Reseñas
[bloques texto=’¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket capítulo diecisiete contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.’]
“Esto es para Uo-chan”
Fruits Basket capítulo diecisiete continúa la historia acerca de cómo Outani conoció a Tooru y Kyoko. A pesar de que intento rechazar a Tooru y su entorno al inicio, al final acabo completamente envuelta en su amabilidad. Sin embargo, no todos veían con buenos ojos su amistad, pese a ello Uo-chan deseaba permanecer a su lado. Debido a ese deseo, decidió salirse de su banda a sabiendas de lo que esto implicaba. Finalmente, y gracias a una senpai y a Kyoko, Uo-chan fue capaz de salir y continuar adelante para ser una orgullosa amiga para Tooru. Recordando esto, Uotani no puede evitar pensar en lo mucho que Tooru y Kyoko han significado en su vida.
Deseos de cambiar
Esta semana damos por concluido el arco de Uotani y tengo que decir que la adaptación ha sido simplemente maravillosa. Arisa es un personaje que en muchos sentidos me recuerda a Kyoko y creo que a partir de este momento muchos entenderán porque; la admiración hacia alguien también puede moldear nuestro carácter. No es extraño que Uo-chan sea ahora alguien más cálida y hasta hogareña, si tenemos en cuenta que su modelo a seguir es Kyoko. Pero el camino para llegar ahí fue un camino de espinas. Un camino que se forjo gracias al pensamiento de querer cambiar.
Recapitulemos un poco, anteriormente les mencione que el tema central de esta serie es la soledad, plus a ello, la reseña pasada les comente sobre el shock de Outani al conocer a Kyoko. Sin querer les adelante todo, pues como dije, Uo-chan sentía rechazo por la vida de Kyoko porque esta negaba su forma de vivir; pero no la cancelaba al contrario le regalaba esperanza, una esperanza de cambio. Sin embargo para llegar a ese punto antes debía enfrentarse, llegar a la raíz de todo su enojo. Y para comprenderlo se apoyó en Tooru, lo que ella estaba sintiendo, era soledad.
Todo su enojo, toda su frustración, todo aquello era un grito desesperado de su soledad. Las separaciones que sufrió en su infancia no pasaron desapercibidas, dentro suyo seguía latente el sentimiento de abandono. Al final ese sentimiento encontró la forma de salir a la luz a través del enojo y la frustración, llevándola a tomar el mal camino. Pero bueno, al final ahí donde hay obscuridad siempre habrá algo de luz. En este caso esa luz llego a su vida en forma de una amistad sincera y un apoyo y calidez de hogar. Cosas que necesitaba para anhelar cambiar.
Caer para aprender
Pero para cambiar a veces hay que tocar fondo. El caso de Outani fue uno muy afortunado, como dijo Kyoko ella tuvo mucha suerte. Tuvo suerte de tropezar con Tooru, suerte de contar con una senpai amable, pero sobretodo tuvo suerte de no estar completamente sumergida en la obscuridad. La decisión de Arisa de cambiar para volverse una orgullosa amiga para Tooru, es muy significativa pues con ello demuestra su verdadera naturaleza. Ella siempre fue alguien amable, tan solo ocurrió que se perdió en el camino. Pero afortunadamente encontró su camino y una brújula que le impediría volverse a perder.
Las estrellas indiscutibles de este capítulo son Uo-chan y Kyoko, la chica perdida y la brújula que la guiara. Porque si, finalmente eso es Kyoko en esta historia, es quien se encargó de señalar el camino correcto para Arisa. Desde antes, y gracias a las palabras y recuerdos de Tooru, ya sabíamos que Kyoko fue una mujer con mucha sabiduría de vida. Ella es alguien que sabe sobre el fracaso, el miedo, la duda e incluso de la obscuridad del corazón humano, pero también conoce la bondad, la amabilidad y el amor; son estas cosas las que hacen de Kyoko alguien capaz de aceptar la debilidad de los demás.
Cuando Arisa mas perdida estaba, Kyoko siempre estuvo para escucharla y aconsejarla, no con superioridad sino con verdadera empatía. Es por ello que sus palabras siempre calaron hondo, no solo en Outani. Hay mucha verdad en ellas a decir verdad, pues muchas veces es necesario experimentar el tocar fondo para entender los sentimientos que nos estamos perdiendo. No hay personas que puedan vivir solo en ‘la luz’, la obscuridad es algo que debemos contemplar también. Solo así estaremos viviendo verdaderas vidas con propósito, en donde nada es en vano.
Comentario final
Fruits Basket capítulo diecisiete es la culminación de un arco, que tristemente no pudimos ver en la versión anterior del anime, es una historia del pasado que nos ha traído hasta este presente. Conocer el inicio de la amistad de Tooru con Arisa es la mejor forma de comprender la magnitud del vínculo que las une. Además, gracias a estas memorias pudimos conocer un poco más de Kyoko y la gran persona que fue. Plus a todo esto, los guiños que este capítulo nos ofreció han sido fenomenales, porque si mis amigos, la característica forma de hablar tan formalmente de Tooru tiene un trasfondo que con el tiempo conoceremos.
Aunque hay mucho que me gustaría destacar de este capítulo, me limitare a hablar de las dos estrellas de esta semana. Outani brillo por ser la buena persona que siempre supimos que es, mientras que Kyoko brillo por ser el mejor ejemplo de una madre amorosa. Ambas formaron un vínculo afectivo muy especial, un vínculo al que Arisa nunca ha renunciado aun después de su muerte. Y su manera de mantenerlo vivo y siempre presente es viviendo respetando lo que Kyoko le dejo: sus palabras, sus acciones y por su puesto a su querida amiga Tooru.
Finalmente los dejo con mis preguntas de siempre: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿Cuáles sentimientos creen que solo podemos conocer cuando tocamos fondo? Uo-chan tuvo mucha suerte, pero ¿qué creen que hubiese pasado si Akimoto-senpai no hubiera ido por Kyoko?