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Netflix vs comités de producción: el dinero fluye, pero no siempre a los animadores

Netflix pagó 24.3 millones de dólares a IG Port en 2024, destacando Kimi ni Todoke 3 como pieza clave en ingresos por licencias.

Jin hace 2 horas
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Netflix vs comités de producción: el dinero fluye, pero no siempre a los animadores
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Un nuevo reporte financiero de Netflix y IG Port (matriz de Production I.G y WIT Studio) reveló que el gigante del streaming desembolsó 3.573 mil millones de yenes (24.3 millones de dólares) durante el año fiscal 2024. Este pago refuerza la influencia de Netflix en la industria del anime y abre debate sobre su papel frente al sistema tradicional de comités de producción.

¿De dónde salió el dinero?

Según el documento, 10.4 millones de dólares provinieron del negocio de copyright, donde destacan licencias como Kimi ni Todoke Season 3, producida por Production I.G y adquirida por Netflix en una sola suma global. De hecho, la plataforma representó casi el 40% de las ventas de copyright del estudio.

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Producción directa: otra estrategia

Otros 13.9 millones de dólares llegaron a través de la categoría de “video production”. A diferencia de otros streamers como Crunchyroll o HIDIVE, Netflix no suele integrarse en comités de producción, sino que firma contratos directos con los estudios. Esto le da control sobre distribución y, en algunos casos, sobre los derechos completos del anime (como pasó con Moonrise, producido por WIT Studio y listado como © Netflix).

El lado opaco del sistema

Expertos como la directora Terumi Nishii han señalado que, aunque Netflix paga hasta el doble de lo que sería un presupuesto estándar, ese dinero rara vez llega al bolsillo de los animadores. En cambio, suele cubrir déficits de los estudios o quedarse en márgenes de producción. De ahí la famosa frase: “es dinero que llueve en el desierto, pero lo absorbe la arena”.

¿Ventaja o problema?

Mientras los comités de producción tradicionales dividen riesgos entre varios inversionistas, el modelo de Netflix apuesta a contratos individuales que pueden parecer más rentables pero generan dudas sobre transparencia, derechos de autor y beneficios reales para los creadores. En 2024, incluso informes japoneses advirtieron que las plataformas buscan extender licencias de 5 a 10 años, concentrando aún más control.

¿Es mejor que Netflix meta millones y se salte a los comités de producción, o el sistema clásico sigue siendo más justo para los creadores? Los leemos en comentarios.

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