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En una entrevista reciente con el New York Times, Hajime Isayama, autor de la franquicia de Shingeki no Kyojin (Attack on Titan), compartió una revelación interesante. Isayama comparó la situación de Eren en la historia con la suya propia al escribir el manga. Cuando se le preguntó si Eren realmente era libre en la entrevista, Isayama respondió estableciendo un paralelismo entre el destino de Eren y su propio viaje como creador.
Isayama confesó que al principio de la serie, cuando solo tenía en mente un final, tenía preocupaciones significativas. Temía que su obra, en sus inicios relativamente desconocida, pudiera ser cancelada. Sin embargo, con el tiempo, Shingeki no Kyojin logró reunir una inmensa cantidad de seguidores, llegando a una audiencia amplia y otorgándole a Isayama una posición de gran influencia y responsabilidad. Esta posición era algo con lo que Isayama no se sentía completamente cómodo.
El autor expresó su deseo de poder alterar el final de la historia, subrayando que la creación de manga debería ser un proceso liberador y creativo. No obstante, Isayama también reconoció que la verdadera libertad habría implicado la capacidad de cambiar el rumbo de la historia, una elección que se encontró incapaz de tomar. Al igual que Eren, quien no pudo liberarse de los poderes que adquirió, Isayama se vio atado a la narrativa que había concebido originalmente cuando era joven.
Isayama compartió su declaración completa, diciendo:
- «Entonces, la verdad es que la situación con Eren se superpone en cierto sentido con mi propia historia con este manga. Cuando comencé esta serie, me preocupaba que probablemente sería cancelada. Era un trabajo que nadie conocía. Pero ya había empezado la historia con el final en mente. Y la historia terminó siendo leída y vista por un número increíble de personas, y me llevó a tener un gran poder con el que no me sentía del todo cómodo».
- «Hubiera sido agradable si hubiera podido cambiar el final. Escribir manga se supone que debe ser liberador. Pero si fuera completamente libre, entonces debería haber podido cambiar el final. Podría haberlo cambiado y decir que quería ir en una dirección diferente. Pero el hecho es que estaba atado a lo que había imaginado originalmente cuando era joven. Y así, el manga se convirtió en una forma de arte muy restrictiva para mí, similar a cómo los poderes masivos que Eren adquirió terminaron restringiéndolo».
Este detalle sobre Isayama no poder cambiar el final que inicialmente propuso para la obra adquiere relevancia, ya que la adaptación al anime de Shingeki no Kyojin ha llegado a su conclusión con los episodios estrenados el pasado fin de semana. Los fanáticos de la serie ahora pueden reflexionar sobre cómo la visión original del autor se mantuvo constante hasta el final, a pesar de su deseo inicial de libertad creativa.
Fuente: The New York Times
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