Reseña | Tensei shitara Slime Datta Ken – Capítulo 7

[bloques texto=’Esta reseña sobre Tensei shitara Slime Datta Ken contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña.’]

Conquistadora de las llamas

Continuando con la secuencia del capítulo anterior, Shizu conoce a su invocador: el rey demonio Leon, e inmediatamente, este utiliza a Ifrit por medio de la niña para eliminar a un asesino. Siguiendo con el flashback, algún tiempo después, Shizu se encuentra con una chica que juega con un monstruo en el bosque y al intentar pedir permiso a Leon para mantenerlo, nuevamente el espíritu de fuego se posesiona de la chica eliminando a la otra niña y a la bestia en el acto.

Volviendo al presente, mientras los aventureros se preparan para regresar a Brumund, Shizu le cuenta a Rimuru que el objetivo de su viaje es encontrar a quien la invocó. En la despedida, la partida se ve interrumpida cuando Ifrit toma el control de Shizu y empieza a atacar tanto a la aldea como a Rimuru y los demás.

Pese a las advertencias del slime, los aventureros deciden enfrentarse al espíritu que controla a su compañera, y gracias al esfuerzo de estos, puntualmente de Eren y su magia, Rimuru es capaz de vencer a los salamanders invocados por Ifrit, pero resultando en los aventureros heridos.

Estando uno contra uno, el espíritu toma la iniciativa creando varias copias de sí mismo pero estos son fácilmente destruidos por la nueva magia, ‘Icicle shotgun’ del slime, quien tras realizar el movimiento cae en una trampa de Ifrit, quien lo envuelve en un torbellino de fuego. Lamentablemente para el espíritu, una de las habilidades que Rimuru obtuvo fue la resistencia a la fluctuación térmica, que convenientemente anula los efectos del fuego. Es así como el slime sorprende a Ifrit apresándolo con su hilo y luego devorándolo con su habilidad ‘depredador’. Ya dentro de Rimuru y en un estado de confusión, el espíritu de fuego se encuentra con Verudora dándole la “bienvenida”.

Shizue

Otro capítulo centrado en Shizu y su pasado, nuevamente trayendo una grata sorpresa para los lectores del manga que tuvimos un desarrollo muy escueto de este personaje, dado que dicho medio solamente cuenta los hechos del presente y omite los flashbacks que le dan peso a la figura de Shizu. Esto es solo una suposición propia, pero parece que esta adaptación sigue más la senda de la novela (o web novel) o, en todo caso, ordena y desarrolla los mismos hechos del manga de forma más coherente y sólida, y lo hace bien hasta el momento.

En este capítulo pudimos saber algo más del destino de Shizu luego de ser convocada, y principalmente nos presentaron en forma detallada a su invocador, el rey demonio Leon, un hombre frío que solamente ve a la chica como un arma. Asimismo, pudimos ver que la chica es solamente un médium para manifestar los poderes de Ifrit, de modo que al entrar en un estado de trance, debido a la maldición, obedece ciegamente la voluntad de Leon.

La sorpresa del capítulo fue saber la edad estimada de Shizu, ya que, como Eren y los demás cuentan, ella fue la heroína hace 50 años y si consideramos que fue invocada alrededor de 1945, tendría… ¡más de 70 años! Todo esto nos lleva a preguntar, ¿cómo es que no envejece?

Ifrit

El otro gran protagonista de este capítulo fue sin dudas, Ifrit el espíritu del fuego, siendo el primer antagonista que supone un problema para Rimuru pero que, en el final, solo sirvió para demostrar lo poderoso que es el slime (o al menos su habilidad).

Los espíritus elementales son un recurrente en las obras de Fantasía, los de mayor rango generalmente representan los cuatro patrones de la naturaleza (agua, aire, tierra y fuego), de modo que es un interrogante el saber si los demás elementos serán introducidos en algún punto de la historia, en lo personal, no me molestaría, pero de momento tenemos a Ifrit, la encarnación del fuego que haciéndole honor a su elemento, fue un rival poderoso y destructivo que sería difícil de derrotar para cualquiera, pero que por desgracia se topó con el slime.

Además de su fuerza destructiva, pudimos ver que posee algunas habilidades que puede usar conscientemente, a pesar de que parezca estar en un estado prácticamente salvaje, entre estas, la invocación de familiares (salamanders) que pueden esparcir las llamas, y la creación de copias, aunque no se vio que limitaciones tienen estas. Con esto en cuenta y sabiendo que Rimuru lo asimiló, será interesante ver como el slime utiliza las habilidades del poderoso espíritu, incluso su dominio total del fuego.

Opinión final

El capítulo fue todo lo que esperé que fuera. Lleno de acción y un buen paso, dándole más solidez a Shizu y resignificando una batalla que en el manga parece muy apresurada y algo vacía al ignorar prácticamente todo lo relacionado al pasado de la chica, así que veo esto como un gran acierto, asimismo, debo decir que prefiero los detalles que le han agregado en el anime al momento en el que Ifrit toma posesión de Shizu porque siento que el manga no le hace tanta justicia a dicha situación.

Hay mucho que decir del capítulo y a la vez casi nada, fue prácticamente una montaña rusa emocional donde nos preparan, mostrando el pasado trágico de Shizu y las cosas terrible que fue forzada a hacer, para luego lanzarnos de lleno a una batalla que no da un segundo de respiro. Como en el capítulo pasado, destacó mucho la elección del soundtrack en los momentos clave, mientras que la animación estuvo muy bien en escenas como la de Shizu siendo poseída por Ifrit o la aparición del espíritu en sí, así como las dos secuencias de batalla al principio y final del capítulo, lo único que me molestó fue la cara de Ranga en un momento delicado como el de Shizu despidiéndose de Rimuru, porque fue tan anticlimático que me dio risa.

No quiero dejarme llevar por la codicia porque fue un capítulo muy bueno, pero pienso que la serie aún tiene espacio para mejorar y espero que lo haga, sobre todo después de ver la escena final con el regreso del dragón de la tormenta y renovar mi esperanza de verlo libre en algún futuro cercano. Por otro lado, también está la amenaza que puede representar el rey demonio Leon, alguien que podía controlar a un espíritu elemental, y lo que podría hacer tras la pérdida de este.

Como dije en el primer capítulo, me interesa ver un Isekai donde haya un progreso del personaje y para que lo haya, primero necesitamos un antagonista fuerte y Leon puede ser uno de esos, ¿Ustedes que piensan?