Cultura Otaku
«Yo vi hermosos animes como los de Ghibli o ‘Your Name’ y me enamoré de Japón, pero la realidad fue diferente». Estas son las palabras de un joven de 20 años de Europa que estudia en Japón, reflejando su decepción tras haber idealizado el país a través del anime. Este sentimiento no es único y refleja una realidad que muchos estudiantes internacionales enfrentan al llegar a Japón.
Según una encuesta de la Organización de Servicios Estudiantiles de Japón, la mayoría de los estudiantes internacionales provienen de China, seguidos por Nepal y Vietnam. Sin embargo, los estudiantes con los que se interactuó en esta ocasión provenían de una variedad de países menos comunes, como Timor Oriental, Albania, Myanmar, Somalilandia e Irán. Esta diversidad refleja un mosaico cultural que no es común encontrar incluso en países como Bélgica.
El estudiante europeo que llegó a Japón fascinado por el anime, comenta: «Por supuesto, hay muchos japoneses amables», pero añade, “también hay personas que siempre están irritadas y esparcen su negatividad a su alrededor». Prosigue describiendo su experiencia con una visión crítica de la sociedad japonesa.
«Japón tiene todo lo que uno puede imaginar, igual que en el anime. Pero, a diferencia del anime, en la sociedad real falta amor. Mi país natal no es tan conveniente como Japón, pero la comunicación entre las personas está llena de amor. ¿Acaso los japoneses han olvidado el amor que mostraban en el anime?».
Otro estudiante, proveniente de Asia, comparte un sentimiento similar: «Llevo varios años viviendo aquí y siento que nunca me he integrado completamente en la sociedad japonesa, y no creo que lo logre en el futuro». Estos testimonios destacan las dificultades que enfrentan muchos estudiantes extranjeros en Japón. Aunque llegan atraídos por la imagen idealizada del país a través del anime y otros medios, la realidad cotidiana presenta desafíos inesperados.
A pesar de que Japón es conocido por su hospitalidad y avances tecnológicos, estos estudiantes señalan que la verdadera integración social sigue siendo un reto significativo. La barrera del idioma, las diferencias culturales y la falta de una red de apoyo emocional pueden convertir la experiencia en algo más complicado de lo esperado.
- «Es cierto que puede haber poca filantropía hacia los demás».
- «Incluso los japoneses, cuando están en el extranjero como turistas, son amables, pero vivir allí es otra historia».
- «En una cultura de alto contexto como la japonesa, es difícil para los extranjeros adaptarse, y también hay muchos japoneses que no pueden adaptarse».
- «Es una observación precisa porque es verdad. Deberían saber que el mundo del anime es solo el mundo del anime».
- «Es común en la sociedad humana que se intente retratar en las obras de ficción lo que no existe en la realidad. Ya sea magia o superpoderes, la comunicación retratada es una fantasía».
- «La naturaleza insidiosa de los japoneses siempre se ha comentado. No subestimes la sociedad insular de Japón».
- «Incluso la ‘buena seguridad’ que Japón presume ante el mundo, cuando la miras fríamente, parece estar limitada a los hombres occidentales… Si consideras a las estudiantes que han sufrido acoso sexual o a los estudiantes asiáticos que han sufrido acoso laboral, algo que no experimentaron en sus países».
Fuente: Hachima Kikou