El episodio 8 de la temporada final de Boku no Hero Academia lo cambia todo
El clímax de la serie nos recuerda que ser un héroe va más allá de tener el Don más fuerte.
El episodio 8 de la octava temporada de My Hero Academia estaba marcado en rojo en el calendario de todos los fans, y no decepcionó en lo más mínimo. Si alguien me hubiera dicho hace años que terminaría tan involucrado emocionalmente con esta serie, no lo habría creído, especialmente tras esa quinta temporada que se sintió tan densa. Pero la perseverancia valió la pena. Este capítulo, que marca el final del camino, es todo lo que deseas en una obra de este calibre: épico, nostálgico y con un mensaje inolvidable.

La evolución del heredero definitivo
Durante años hemos visto a Deku luchar por dominar el One For All. Al principio era un desastre que destruía su propio cuerpo, hasta que mentores como Gran Torino y All Might le ayudaron a entender su potencial. Con el despertar de los portadores anteriores, Deku dejó de ser un aprendiz para convertirse en el héroe más poderoso, el único capaz de enfrentar a All For One y Shigaraki. Pero el episodio 8 nos enseña que el poder bruto no es la respuesta final.

Corazones unidos contra el mal
En el momento crítico, cuando Deku trabaja esencialmente con las "brasas" del One For All tras transferir el Don a Shigaraki, la serie nos golpea con su verdadera tesis: el One For All no es solo una suma de poderes, es la unión de voluntades. Ver a todos los compañeros de clase y maestros aparecer en pantalla es la representación perfecta de esto. Como diría aquella frase de Superman, "no son los poderes los que hacen al héroe".

Para All Might, Deku se convirtió en su héroe desde aquel día en que, sin tener un Don, corrió a salvar a Bakugo. Esa convicción inquebrantable, y no la fuerza física, es lo que lo hace el más grande. Ni siquiera su fase de "Dark Deku" pudo borrar esa esencia, porque sus amigos estuvieron ahí para salvarlo. Al final, la batalla no la ganan los Dones, sino lo que Deku representa como símbolo puro de justicia. Es un recordatorio, similar al de los héroes de Marvel o DC, de que la diferencia entre un héroe y un villano no radica en sus capacidades, sino en sus acciones y su corazón.
¿Crees que este final le hace justicia a todo el viaje que hemos vivido con la Clase 1-A?