Reseñas
[bloques texto=’¡Advertencia! Esta reseña sobre Beastars capítulos seis y siete contiene spoilers. Si aún no has visto los episodios, te recomiendo que vayas a checarlos y después regreses a leer la reseña.’]
Beastars seis: Visión borrosa – Sueño o realidad
Beastars capítulo seis inicia con la noticia de un nuevo ataque en la ciudad. Como es costumbre, la atmósfera se enrarece entre los herbívoros, en medio de una confrontación Legosi ayuda a una kouhai, quien también es una loba gris. La joven se llama Juno y es una nueva miembro del club de teatro. Como medida de seguridad solo los carnívoros podrán salir a la ciudad para los preparativos del “Meteor Festival”, es así como Legosi junto a otros tres acaban paseando por la ciudad y disfrutando de lo “pacifico” de esta. Todo se trastoca cuando accidentalmente llegan al mercado negro y por seguir sus convicciones Legosi huye dejándolos atrás. En su huida conoce a un panda, doctor del mercado, quien le hace cuestionarse su interés por Haru. Finalmente sale del mercado y se encuentra con Aoba, quien para su alivio también se fue de ahí sin probar la carne.
Beastars siete: La magia que se esconde bajo el uniforme
Este capítulo da inicio con un pequeño paréntesis, en el podemos apreciar el valor que Legum le da a sus huevos y la dicha qué siente cuando estos son bien recibidos por sus clientes. Regresando a la línea principal, nos adentramos a la relación de Louis y Haru, al mismo tiempo conocemos los crecientes sentimientos de Juno por Legosi, quien es ajeno a todo esto. Los preparativos para el festival están en marcha y Legosi ha decidido poner distancia con Haru, solo para terminar siendo profundamente consiente de sus sentimientos por ella.
Aquello que sostiene esa paz
Abramos telón con un tema que ha estado presente desde el inicio de esta historia y que se retrató con mayor claridad con la salida a la ciudad: este mundo, no es una utopía entre carnívoros y herbívoros. A pesar de la supuesta cooperación y convivencia entre diferentes especies, lo cierto es que tal cosa no puede existir realmente, no sin algunos sacrificios de por medio. ¿Cuáles son estos sacrificios? La satisfacción de los instintos, elementalmente. Un carnívoro es lo que es, necesita carne, está en su propia constitución anatómica. Los ideales no son más que eso, ideales; si lo que se quiere es obtener una verdadera paz, lo que se debe hacer es ocultarse. La paz consiste en mantener a gusto a ambas especies, la mejor forma de ello es darles carne a los carnívoros pero sin que los herbívoros lo vean y se sientan amenazados por ello.
Aunque diga que esto ocurre a espaldas de los herbívoros, es claro que no es así, después de todo Louis sabe del mercado negro y no teme hacer la advertencia a los carnívoros delante de otros. Sin embargo, el hecho de que los herbívoros conozcan esto no deja de sostener la paz, la razón de ello es la sensación de alivio: “si ellos comen esa carne, no nos comerán a nosotros”. Pero no podemos negar que este pensamiento corre para dos sentidos, puesto que no faltara quien tema que un carnívoro que conoce el sabor de la carne, acabara queriendo más y buscando víctimas. No es un asunto sencillo, el instinto nunca lo es de hecho. Lo único que queda claro es que el mercado negro, es una necesidad para la sociedad que busca la convivencia. Satisfacer una necesidad instintiva, reduce las posibilidades de múltiples ataques y terribles masacres.
¿Se supone que me debo acostumbrar?
Los casos de ataques no solo afectan a los herbívoros, de hecho los carnívoros se llevan la peor parte de esto: el prejuicio. El episodio seis abre con una noticia sobre un ataque a un herbívoro, lo siguiente que vemos es la distancia que los herbívoros ponen con todos los carnívoros. Aunque claro, hay otro grupo que toma este ambiente enrarecido para tirar culpas. Ya que, según las noticias, quienes atacaron al herbívoro fue un grupo liderado por un lobo, los ataques no se hacen esperar. Lo curioso, quizá no tanto, de esto es que ha quien atacan no es a un lobo macho que pueda defenderse sino a una mujer loba, que además está en su primer año: Juno. Muy diferente a nuestro protagonista, ella parece aceptar positivamente su naturaleza como carnívoro, la prueba está en la frustración que siente.
A diferencia de Legosi, muchos animales han demostrado orgullo por su especie, otros más incluso han dado un paso adelante para glorificarla. Los mejores ejemplos son Louis y Bill, el herbívoro que lucha por mostrarse intachable y el carnívoro que se cansó de estar en la sobra. Dejando a Louis aparte, es evidente que la estrategia de Bill no fue efectiva, no consiguió los reflectores, y creo que esto se debió en gran medida a sus motivaciones. Y aquí es donde esta Juno, mientras que Bill deseaba los reflectores por ego, Juno se perfila como un carnívoro que busca respeto, no por ego sino por orgullo, el orgullo de ser un carnívoro, de conocer y validar su fuerza y la de sus compañeros. Ella tiene el potencial para levantar a los carnívoros, no como animales que persiguen su instinto sino como bestias orgullosas de su fuerza y potencial.
