Reseñas
[bloques texto=’La siguiente reseña Dororo – Capítulo 18 contiene spoiler, si ya viste el capítulo por favor sigue leyendo, sino puedes verlo en cualquiera de las plataformas. Aviso, esta serie es algo gráfica, atractiva, curiosa y muy entretenida, te encantará seguir esta historia y recuperar las extremidades vendidas.’]
CAPÍTULO 18 “LA HISTORIA DEL CABO DE NO MISERICORDIA”
Un necesario rescate, la sed de venganza, una extraña locura, un acto de amor acompañado de fieles palabras y un tesoro que encontrar. Una batalla ajena, la lucha entre dos hermanos enemistados por la codicia de su padre, un enfrentamiento injusto, la muerte e muchos por una insensata petición y el deseo de salvar a quienes poco lo merecen. Un último deseo cumplido, una futura y muy seria decisión, la mejor compañía en este viaje de vida y un futuro próximo a definir su fin.
OPINIÓN CAPÍTULO 18
Volvamos a donde dejamos nuestras preocupaciones, dónde conocimos cuánto podría indignarnos la escena de un anime y la ansiedad que nos dejó el querer saber más, mucho más. Pero ya estamos aquí, reviviendo esa escena que nos dejó con las palmas en nuestras bocas, el grito de ¡No! Al ver el mapa completo en otras manos y nuestro protagonista atado a un árbol como perro de campo… Pero si esto es poco, recordemos que hay un loco a sueldo, con una agresiva mascota bajo su mando y una loca sed de venganza que crece en él con cada minuto. ¡Hyakkimaru rema pronto!
Nuestra angustia no tenía comparación al observar las siguientes escenas, una dónde Itachi da con el punto del tesoro, estando a solo unos pasos de adueñarse de él y el otro en el que aquel tiburón Jiromaru surge de las aguas, se come a su hermano… y se transforma ¿En un Ayakashi? Locura, canibalismo y una rara transformación frente a los ojos de Dororo, quien en estos momentos pasa de ser una vulnerable víctima a una fácil presa.
En el momento justo y más oportuno aparece Hyakkimaru, quien no dudó ni un segundo en atacar aquel tiburón que estaba a punto de devorar a Dororo. Para sorpresa de todos no solo fue la batalla entre aquella enorme bestia y nuestro valiente héroe, quien a pesar de perder aquella base que le daba apoyo como segunda pierna, supo valerse de sus propios medios y acabar con aquel Ayakashi que sí, era uno de los poseedores de una extremidad de Hyakkimaru. Pero esto no es lo que más nos sorprendió, sino que fue el ver aquel gesto tan tierno y las palabras que tuvo para con Dororo, pues le dejo en claro que vino por él y le demostró su cariño de aquella forma recientemente conocida y adoptada por su criador Jukai.
Ahora con su pierna izquierda en su lugar, devuelta a su legítimo dueño y posicionada dónde debió estar desde su nacimiento, Hyakkimaru deberá enfrentarse a dos problemas presentes, el impedir que Itachi obtenga el tesoro de Dororo y enfrentar a su hermano, quien ha venido con toda la disposición y bajo el mandato de su padre, a acabar con su hermano mayor.
La necedad siempre traerá un mal, Itachi no dejará aquel tesoro lejos de su alcance sin importar las consecuencias, Tahomaru va por todo y con todo para acabar con la existencia de su hermano, a quién culpan de ser la desgracia de las tierras de Daigo, sin saber bien que aquella maldición se forjó antes de que Hyakkimaru naciera, pues aquella diosa a la que Yuri le rezaba a diario, dio su cabeza para salvar la vida de aquel pequeño bebé, asesinando en el acto al demonio que debía comer lo que restaba de aquella indigna ofrenda.
La batalla es épica, Hyakkimaru se enfrenta a aquellos que están en contra de su existencia, su hermano solo empuña su espada cuando sus dos guardias preparan su ventaja para acabar con su hermano, cobardemente luchando. Itachi pierde toda fuerza al ser blanco de un enfrentamiento ajeno, Dororo sin intención y con el favor del Buda, aparta del camino a quiénes los atacaban. Aquel lunático que se entregó a los tiburones, provocó con explosiones una avalancha que acabo con la vida de aquellos soldados de Daigo y quizás con la vida del guardián más preciado de Tahomaru.
Mientras Itachi moría frente al tesoro, dando como gusto su único deseo, Dororo reza porque aquel hombre de acciones rudas y sentimientos blandos por él, se encuentre con sus padres en donde quiera que estén. Pero las buenas decisiones siguen siendo calificativos de Dororo, pues aún en su necesidad y con todo aquello que podría obtener gracias al tesoro, decide que aún no es el momento de obtenerlo… Quizás más adelante sirva para ¿Acabar con aquella guerra entre los dos mandos y restaurar la paz en los pueblos? Solo cabe decir que Hyakkimaru y aquel pequeño, tienen un camino arduo que recorrer y enemigos que enfrentar en él, porque ahora todo puede pasar.
En cuanto a mi opinión, este capítulo me pareció bastante revelador, simplemente analicemos aquello que brilló por poco, una batalla inesperada, Tahomaru ahora tiene más motivos injustos y equivocados para odiar a su hermano. Dororo debe tomar una decisión y quizás aquel tesoro no solo le de ventaja en su futuro, sino a muchos más. Hyakkimaru tiene su otra pierna… Llevando un camino que está muy cerca de recuperar todo lo que le arrebataron al nacer. Daigo está perdiendo todo su poder y culpar a su primogénito no podrá ser una excusa para siempre.
Yuri tiene mucha razón en su opinión del capítulo anterior (su predicción puede ser muy certera). Y por último, observemos claramente el Ending, es una de las mayores revelaciones que se aclaran con cada final de capítulo, ahora sabemos que Hyakkimaru abraza y acaricia a Dororo en este, mientras está recostado. Se ven más claras las facetas femeninas de Dororo y su rostro más maduro pinta más nítido al final… Espero que esta serie termine de la mejor forma y que hagan el cambio necesario, para que su fin no sea como su antecesora y nos pueda dar una gran satisfacción. Pero ya saben que todo puede pasar ¿O que opinan ustedes?