Reseñas
[bloques texto=’¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket capítulos quince y dieciséis contiene spoilers. Si aún no has visto los episodios, te recomiendo que vayas a checarlos y después regreses a leer la reseña.’]
“No diría eso”
Fruits Basket capítulos 15 inicia con la ‘golden week’, que es el pretexto perfecto para salir a un nuevo viaje con los Souma. En esta ocasión el destino es un lago, y Shigure y Hatori se unen al grupo para el viaje. Sin embargo las cosas están un poco raras con Yuki y Kyou desde la visita a la tumba de Kyoko. Una caminata al lago y una caída accidental serán la fórmula para que todo vuelva a la normalidad. Mientras tanto, Ayame decide hacerse presente en el viaje. El viaje fue solo un pretexto para distraer a Hatori por la boda de Kana. Al final queda claro que la felicidad para Hatori no será a lado de Kana, pero el mundo está lleno de posibilidades.
“Solo no me sentía bien”
El episodio anterior saco a relucir algunas cosas del pasado que han trastocado a Yuki y Kyou. A razón de ello ambos se comportan extrañamente. Lo he mencionado antes, pero el pasado es una sombra que no está dispuesta a dejarnos. Sin importar cuanto huyamos de él, este siempre nos alcanzara. Pero bueno, una cosa es tener al pasado en la puerta y otra muy distinta el afrontarlo. Ni Yuki, ni Kyou están preparados para destapar esa caja; de hecho ambos se muestran un tanto reacios a ello. Enfrentarse al pasado no es asunto sencillo, ambos han demostrado ser muy evasivos en lo que a ello respecta. En fin, lo mejor es darle tiempo al tiempo, lidiar con la maldición ya es lo suficientemente complicado como para estar ejerciendo presión sobre lo que no tienen claro. Estos ‘asuntos’ del pasado les angustian porque no saben cómo manejarlos.
No es mi intención poner una balanza y comparar la lucha de ambos, está claro que eso solo sirve para demostrar mi favoritismo. Y aunque no es mi intención, no puedo evitar sentir mayor intriga por la situación de Kyou, intriga no es la palabra correcta pero creo que se entiende. El lamento que está cargando Kyou, en este punto parece mucho más profundo que aquella historia de la infancia con la gorra. Desde luego no es bueno juzgar tan arbitrariamente, ya que cuando el momento llegue sabremos que ambas historias guardan una profunda relación la una con la otra. Por ahora solo nos queda aceptar las palabras de nuestros chicos, y dejar pasar esta incomodidad con un ‘no me sentía bien’. No es la verdad, pero tampoco es una mentira. La molestia existe, pero podemos dejarla de lado, al menos por ahora, y continuar disfrutando los días juntos.
Deseo tu felicidad
Dejando de lado la comodidad del ‘ahora’ que nuestro trío protagonista está experimentando, tenemos a los adultos que tienen su propia reunión por el ahora. Al final resulto que este viaje era el pretexto perfecto para tener ocupado a Hatori y no pensara en la boda de Kana. A su manera Shigure demuestra su preocupación por su amigo al alejarlo de la ciudad y de los posibles recuerdos que la boda podría traerle. Pero no es el único, Ayame también hace acto de presencia e incluso le lleva fotos del matrimonio. Claro que, es la libertada de Hatori si desea verlas o no. Finalmente este opta por no verlas, y les explica que pese a todo él continúa deseando la felicidad de Kana. Y parte de este deseo es su propia comprensión de que no deben estar juntos, pues aunque funcionara al principio acabaría enfermando a Kana como antes.
El deseo de Hatori por que Kana sea feliz es muy loable pero no puedo evitar estar de acuerdo con Ayame. Que ella sea la única olvidando y alcanzando la felicidad es algo muy egoísta. Y no es egoísta solo ella, sino Hatori al tomar esa decisión, sé que él cree que es lo mejor pero eso no quita que no le permitió elegir. Al final ella puede tener felicidad, y él es el único que se queda atrás con sus recuerdos. Al igual que Aya, espero que Hatori sea dos mil veces más feliz que Kana, porque realmente lo merece. Y aunque él cree que ya es lo suficientemente feliz por haber pasado un tiempo a lado de Kana, la vida da muchas sorpresas y su verdadera felicidad podría estar esperando aun. Pero mientras llega, no está mal seguir velando por la felicidad de otros.
“Ella dijo que no los pises”
Es verano y las clases en la piscina han iniciado, sin embargo entre todas las participantes hay una que aun usa su traje de baño escolar. Aunque para Tooru esto no es algo necesariamente malo, para sus amigas, en especial para Outani, es algo que ya no puede pasar. Es así que queda decidido que entre todos pagarían un nuevo traje de baño para Tooru. La salida para comprarlo trae algunos recuerdos del pasado y los inicios de la amistad de Tooru y Outani quedan al descubierto.
