Reseñas
;[bloques texto=’Esta reseña sobre Tensei shitara Slime Datta Ken contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña. ‘]
Conociendo a los duendes
Continuando donde nos dejó el capítulo anterior de Tensei shitara Slime Datta Ken, nuestro slime y el dragón Verudora han sellado su amistad. Posteriormente y luego de más escenas de dúo cómico, el slime, empatizando con el dragón, piensa en liberarlo de su sello usando su habilidad única “Depredador”, pero falla en el intento.
Después de una breve charla sobre el destino de su nuevo amigo, el slime vuelve a la carga analizando el sello con su segunda habilidad única “Gran sabio”. Como resultado del análisis, surge una propuesta insólita: que el slime asimile al dragón.
Habiendo acordado el trato, Verudora propone darle un nombre al slime, y asimismo, él recibiría uno de este. Es así como el dragón pasa a ser Verudora Tempest, mientras que nuestro slime recibe el nombre Rimuru Tempest. Sellado el nuevo pacto, Rimuru asimila a Verudora.
La desaparición del dragón provoca desconcierto en el mundo, pues el gran bosque de Jura, lugar donde Verudora se hallaba sellado, posee varios países en sus alrededores. Uno de ellos, el reino de Blumund, evalúa el impacto de la desaparición del dragón.
Mientras tanto, Rimuru recorre la cueva ganando habilidades a base de matar monstruos y asimilarlos. En dicho recorrido, se topa con una gran puerta y con unos aventureros que la atraviesan, es así como el slime llega al mundo exterior.
Nada más salir, Rimuru se encuentra con un grupo de goblins maltrechos que, para su sorpresa, le temen y él, al tratar de comunicarse, solo los asusta más. Luego de ser llevado a la aldea de los goblins, de conocer sus circunstancias y el papel que cumplía Verudora, el slime se decide a ayudarlos.
Un mundo en expansión
Sin que Rimuru se diera cuenta, sus acciones desencadenaron un efecto mariposa alrededor del mundo. Mientras él ganaba habilidades dentro de la cueva, en el exterior las cosas lentamente empezaban a moverse, pues, Verudora era una traba significativa, tanto para los monstruos como para los hombres.
Esto es lo que nos muestra el capítulo, primero fijando la acción en un lugar, el gran bosque de Jura y luego, mencionando que está rodeado de países. Según el reino de Blumund, uno de estos es el Imperio del este que ante la desaparición del dragón podría lanzar una conquista sobre los demás países, ¿será el advenimiento de una guerra?
Por otro lado, la desaparición del dragón, catalogado como clase catástrofe, también ha impactado en la naturaleza, donde funcionaba como un repelente de monstruos y ahora estos han regresado. Esta vez, como lobos atacando a una aldea goblin y dejándola al borde de la destrucción, ¿podrá Rimuru ponerse en los zapatos de Verudora y obrar como el dios protector de estos goblins? Pronto tendremos la respuesta a esta y otras incógnitas que nos deja la trama.
Un slime habilidoso
Antes mencioné lo cliché que era la conveniencia en los Isekai, tengo que remarcar aquí que la combinación de habilidades únicas de Rimuru, resulta un poco ridícula puesto que una (“Depredador”) le permite asimilar prácticamente cualquier cosa y la otra (“Gran sabio”) no solo le proporciona información útil, sino que además analiza lo que el slime asimila y le otorga nuevas habilidades. Es decir, que solo con “caminar” (arrastrarse más bien), Rimuru gana nuevos poderes y no sé si eso me agrade del todo.
En este capítulo en particular, se ve bien el funcionamiento en conjunto de dichas habilidades, así como la obtención de nuevas habilidades que luego se combinan para otorgar habilidades nuevas, de modo que el slime al aprender varias habilidades concernientes al agua, termina por ganar completo control sobre esta.
También descubrimos que Rimuru puede adoptar la forma de aquello que consume, de modo que es casi seguro que obtendrá una forma humana en el futuro y verdaderamente me intriga saber de qué forma sucederá.
Opinión final
Antes de empezar, en este capítulo, tuvimos por primera vez el ending, siendo una bonita recopilación de momentos de los primeros capítulos acompañados de “Another colony”, canción enérgica y ascendente interpretada por True (autora también del opening de Violet Evergarden).
Ahora sí, los segundos capítulos suelen ser lentos y lo mismo va para este, pero no por eso deja de ser entretenido. Cargado de información referente a la construcción del mundo, el episodio nos muestra como, a través de las acciones de un slime la trama empieza a moverse en varias direcciones, primero dándole un lugar a la acción y segundo introduciendo varios de los elementos de fantasía a los que estamos acostumbrados; desde goblins hasta reinos y la posibilidad de una guerra. ¿Y cuál podría ser el papel de Rimuru en todo esto? Es difícil saberlo con certeza, pero ahora que salió de la cueva y que cuenta con un nombre (y qué nombre), además de sus habilidades únicas y las que ha ido ganando, puedo asegurar que el potencial de este slime no tiene techo, así lo demuestra su recientemente adquirido séquito de goblins. Ahora es el turno de los lobos de conocer en carne propia todo el poder del slime.
Extrañaré a Verudora, el dragón tsundere tanto como las interacciones que tenía con el pequeño slime. Y quién sabe cuando volveremos a verlo, pero personalmente, esperaré con ansias el momento en que estos dos vuelvan a cruzar caminos, ¿y ustedes?