Japón solo debe pensar en entretener a japoneses

El legendario creador de "Super Smash Bros.", Masahiro Sakurai, ha dado un consejo contundente a los desarrolladores japoneses: dejen de adaptar sus juegos al gusto estadounidense y concéntrense en lo que a los japoneses les gusta.

Durante una entrevista reciente, tras recibir el Premio de Fomento Artístico de la Agencia de Asuntos Culturales de Japón, Sakurai habló sobre el futuro de la industria del videojuego en Japón y cómo los desarrolladores deberían enfocarse más en su propia identidad en lugar de intentar satisfacer estándares internacionales.

Sakurai mencionó que, hace unos años, la industria japonesa intentó americanizar sus juegos bajo la idea de que “si a los estadounidenses les gusta cierto estilo, deberíamos adaptar nuestros juegos para ellos”. Sin embargo, cree que esto fue un error.

• «Los fans de los productos japoneses en el extranjero no buscan productos ‘americanizados’, sino experiencias únicas y auténticas de Japón. Los desarrolladores deberían hacer lo que realmente les gusta, y aquellos que conecten con ello lo disfrutarán».

Las declaraciones de Sakurai han encendido el debate en redes sociales, y muchos fans han señalado que esta misma idea debería aplicarse también al anime y el manga. En los últimos años, se ha visto cómo varias producciones han tratado de ajustarse a sensibilidades extranjeras, eliminando elementos considerados "problemáticos" o cambiando ciertos aspectos culturales para ser más aceptables en mercados occidentales.

Algunos usuarios han comentado que esta tendencia le resta autenticidad a las obras japonesas y que los creadores deberían hacer sus historias sin preocuparse por lo que "esté de moda" en otros países: «Si un juego, anime o manga es bueno, la gente lo aceptará tal como es. No necesitan hacer historias con una mentalidad occidental para gustarnos».

Con estas palabras, Sakurai no solo ha dado un consejo a los desarrolladores de videojuegos, sino que ha puesto sobre la mesa una discusión más grande sobre el futuro del entretenimiento japonés y hasta qué punto debe ajustarse a las expectativas del público extranjero. ¿Será que el anime pueda ser rescatado de esta tumba llamada 'globalización'?