Japón
Un adicto a las streamers incendió su casa para no pagarles

Japón
En Japón, un hombre ha sido acusado de incendiar su departamento y poner en riesgo a terceros. El sujeto, identificado como un adicto a realizar donaciones a streamers en vivo a través de una plataforma de transmisiones, comenzó gastando 80,000 yenes (más de 596 dólares), para terminar gastando más de 250,000 yenes (casi 1900 dólares) al mes.
En diciembre de 2021 se reportó un incendio en un departamento de madera de dos plantas en Tokio poco después de las 3 de la madrugada. El fuego fue extinguido rápidamente por los bomberos y un hombre fue rescatado desde la habitación en donde había comenzado el incendio. El sujeto, que fue identificado como un oficinista de 53 años de edad que vivía solo y estaba inconsciente al momento de ser rescatado, pudo recuperarse de sus lesiones. Ninguna otra persona fue afectada por el siniestro.
En su primer juicio realizado el pasado 24 de abril, el acusado de 53 años de edad admitió los cargos diciendo: «Creo que no hice nada malo». De hecho, la corte compartió la transcripción de los comentarios realizados durante el juicio, puesto que señalan que el sujeto incendió él mismo su habitación con la intención de suicidarse.
En el momento del siniestro, la anciana madre del acusado estaba sola cuidado de su padre, que está en silla de ruedas, y de su hermano, que sufre una grave discapacidad mental. Aunque en la habitación del demandado solo se quemó una parte del suelo (menos de un metro cuadrado), las paredes y las puertas se quemaron y el cristal de la ventana se rompió, lo que implicó gastos de 6 millones de yenes en reparaciones (alrededor de 45 mil dólares).
Sin embargo, el propietario no presentó cargos por ninguno de los daños. Según la acusación, la mayor parte de los gastos de reparación fueron cubiertos por el seguro y la madre del acusado pagó la mudanza de sus bienes. Además, ella consideraba que él la estaba pasando mal, considerando que había perdido a su familia y no le quedaba nadie en su vida.
La madre del acusado, que compareció como testigo, pidió disculpas a los residentes y al propietario, y expresó sus comentarios sobre su hijo. La fiscalía pedía una pena de cinco años de prisión, y el sujeto terminó siendo condenado a tres años de prisión y una pena suspendida de cinco años (es decir, que solo será efectiva si comete otro delito). El Tribunal del Distrito de Tokio condenó los hechos, declarando: «No se puede negar que existía la posibilidad de una catástrofe que puso en peligro la vida de los residentes del edificio y la propiedad material del dueño. Sin embargo, la soledad provocada por la pandemia de COVID-19, la sensación de vacío que intentó llenar con streamers en línea y la vaga ansiedad por la disminución de sus ingresos, se comprenden como causas probables de sus acciones».
Fuente: Livedoor News
"Aprendiz de todo y maestro de nada".