Cultura Otaku
Una reciente publicación en Twitter sobre “Ranma 1/2” se ha convertido en tendencia en las redes sociales de Japón, generando una gran cantidad de discusiones y comentarios. El mensaje decía:
- «En “Ranma 1/2”, al principio, Ranma insistía en que seguía siendo un hombre incluso cuando se transformaba en mujer, pero con el tiempo, comenzó a usar libremente sus formas masculina y femenina, llegando a sentirse orgulloso de su apariencia femenina, lo cual me parecía extraño en ese momento. Pero ahora, 30 años después, con la llegada de VRChat, lo entendemos. Rumiko Takahashi tenía razón. El alma es adaptable. Ranma fue uno de los primeros en experimentar ‘Babiniku’».
“Babiniku” (バ美肉) significa “usar un avatar virtual de una chica hermosa”. Es un término de la jerga de internet que describe a personas que adoptan identidades femeninas virtuales en plataformas digitales como VRChat. La publicación ha resonado profundamente con los usuarios, quienes han expresado sus opiniones en los comentarios:
- «Sí, definitivamente. La autoidentidad de un hombre adulto puede ser fácilmente reescrita».
- «Había escuchado historias similares en el contexto del teatro kabuki, pero hasta la llegada de VRChat, las personas comunes no tenían una oportunidad fácil de experimentar algo así».
- «Por culpa de Ranma, terminé gustando de las historias de cambio de género. Es una obra profundamente influyente».
- «Estamos bailando en la palma de la mano de Rumiko Takahashi… (Hay tantas cosas que ella ya había hecho antes, jaja)».
- «Algunos de los primeros que abrieron nuevas puertas con eso, ahora finalmente ven que la época está alcanzando su visión».
- «Parece que el alma sigue al cuerpo después de todo».
- «La maestra Takahashi siempre está por delante de su tiempo, y sus mangas no solo son visionarios, sino que también fueron populares en su época, lo cual es asombroso».
Esta conversación en Twitter ha reavivado el interés por “Ranma 1/2” y ha llevado a muchos a reflexionar sobre cómo la obra de Rumiko Takahashi estaba adelantada a su tiempo, explorando temas de identidad de género y adaptabilidad del alma que ahora son más relevantes que nunca en la era digital.
Fuente: Hachima Kikou