes verlo en cualquiera de las plataformas. Aviso, esta serie es algo gráfica, atractiva, curiosa y muy entretenida, te encantará seguir esta historia y recuperar las extremidades vendidas.’]
CAPÍTULO FINAL “DORORO Y HYAKKIMARU”
Una amistad que se cultiva, un amor que nace en medio de espigas y un arrozal. Una lucha que se libra, un amor que nace de la hermandad, una familia que se une con el final y la entrega de bondadosas almas que purificaran un maligno lugar. Un camino se traza y ahora se tiene claridad de que acciones se deberán tomar. Dos personas se separan… para quizás encontrarse en el futuro y retomar lo que siempre se debió cultivar, porque su destino es estar unidos, por más que un lazo de hermandad.
OPINIÓN CAPÍTULO FINAL
La opinión para tan grande serie, tan increíble historia y tan interesante narrativa, merece una infinidad de palabras que la describan, un relato que explique detalladamente lo que sentimos al haber visto y conocido a estos personajes y todo aquello que los definía como únicos. Tanto así que nos identificamos con ellos y sus historias, pues las sentimos reales y propias, muy cercanas a nuestro entorno y diario vivir, porque aunque no vivimos en la misma era, las problemáticas que en esta serie se mostraron, se asemejan a las que cubren a nuestras naciones. Ahora demos paso para apreciar y entender, porque los caminos son tan largos, misteriosos y con miles de desvíos… pero que al final nos demuestran, que todos están conectados con quiénes deben y dónde deben.
Una dura batalla da lugar en el mismo lugar que vio nacer a aquel bebé que sin saber, había sido el sacrificio de su propio padre y comida para demonios. Pero ahora en ese mismo lugar, Hyakkimaru enfrenta na su único hermano, quien ahora porta las últimas dos partes faltantes de su cuerpo. Pero Tahomaru, quien se niega a ver la verdad y aceptar la realidad, ha conseguido recordar aquello que lo hizo feliz, que lo lleno y que siempre le faltó en aquella enorme mansión… la verdadera atención de su madre y el apoyo de un amoroso padre, aun cuando se rodeaba de riquezas y comodidades, algo hacía falta en él, algo creaba un vacío cada vez más inmenso en su interior.
Aquel castillo no es sólo una edificación, es el símbolo de todo aquel mal que dio inicio y el terreno que presenciar el fin de todo aquel maligno camino. Ahora los destinos comienzan a entrelazar, las almas que lucharon contra aquello que manchaba aquellas tierras consiguen toparse y todo con el propósito de darle fin al terror y las malas acciones que ellos y otros cometieron, pues esta es su forma de reivindicarse y darle paz a sus culpas. Es allí cuando Hyakkimaru descubre que su parte humana está latente, todo gracias a quienes creyeron en él y estuvieron a su lado… fue esa misma parte quién evitó que el matará a su único hermano, a Tahomaru.
Un momento de reflexión, un momento para entender porque se desata aquella batalla entre la misma sangre, todo es causa de un mal padre y de los demonios que consumieron esas tierras y quienes habitaban en ellas, ahora Tahomaru lo sabe y es por ello que aun cuando aquellos horrorosos seres intentaron manipular la mente de aquel joven, este saca las fortalezas que ha cultivado por años y extrae de su rostro con sus propias manos, los dos miembros que le pertenecen a su hermano mayor, a Hyakkimaru. Y como lucha final este atraviesa el mal que residía bajo los cimientos de aquel maligno hogar, acabando físicamente con aquel trato del que él solo fue uso, solo fue abono y leña para para avivar.
