Hayao Miyazaki casi lleva a Ghibli a la quiebra

En 1997, el animador francés David Encinas vivió una experiencia que cualquier fan del anime soñaría tener: trabajar directamente con Hayao Miyazaki e Isao Takahata en Studio Ghibli durante la producción de "La Princesa Mononoke (Mononoke Hime)". En una charla con Vulture, Encinas contó detalles sobre esos días intensos, emocionantes y un poco caóticos dentro del estudio más famoso de Japón.
Encinas, que ya tenía experiencia en grandes producciones como "Goofy, la Película" de Disney, fue uno de los primeros occidentales en entrar a Ghibli, y aunque ahora enseña animación en la escuela Gobelins de París, no olvida lo que vivió allá. «Ejercicios con pelotas rebotando, dibujar manos todo el día...», recuerda. «En menos de tres meses, aprendí más que en todos mis años en Gobelins y Disney», dijo sin pensarlo dos veces.

Durante esa época, vio de cerca a Hayao Miyazaki en plena acción, dirigiendo lo que se convertiría en una de las películas más ambiciosas del estudio. "La Princesa Mononoke" no solo era enorme en cuanto a historia y animación, sino que también puso en juego la estabilidad financiera de Studio Ghibli. El presupuesto arrancó en 2 mil millones de yenes, pero acabó subiendo a unos 2.4 mil millones, y eso sin contar que el equipo trabajaba sin parar durante meses para que la película saliera a tiempo.
Aún así, Miyazaki no se echó para atrás. Según Encinas, el director llegó a decir que no le importaba si la película llevaba a Studio Ghibli a la quiebra. Y sí, el equipo también lo sabía: «Si "La Princesa Mononoke" no funcionaba, Studio Ghibli habría cerrado», contó Encinas. Por suerte, todo salió bien y más que bien. La película recaudó más de 19 mil millones de yenes en Japón (unos 160 millones de dólares en ese entonces) y se convirtió en la cinta japonesa más taquillera de la historia hasta ese momento. Años más tarde, Studio Ghibli rompería su propio récord con "El Viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no Kamikakushi)", que además les dio su primer Óscar.
Hoy, Encinas sigue en el mundo de la animación, pero desde el lado de la enseñanza. Aun así, su paso por Studio Ghibli fue algo que lo marcó para siempre. Y es que no todos pueden decir que estuvieron ahí cuando Hayao Miyazaki apostó todo por una película que casi hunde —y luego salvó— al estudio más querido del anime.