Reseñas
[bloques texto=’¡Advertencia! Esta reseña sobre Beastars capítulo cuatro contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.’]
Beastars cuatro: Tienes que llenar el Santo Grial
Beastars capítulo cuatro inicia tras el colapso de Louis, debido a su condición él ya no podrá subir al escenario para interpretar a Adler. Sin embargo, el show debe continuar y el mismo Louis le cede su papel a Bill, el tigre. Este toma la oportunidad para lucirse y elevar el nombre de los carnívoros, aunque este no es el único cambio en el reparto, pues Legosi también deberá subir a escena para sustituir a Bill. Las cosas se complican cuando Legosi descubre que Bill ha conseguido sangre de conejo, es tiempo de dejar de huir y enfrentar su fuerza. Con la obra casi arruinada por la pelea de Bill y Legosi, será Louis quien retomara el papel de Adler salvando completamente la situación.
Sentimientos que no necesito
Nada como un sentimiento de inferioridad para iniciar con esta reseña. Por supuesto este sentimiento no pertenece a uno solo de los animales, de hecho lo vemos presente en tres personajes en distintos momentos y con distinta intensidad. El primero de quien me gustaría hablar es de Louis, quien a pesar de su fuerte ego y orgullo ha demostrado cargar con un elevado complejo de inferioridad. Aunque en Beastars podemos ver una pronunciada predilección hacia los herbívoros lo cierto es que eso no significa que sean menos vulnerables ante los carnívoros, un sentimiento que Louis comprende y por el cual lucha aún más por ser el número uno. Él es alguien orgulloso, detesta la simpatía y ser menospreciado, sobre todo por el hecho de ser un herbívoro, ceder el papel de Adler a un carnívoro seguramente era lo último que deseaba, sin embargo su misma determinación de demostrar perfección no le dejo alternativa.
El segundo caso lo retrata Legosi, además de su obvio recelo sobre su propia naturaleza, este lobo tiene un marcado sentimiento de inferioridad. Un sentimiento que de hecho está muy relacionado a su naturaleza como carnívoro. Legosi se siente inmerecedor de muchas cosas, todo debido a su incapacidad de aceptarse plenamente como carnívoro, él siente admiración por Louis una admiración que nace de reconocer su fuerza. Ambos animales están deslumbrados por la fuerza del otro, la diferencia es que mientras Legosi lo admira, Louis siente envidia y frustración por el comportamiento del lobo. Este devenir de admiración me lleva al tercer caso, Bill es la tercera rueda de esta carreta. Él admira a Louis, pero al mismo tiempo le guarda rencor, también reconoce la fuerza de Legosi al punto de querer sacarla a relucir. Bill tiene un complejo que nace de su propio orgullo como carnívoro, y ese es justo el punto que quiero desarrollar a continuación.
El orgullo de un carnívoro
Como dije, Bill se siente inferior no por el papel que representa en la obra o incluso en el club, el complejo de Bill data de su orgullo como depredador. Este tigre tiene ambiciones que no pueden cumplirse en un mundo dominado por herbívoros, son ambiciones propias del poder. Como carnívoro, Bill es consciente de su fuerza física, así como lo es de la debilidad de los herbívoros, tal es su conciencia que él está convencido que quienes deberían dominar son los carnívoros y no al revés. Él cree en la supremacía de la fuerza, que bien pensado seria lo natural en la naturaleza, válgame la redundancia.
Las acciones de Bill a lo largo de este episodio versan en su sentimiento de ambición, porque después de estar tanto tiempo a la sombra de Louis por fin hallo un momento de debilidad para aprovechar. El colapso del joven ciervo fue el peldaño perfecto para que Bill sacara a relucir sus deseos, cansado de estar en las sombras finalmente su momento de brillar ha llegado y que mejor manera que a través de un protagónico. Si, sin duda sus ambiciones son grandes, pero así de grandes son también sus temores.
