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Reseña | Given – Capítulo 3
Pame26 28 julio, 2019
[bloques texto=’La siguiente reseña Given – Capítulo 3 contiene spoiler, si ya viste el capítulo por favor sigue leyendo, sino puedes verlo en cualquiera de las plataformas. Aviso, esta serie es hermosa, atractiva, dramática, con increíble música, muy entretenida… si ya saben a qué me refiero y si, es un Shonen-ai.’]
CAPÍTULO 3 “ALGUIEN MÁS”
La comunicación es la clave para expresarnos y será la clave para obtener la confianza que nuestros protagonistas necesitan, pues el pasado es una carga pesada, pero aventurarse al futuro y aceptar los cambios, pueden ser la luz necesaria para emprender la marcha a ese nuevo camino que se construye frente a ellos, pero lo mejor de todo esto, es que no será una caminata sola fría, puede que llegue a ser una muy cálida gracias a la nueva compañía.
OPINIÓN CAPÍTULO 3
Nos duele cuando tenemos claro una penosa situación, cuando las soluciones no están a nuestro alcance y lo único que tenemos a la mano, es continuar nuestro camino, seguir viviendo y entender que debemos avanzar, pues aquello que nos marcó para mal, se quedará en el pasado, aun cuando el recuerdo retumbe en nuestras mentes como banda rock en medio de un sonoro coro. Pero Mafuyu Satou carga con un pesado y doloroso recuerdo, que lo llena de culpas y lo invita a realizar algo que podría darle paz a su alma.
Mientras en los confines de lo que conocemos como universidad, lugar de rompe cráneos y famoso por llevar hasta el límite a sus indefensas presas. Pero esto no es lo que quiero resaltar, sino aquella escena en la que Akihiko Kaji llega en su rebelde motocicleta con una chica y a ojos de Haruki Nakayama no es un gran panorama digno de apreciar… los celos son un síndrome muy conocido en las universidades y no solo porque envidias las calificaciones de tu compañero. Pero esta reunión del baterista y bajista de una banda en apogeo tiene otro motivo, evaluar la decisión que Ritsuka Uenoyama ha tomado con respecto a incluir un nuevo integrante a su grupo, me refiero a Satou, quien ha dejado a nuestro protagonista enormemente sorprendido y espera que el resto queden igual al oírlo.
Aquí entra lo que era obvio para muchos conociendo el pasado de Satou y lo que jamás pensó que pasaría Uenoyama, recibir el rechazo de aquel joven aprendiz de guitarra… pues en estos momentos no le interesa unirse a ninguna banda. Esto es algo que no puede aceptar Uenoyama, no lo concibe y por supuesto que no dejara que las cosas queden así, ahora el será quién insista y este detrás de Satou… exactamente como lo ven, los papeles se invirtieron.
El rechazo, aquel acto por el que hemos pasado todos sin definir las circunstancias, pues cada quien ha pasado por tantas cosas, pero al final todas nacen de lo mismo y una de esas es el temido rechazo, ese momento en el que nuestro cuerpo queda frío, paralizado y que la reacción va a acompañada de la mano con nuestra mejor forma de contraatacar, ya sea aceptándolo humildemente, respondiendo con una ofensa, una agresión o una evasión. Es difícil, pero creo que el camino de la insistencia depende del tema y el rechazó, ya saben, si es algo más simple y quizás con posibilidades de doblegar y cambiar la respuesta… esa es la meta de Uenoyama, lograr que Satou lo medite un poco más y cambie de parecer, pues todo indica que la oferta no es del todo de su desagrado.
La comunicación lo es todo, en realidad es la herramienta primordial para convivir en una comunidad y en el universo entero, ya sea para expresarte, dar a conocer una idea, hacer una petición y hasta salvarte, pero no es sólo hablar por hablar, es tener claro que decir y como decirlo. Ya sabes, como más o menos lo hacen Kaji y Haruki, que aunque este último es el mayor de todos y quizás el más calmado, el que tiene mejor comunicación y una frase para todo es nuestro baterista y sin duda cuando estos dos se juntan, las chispas de una excelente conexión entre ellos dos, resaltan y llenan el aire de mucho amor y pasión… no son solo ideas mías, estos dos son la perfecta combinación de paz y amor, ahora solo nos falta ver la combinación dulce y rebelde de Satou y Uenoyama, esperando que este último allá tomado nota y atienda a los consejos dados por sus sempais.
Nuestras reacciones son la expresión viva de la manera más física de comunicarnos, algunos la acompañamos de buenas facciones y manejos del lenguaje corporal, otros simplemente enredamos la idea, la distorsionamos, nuestro cerebro entra en choque con lo que cree que es mejor por mostrar y los sentimientos se apoderan de nuestras reacciones, cambiando totalmente nuestras emociones. Esto quizás es lo que ocurrió con Satou, que justo cuando recibe la buena noticia de que podrá trabajar en algo que va de la mano con la música, que a la vez le brindará las herramientas para continuar practicando junto a sus nuevos conocidos, viene la vida y le restriega aquello que él ha intentado superar con torpeza, lo que ha intentado pagar con su nueva manta, aquella que cree que será una tregua entre la culpa y un sueño roto, pero este nuevo personaje ante los ojos de Uenoyama llamado Yuki, es un claro anclaje al oscuro pasado de Satou y tanto es su temor por enfrentar aquello que atormenta su vida, que su primera reacción es huir de aquel escenario, hacerle caso a sus pies y acelerar el paso.
El corazón nos acelera y nos duele a la vez, pues sabemos que no ha sido fácil para Satou cargar con tanto dolor y encerrarlo en su interior, pero duele más saber que el pobre chico no ha tenido la oportunidad de consuelo, de desahogar sus penas y descargar su alma de todas ellas, pero escuchar aquellos de Uenoyama, aquello que le dijo quizás con frustración por no entender que pasa y quizás dolor por sentir que aquel chico que tiene enfrente se desmerita más de lo que debe, lo llevo a empujar a Satou a la luz y sacar algo de él que estaba paralizado por dentro.
Las sorpresas vienen acompañadas de diferentes reacciones, Hiiragi Yuki tuvo la suya al ver a su amigo del pasado y ahora que otro personaje del pasado llamado Shizusumi sabe del paradero de Satou también, el futuro se vuelve incierto. Pero no todo es tan trágico, Satou ha aceptado unirse a la banda y ha conseguido aquella noche crear un lazo con Uenoyama, pues ambos se complementan aún con todas las frustraciones que puedan cargar, pero los beneficios serán más que cualquier cosa, porque ahora Uenoyama tiene una inspiración, ha revivido la chispa de su creatividad y pasión por la música y todo esto es gracias a ese misterioso e inexpresivo chico que ha sabido alojarse en su vida, Satou. ¿Será este el inicio de algo hermoso, trágico y lleno de momentos emocionantes? Yo creo que esas palabras son cortas para lo que esperamos ver en cada capítulo de estos hermosos adolescentes.
