Kimetsu no Yaiba: Infinite Castle – ¿La película trae escena poscréditos?
La película de Kimetsu no Yaiba llega a los cines y resuelve la incógnita sobre los créditos finales.

Kimetsu no Yaiba: Infinite Castle ya está arrasando en taquilla y se perfila como uno de los mayores fenómenos de 2025. La película, que se extiende por casi tres horas de pura intensidad, deja a muchos espectadores con una gran duda: ¿vale la pena quedarse sentado después de los créditos? Aquí resolvemos todo para que entres a la sala preparado y sin falsas expectativas.
¿Tiene escena poscréditos Kimetsu no Yaiba: Infinite Castle?
La respuesta es sencilla: no hay escena poscréditos. A diferencia de otros estrenos recientes del anime, esta producción de ufotable prescinde del clásico "extra" al final de la pantalla negra. Y hay dos razones muy claras para entenderlo.

Los créditos forman parte de la acción
La primera razón es que los propios créditos comienzan mientras la película aún está activa. Una vez que se cierra la gran batalla de este primer largometraje, los créditos iniciales aparecen acompañando escenas que conectan directamente con lo que será la continuación de la historia. Cuando todo concluye, lo único que queda es la típica pantalla negra con algunos nombres adicionales, sin ningún contenido extra después de eso.
Es solo la primera película de una trilogía
La segunda razón es todavía más lógica: Infinite Castle es apenas la primera entrega de la trilogía final. No hay necesidad de colocar una escena extra para generar expectativa porque la película ya deja en claro hacia dónde se dirige la próxima parte. El cierre funciona como puente natural a lo que vendrá, por lo que esa "sorpresa" posterior simplemente no era necesaria.
¿Conviene quedarse en la sala hasta el final?
Sí, al menos hasta que terminen las escenas que acompañan a los primeros créditos. No solo sirven de transición hacia la segunda película, sino que aportan un tono de cierre digno después de tanta intensidad. Al final, invertir cinco minutos más después de casi tres horas de película no es ningún sacrificio, y seguramente agradecerás esos últimos momentos que preparan el terreno para lo que se viene.
Un detalle que rompe con la costumbre
Lo curioso es que, aunque no le hace falta, se siente extraño que una película tan grande no tenga poscréditos. El público ya está acostumbrado a este tipo de añadidos en casi todas las producciones relevantes, y esa ausencia llama la atención. Sin embargo, la decisión encaja perfectamente con la naturaleza de Kimetsu no Yaiba: cada minuto está calculado para aportar a la historia principal, sin relleno ni guiños innecesarios.
Y tú, ¿qué prefieres como espectador: escenas poscréditos que sorprendan o un cierre directo que no deje cabos sueltos? Cuéntanos en los comentarios.