La soledad que los unió
Es momento de meternos con un tema más llamativo, la relación entre Haru y Louis. A primera vista tenemos lo evidente, claramente ambos comparten más que la cama, pero no podemos simplemente dejarlo así. La interacción entre ambos nació de manera incidental, la atracción que a ello siguió fue inevitable, la razón de ello es la soledad de cada uno. Debido a la naturaleza de su encuentro, no existe una máscara entre ellos, él y ella se muestran como son, incluyendo su naturaleza frágil.
Su relación puede ser descrita como puramente física por el hecho de saber que no hay futuro entre ellos, sin embargo eso no parece ser el caso. Lo digan o no en voz alta, entre Haru y Louis existe cariño, un estima anhelante. Ambos se han convertido en el refugio del otro, ya que ambos reconocen la soledad del otro e inevitablemente simpatizan con esta. Quizá su misma naturaleza como herbívoros los predispuso a simpatizar con el otro, o simplemente se debe a lo emocional de los años de juventud, al final cualquiera que sea el caso la conclusión sigue siendo la misma: ambos sienten anhelo por la figura frágil del otro.
Claramente la relación de ambos ya comienza a trastocarse, lo quieran o no, Legosi es una tercera rueda difícil de ignorar. Haru siente amor por Louis, en la medida en que se siente necesitada por él, Legosi no la necesita pero si la idealiza, una experiencia completamente nueva para esta coneja. Si bien es cierto que está acostumbrada a lidiar con las expectativas de los machos, los sentimientos de Legosi son algo completamente distinto. La razón de esta distinción no es completamente clara para Haru, pero si lo es para nosotros: deseo, anhelo e ideal, se mezclan en el corazón de Legosi, como hombre y como carnívoro.
Atracción natural, amor instintivo
Sin despegar el dedo del renglón continuemos analizando los sentimientos de Legosi por la pequeña Haru. Tanto el capítulo seis como el siete, son un devenir de sus sentimientos, pues debe enfrentarlos y llegar a una conclusión. Él siente algo por aquella coneja, no hay forma de negarlo, desde su primer encuentro algo despertó en lo profundo de su ser. Su dilema nace en ese encuentro, el instinto que ella despertó en él no lo deja apartar su atención de aquella coneja. Entre más interés siente, mayor es su creencia acerca de un interés romántico hacia ella. Si no fuera por lo naturalmente incompatibles de sus especies, sin duda seria la respuesta correcta. El caso es que no es tan sencillo, que un carnívoro tenga interés por un herbívoro no necesariamente implica amor, de hecho suele estar más ligado a un asunto de deseo por la presa. Al menos eso es lo que Gouin le pone en perspectiva a Legosi.
La naturaleza es ineludible, el propio Legosi llega al punto de no querer lidiar con lo que sean esos sentimientos. Esto hasta que ve a Haru con Louis, su interior finalmente le da tregua y llega a una conclusión, no como carnívoro sino como hombre, él quiere a Haru. Verla a lado de otro hombre, riendo y comportándose como no lo hace frente a él, despiertan los celos del lobo gris, llevándolo a la mayor revelación: actualmente se encuentra dentro de un tortuoso enamoramiento. A partir de este momento seguramente nacerán nuevos conflictos, nuevos sentimientos, pero son cosas que vienen con el primer amor. Lo único que queda claro es que aunque Legosi ha aceptado sus sentimientos, eso no significa todo va ir viento en popa desde ahora, al contrario se acaba de meter en un triángulo amoroso.
Comentario final
Beastars capítulos seis y siete, han sido episodios llenos de sentimientos mezclados. Entre la visita al mercado negro y la lucha interna para aceptar sus sentimientos de Legosi, no sabría decidirme por cual tiene un valor más significativo. Lo que sí sé, es que la narrativa sigue siendo un fuerte punto a favor de este anime, los diálogos son muy agudos y consiguen que uno se siente a pensar. La comedia es otro punto a favor, ha demostrado ser muy brillante, ciertamente consigue dibujar más de una sonrisa. Me refiero a la comedia como brillante, en el sentido de que sabe jugar con el ambiente, no es forzada y guarda dejes de ironía muy bien planteados.
Antes de cerrar esto no puedo dejar de apreciar la belleza de la escena inicial del monologo de Haru del episodio siete. Los colores empleados, la transición de la animación, así como el propio dialogo, hacen de esta escena algo digno de repetir.
En fin, vamos cerrando esto, díganme: ¿Qué les han parecido estos capítulos? ¿Cuál es su opinión sobre la relación de Haru y Louis? ¿Consideran que el mercado negro es una necesidad para mantener la paz en esa sociedad? ¿Qué acciones creen que estaremos viendo en adelante por parte de Legosi ahora que se sabe enamorado?