Anime
[bloques texto=’La siguiente reseña Dororo – Capítulo 16 contiene spoiler, si ya viste el capítulo por favor sigue leyendo, sino puedes verlo en cualquiera de las plataformas. Aviso, esta serie es algo gráfica, atractiva, curiosa y muy entretenida, te encantará seguir esta historia y recuperar las extremidades vendidas.’]
CAPÍTULO 16 “LA HISTORIA SHIRANUI”
Dos compañeros están separados y distanciados. Dororo, su secreto y la petición de sus padres, está en juego, todo por la ambición de Itachi. Los animales y sus domadores pueden crear grandes caos. Locura y cordura, la ambición en ambas provocará el mismo ruin resultado. La venganza es para quienes morirán con ella y la humillación es solo para quienes se la toman a pecho, pero si la mereces, la sentirás como el peso que aplasta tus pulmones y te impide respirar. Exigimos justicia y de manos firmes.
OPINIÓN CAPÍTULO 16
Iniciemos está reseña con unos simples cuestionamientos, ¿Hasta dónde podría llegar la humillación? ¿Cuán depravada puede ser nuestra ambición? ¿Hasta dónde llegarán nuestros límites? Lo cierto es que cada una de estas interrogantes, son resueltas quizás, por voz propia, pero sí sé es tan incapaz de reconocer nuestras acciones, las bocas y miradas de otros, nos darán crudas respuestas. Itachi conoce sus ambiciones, no limita sus acciones y reconoce sus límites. Mientras la mentalidad de Dororo reacciona con rapidez, su “madura inocencia” lo impulsa a actuar en justa medida.
¿Todo lo bueno vale dinero? A que podemos referirnos con “bueno”, cuando para cada quien, simplemente lo que nos importa es bueno… Para Hyakkimaru la compañía de Dororo es bueno y no tiene precio, lo mismo que para Dororo es la compañía de Hyakkimaru, pero para Itachi lo bueno es aquello que tiene un valor contable, que represente una cifra y un beneficio por supuesto, en riquezas. Pero cuando los ojos del mal descubren secretos, sus manos son ágiles y su mentalidad perversa. Esto simplemente sería la humillación humana, por el reconocimiento de un absurdo poder, el dinero. Dinero que solo tiene el valor, que en la tierra hemos decidido darle.
Los muertos no pueden hacer uso de todas las riquezas y apegos materiales que se hicieron en vida, pero si el vivo resulta ser un reciclador con falta de humanidad, sus falsas necesidades tomarán fuerza apenas su menesteroso olfato sienta el aroma de la codicia y si esta es “sencilla” de obtener… los remiendos y peros escasean ¿No te parece muy cierto Itachi? Pero ¿Hasta dónde podría llegar la humillación que nos pueda propinar? Esta aquella que nos hacen por tener escasez de algo, esta aquella que se hace para despreciar nuestras acciones y esta aquella que utilizan para encender el hierro ardiente que en nuestro interior, nos recuerda nuestra limitada fortuna… Como el dolor que siente Dororo al escuchar que han profanado la tumba del ser que él más ha amado y más ha respetado, su madre.
Me ha sorprendido la bondad de Dororo, aun cuando ha sido llevado como carga, cuando lo han herido en el alma, él siempre piensa en quienes lo rodean… Pero no es para menos, pues si se te acerca un chico extraño, con aspecto dramático, ubicado en un lugar devastado, la sospecha se convierte en temor y en alarma de evacuación. Pero la misma ambición de Itachi ha sido su propia humillación, pues ahora él será la comida de tiburones hambrientos y sus planes de riqueza no tienen tan buen horizonte. Nuestra única preocupación como almas que apagan si corazón, es el pequeño Dororo.
Cuando nos tragamos las palabras de otros, aquellas que fueron advertencia, consejo y quizás de cariño, se conviertes en ardiente humillación que nos calcina, pero por el simple hecho de sentir que perdimos ante tales palabras, que pudieron haber sido nuestra bendición, nuestra fortuna, nuestra buena salida. Ahora Itachi reconoce el error de haber traicionado al padre de Dororo, solo porque su muerte es esperada por un tiburón… Pero si consigue una salida de este aprieto, su deseo y avaricia serán su único impulso en aquella miserable vida.
Amamos la humillación cuando está va dirigida a otros, a quién se lo merecen y por la persona que fue humillada sin justificación desde un principio, ese es Dororo, un líder, un salvador y luchador, pues la vida lo ha tratado con hiel en vez de miel y aun así su impulso es de admirar y su valentía de imitar. Pero no confundamos mis palabras, él no es quien ha humillado con intención, el simplemente dejo una gran lección. Ahora Shiranui, quien asesinó a inocentes por alimentar a sus “Tiburoncin huhaha”, deberá enfrentar la justicia… O eso esperamos y creemos.
Este párrafo será narrado de una manera muy personal. Pues las siguientes escenas son… simplemente son tristes y si tocamos nuestra palabra principal de hoy “la humillación”, estas escenas serán todo el significado que esa palabra nos podría brindar. El sexo de Dororo ha sido expuesto, Itachi en su afán por la ambición y la riqueza mal habida, ha despojado de todas sus prendas al pequeño, lo ha dejado en el suelo cubriendo su vergüenza y lo ha tomado a la fuerza sobre el fuego ardiente, para revelar el mapa que se oculta en su espalda… La promesa de su madre y la lucha de su padre, están a punto de irse injustamente por una vez más, como sus vidas moribundas, sus muertes, sus entierros y la vida que han dejado sin respaldo a su pequeño hijo.
Ahora el mapa completo, está en poder del traidor de Itachi, ha despertado un profundo odio en Shiranui el domador de tiburones, Dororo está en apuros y solo y Hyakkimaru está lejos de quién es su compañero de vida… Lo que vendrá será interesante y más si notamos que aquel tiburón sobreviviente, no es un animal ordinario, quizás sea un Ayakashi en su forma “más natural”. ¿Hyakkimaru llegará a tiempo dónde Dororo? ¿Dororo evitará que Itachi tome el tesoro? ¿El tiburón y su domador conseguirán su hipócrita venganza? Tantas preguntas y solo queda esperar.