Conocer a nuestros ídolos
Se dice que conocer a nuestros ídolos nunca es una buena idea pues esto siempre termina decepcionándonos. Y eso es justamente lo que le ocurrió a Uo-chan cuando conoció a la legendaria ‘mariposa roja’. Una de las cosas que hace que nos decepcionemos al conocer a nuestros ídolos, son las expectativas. Al admirar a alguien es inevitable dotarlo de ciertas características imaginarias, ¿por qué imaginarias? Porque estas se basan en rumores, y nuestros propios deseos. Admirar a alguien es tener muchos pensamientos idílicos alrededor de este, por ello es fácil decepcionarse al toparse con la realidad. Uo-chan escucho muchas leyendas sobre Kyoko, lo que inevitablemente le creo una imagen sobre ella. Construyo todo un idílico alrededor de todo lo que escucho y se creó expectativas muy concretas acerca de su persona, e incluso de quienes la rodean. El contraste entre la realidad y su imaginación la descoloco por completo.
‘La mariposa roja’, todo alrededor de ese nombre es una leyenda y como tal Uotani debió saber que había verdad y exageración en ello. Sin embargo elevo sus expectativas y espero encontrar a la leyenda tal y como se la contaron, e incluso imagino a su hija como una copia de ella. Pero el tiempo es un factor que nunca considero, las leyendas también perecen. Kyoko fue todo un fenómeno en sus tiempos, pero cambio, la vida le llevo por otro camino. Uo-chan se sintió defraudada de lo que encontró al ver a su idol, una madre amorosa con una hija demasiado amable, Kyoko entendió eso y lo acepto. Es claro que ella puede entender el sentir de Uotani y por ello pudo pronunciar aquellas palabras que descolocaron a la chica: ‘simplemente me relaje’. Aunque pasaría un poco más de tiempo antes de que Uo-chan haga propia aquella frase.
Es muy sencillo ir por el mal camino
Fruits Basket es un anime que da para todos, no solo para la maldición de los Souma. Y que mejor manera de demostrarlo que ampliando el baraje de los personajes. Esta ocasión nos dirigimos al inicio de la amistad entre Uotani y Tooru. Aunque claro para presentar esto se necesita poner un poco de perspectiva sobre la vida de Uotani. Ella es una chica con una vida solitaria, su madre se fue, dejándola sola con un padre que no pudo soportarlo y acabo refugiándose en el alcohol. Por si solas estas ya son condiciones suficientes para perder tu norte, y es justo lo que ocurre con Uo-chan. Sin tener a alguien que le ponga un freno acabo descarrilándose al unirse a una banda. Sustituyo la soledad por el falso cobijo de los grupos y las calles. Acabo buscando la atención que quería fuera de casa.
En el capítulo se menciona que ‘resulta sencillo desviarte del buen camino’, lo que no puedo evitar pensar como cierto. Cuando te encuentras de frente con tu soledad y la desesperación quiere apoderarse de ti, es más sencillo odiarlo todo. Enojarte y frustrarte con la vida es mucho más fácil que enfrentarte a ella. Y bueno, el camino del odio siempre tiende a la autodestrucción. La narración de Uotani es el mejor ejemplo de ello; ella se sentía triste y vacía, era un sentimiento que le llenaba de rabia y esa rabia la canalizaba en sus peleas, asi es como acabo en una banda. Conocer a Kyoko y ver en lo que se había transformado fue terriblemente shokeante porque era como si negara lo que había estado haciendo hasta ahora. Era como si le dijera que podía perdonar a la vida y cambiar, pero aún no estaba lista para aceptarlo.
Comentario final
Fruits Basket capítulos 15 y 16 son episodios llenos de vistas hacia el pasado y esperanza hacia el futuro. El episodio quince nos demostró que el pasado solo debe confrontarse cuando se está preparado y mientras tanto está bien disfrutar del ahora. Mientras que el episodio dieciséis es una muestra de las enseñanzas que el pasado nos deja y que aun ahora son una parte vital de nuestro presente. Ambos episodios son hermosos visualmente, las expresiones de los personajes son el plato fuerte de cada uno. Lo único que me inquieta en este punto es el cambio en el orden de la historia, esperemos esto no afecte mucho los tiempos. Si no leen el manga les diré que lo acontecido en el episodio 16 pasa un poco más adelante, ha como esta contado en el anime.
Concluyendo con esta reseña tengo que decir que me encanta la ingenuidad de Kyou y Tooru, mira que creerse que Jason es un oso. No cabe duda de que Dios los cría y ellos se juntan. En esa misma línea puedo decir que Uotani también es bastante ingenua, su línea de pensamiento al imaginar a Tooru como una yankee igual a su madre es bastante inocente. Quienes también fueron muy inocentes en sus elecciones son Kyou y Yuki, al elegir el color que mejor va con Tooru acabaron eligiendo sus propios colores. Estos chicos quieren teñir a Tooru de su color, pero soy fiel a mi #TeamKyou, aguante el color naranja.
Finalmente los dejo con mis preguntas de siempre: ¿Qué les ha parecido estos episodios? Hatori sigue siendo un sol, ¿cierto o falso que se merece toda la felicidad del mundo? ¿Se esperaban ese pasado de Uotani? ¿Sera que Momiji puede vencer a cualquier oponente con su alemán?