Ahora la madre de Hyakkimaru y Jukai, se encuentran frente a aquel joven que es hijo de ellos, por un lado de sangre y por otro de crianza, aquellos que lo dieron todo por él y que aun así sienten que debieron dar más, que pudieron evitar que el destino de Hyakkimaru fuese tan cruel y trágico. Ambos han dejado una buena enseñanza cultivada en quien ellos más aman, han aclarado dudas, han calmado rencores y tristezas, ahora solo esperan que Hyakkimaru pueda vivir como humano y no como demonio… pues existe alguien que lo espera y que ha estado fielmente a su lado acompañándolo. El fin de tres vidas que sufrieron y llevaron cargas pesadas, ha terminado, pues Tahomaru estará siempre con su madre y está con él, Jukai descansará de su cruel pasado y dará inicio a la paz que tanto ha anhelado. Les ha llegado el momento de total felicidad.
Dororo ha estado sin dudar al lado de quién ha dados los mismos pasos que él en este duro andar, ambos han sido simiente y roca el uno para el otro. Ahora Hyakkimaru observa y siente lo que está a su alrededor, puede ver lo bello de la vida y entre esas cosas que amara observar, está el rostro de Dororo, quien en primera vista, ha sido del total agrado de su mejor compañía… calidez, es lo que ahora sienten.
Entre aquellas malas y pésimas decisiones, está la que tomo Daigo, aquel hombre que inició todo este mal, el causante de tantas tragedias. Ese hombre que por ambición lo perdió todo, su familia, su ejército, sus tierras y el apoyo de su gente. Pero ya no hay nadie que quiera o pueda ver su miseria… los pocos que sobrevivieron, se apoyarán de la gentileza, liderazgo y fortuna de Dororo, un guía nato.
Para entender nuestra función en el mundo, debemos recorrer los caminos que el destino nos ha trazado, vivir aquellas experiencias que se presenten en nuestras vidas y realizar las acciones que determinarán el tinte de nuestra alma… Hyakkimaru tuvo la fortuna de enfrentar a su padre y este tuvo la lección de ver la fortaleza de su primogénito, un hombre que bien pudo reinar, gobernar y liderar aquellas tierras bajo su nombre, sin necesidad de una ventaja o ayuda demoníaca, pues su carácter es nato para actuar de manera correcta, de aquella forma que debería mantener un ser humano correcto… no un demonio.
Dororo emprenderá su camino, se guiará por aquello que él define como correcto y que es de beneficio propio y común… Hyakkimaru emprenderá la purificación de su alma, entender que es ser humano y reivindicarse de todo mal, pero el futuro es claro y tanto él como su pequeña compañía que ahora está crecida, deberán conectar sus caminos y continuar juntos su andar… pues ese siempre ha sido su destino.
Sé que muchos quedamos con el sin sabor por este final, pues queríamos algo con más claridad… pero ustedes saben mejor que yo que este era el desenlace, que tanto el manga como el anime original contaban este mismo final, algo diferente en la actualidad, pero es la misma esencia. Ahora bien ¿Qué pasará o de qué manera podemos calmar está intranquilidad? Creo que cada quien puede imaginarse un buen final por aquellas últimas escenas, Dororo hecha toda una hermosa mujer, Hyakkimaru todo un hombre escultural y un trigal dorado que es escenario de aquel encuentro… yo les contaré la versión de mi final, con la que voy a dormir con tranquilidad. Para mí Hyakkimaru siguió su camino, enfrentó demonios, creció como persona y cultivo en su ser, el humano que siempre debió ser. Dororo creció para desarrollar aquella actividad, sueño y deseo que sus padres intentaron realizar para el bien de los demás, claro está, ella lo modifico y lo cambió para mejorar. Ambos tomaron sus caminos, pero el destino es claro y en aquella vida, ellos debían reencontrarse y retomar lo que ambos crearon y cultivaron ¿Una amistad? ¿Una familiaridad? Eso no importa, solo importa que ellos deberán estar juntos y sé que lo estarán. Ese es mi final, ellos continuarán sus vidas agarrados de manos… siendo su mejor compañía. Espero les haya gustado este anime tanto como a mí y que las dudas sean resuelta, o si lo prefieren ¡Tengan fe en que saldrá un OVA para dejarnos claro el final! ¿O nos resignamos a soñar?