Parte de la razón por la que Bill quiere estar en la luz es por orgullo, pero también está impulsado por la envidia. Él anhela el sitio que ocupa Louis, pero al mismo tiempo tiene miedo de no poder llenar ese espacio, la prueba es su intento de dopaje con sangre de conejo. Bill tiene ambición pero no tiene confianza, el papel de Louis es bastante grande, no cualquiera puede ocuparlo. Al final lo único seguro es que, a diferencia de lo que Bill cree, él no es más fuerte que Louis solo por poseer fuerza bruta, la fuerza de Louis está en su mentalidad e incluso en su carisma, capaz de capturar el corazón de toda una audiencia simplemente con pararse en el escenario.
Una lucha personal
Apartándonos un poco de las ambiciones, es tiempo de reflexionar en nuestro protagonista. Legosi está pasando por un momento importante ya que se ha visto sacado de su zona de confort, lo que lo ha llevado a un enfrentamiento con su propia pasividad. Si hay algo que caracteriza a este lobo es su deseo por pasar desapercibido, algo curioso si tenemos en cuenta que está en un club que apunta a estar bajo los reflectores. En fin, él no desea ser el centro de atención, no posee grandes aspiraciones, lo que es más, recientemente ha comenzado a ser consciente de sus propios sentimientos.
Esto nos lleva al gran dilema que se le presenta en este episodio, sus instintos lo han puesto en una situación un tanto inusual: ataco a un herbívoro, más concretamente a una coneja llamada Haru. Aunque este asunto está un tanto zanjado, lo cierto es que aún tiene un peso muy grande en la conciencia de Legosi, lo suficientemente pesado como para despertar su ira cuando Bill anuncio sus intenciones de doparse. Sin embargo, pese a su enojo no había mucho que pudiera recriminar a Bill, después de todo él no está en posición de hablar ya que sigue negando su propia fuerza.
Legosi decide tomarse en serio su naturaleza, si eso es lo que se necesita para frenar los impulsos de otros. Sin duda es una solución muy idealista por parte del lobo, pues ha decidido jugar el papel de ‘buen carnívoro’. A través de sus acciones y fuerza, el seria el ejemplo del camino que debe tomar Bill, claro que esta determinación es un tanto endeble pues está más impulsada por un arrebato emocional que por un verdadero deseo de cambio. El que Bill pudiera darle la vuelta en la pelea tan solo era lo esperado, Legosi aún está bastante lejos de mostrar un verdadero impulso de aceptación de su fuerza. Otra razón por la que queda aún más deslumbrado por Louis.
Comentario final
Beastars capítulo cuatro ha sido un episodio lleno de emoción y sorpresas. Personalmente yo no me considero ‘furra’, pero si me siguen mostrando a Legosi en modo badass mi corazón seguirá vacilando. Pero esto no solo aplica con Legosi, Louis también tiene un porte difícil de ignorar, si no fuera por ese ego seria mi personaje favorito. En fin, podemos decir que el capítulo de esta semana es muy rico narrativamente, no solo explora en los sentimientos de los personajes sino que también expone muy naturalmente más sobre las jerarquías y los lineamientos en este mundo animal.
Como ya habrán notado, el ending seguirá cambiando y esta ocasión nos tocó escuchar Maaburu de YURiKA, una melodía suave y tranquila perfectamente sintonizada con el arte, uno que parece recaer en la admiración de Legosi por Louis. Todavía mantengo mi favoritismo por el ending anterior, pero este no ha sido malo de ninguna manera. Es más, aquí se los dejo para que lo disfruten nuevamente.
En fin, vamos cerrando esto, díganme: ¿Qué les ha parecido este capítulo? ¿De dónde creen que Bill saco la sangre de conejo? ¿Creen que el arrebato de furia de Legosi fue por preocupación a su amiga o por preocupación por perder a su presa? ¿Louis tendrá alguien con quien no deba estar fingiendo ser perfecto?