Reseñas
¡Advertencia! Esta reseña sobre Horimiya capítulo cuatro contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.
Page 4. Todos aman a alguien
Horimiya capítulo cuatro da inicio con una pequeña interacción entre Ishikawa y Sakura. El calor del verano ayuda a reforzar algunas amistades, así es como todo el grupo de amigos de Hori termina pasando el rato en el salón del consejo estudiantil. Las tardes aun continúan su curso con Hori y Miyamura estudiando juntos en casa, es ahí cuando una nueva revelación surge: Miyamura tiene un amigo de la secundaria con quien es bastante cercano. Tropezar con Shindou y Hori en el centro hace que Miyamura piense en como ambos han cambiado para bien su vida. Un resfrió deja a Hori sin poder ir al colegio, Miyamura se encarga de cuidarla y después de reconfortar su soledad acaba declarándose a la chica quien sabe cómo reaccionar.
Momentos cotidianos
Es verdad que el episodio de esta semana cuenta con momentos de mucho impacto que podrían hacernos obviar su inicio, pero vale la pena detenernos un poco en ello. Después de todo, es en ese inicio donde podemos ver lo cotidiano de las interacciones de los protagonistas con su grupo de amigos. Es más, podemos pasar página y olvidar la desastrosa presentación del consejo estudiantil. Recordamos nuevamente que esta es la historia de un grupo de adolescentes comunes en donde no hay cabida para rencores banales. El grupo interactúa de forma casual, completamente natural para justificar la juventud que hay en ellos. Pueden no ser los mejores amigos, pero son todos compañeros y hay camaradería entre todos.
El tiempo entre chicos es refrescante, son simples y se expresan libremente entre ellos. Por otro lado, el tiempo que se vio entre Ishikawa y Sakura es menos casual, pero no deja de ser natural. La interacción entre chico y chica suele cargar con algunos inconvenientes, sobre todo si estos no se conocen lo suficiente. Ishikawa ni siquiera conocía el nombre de Sakura pero eso no le impidió reconocer sus esfuerzos. Ella por su parte, si lo conoce y de hecho esta pendiente de él y sus interacciones con otros. Otro punto a favor de lo cotidiano para esta serie, pues a veces por estar viendo a alguien, perdemos de vista que podría haber alguien más pendiente de nosotros.
Nuevamente regresamos a Ishikawa y su despiste, esta tan concentrado en Hori que no puede ver o notar las atenciones de Sakura. Un tanto patético pero muy realista, uno no puede simplemente rendirse con quien le ha gustado durante tanto tiempo de un día para otro. Y al final el sazón de lo ordinario nos deja un muy bien sabor de boca. Son días de despiste, de pequeñas travesuras y de pláticas tontas con amigos.
Aquellos quienes nos cambian
A lo largo de la vida es muy posible que nos encontraremos con personas especiales, aquellos destinados a cambiar nuestra visión del mundo. Podría ser una sola persona o podrían ser varias repartidas en distintas etapas de nuestra vida. Cualquiera que sea el caso, es un hecho que todos tenemos a alguien que se ha convertido en nuestro faro en la obscuridad. Para Miyamura han sido dos personas quienes han cumplido ese rol, Shindou durante la secundaria y Hori, ahora en la preparatoria. La reseña anterior mencione que Miyamura está teniendo dificultades para integrarse a su nuevo ambiente con su grupo de amigos, todo esto porque es su primera vez. Muchos dirían que eso es incorrecto pues ya tuvo a Shindou en la secundaria, sin embargo no es lo mismo. Integrarte a un grupo es muy distinto a convivir con un solo amigo.
En la secundaria Miyamura fue dejado de lado, realmente no interactuaba con sus compañeros y estos tenían ideas muy malas de él. Sorprende que durante su primera interacción con Shindou fuera tan pasivo agresivo, sin embargo es natural, Miyamura no es asocial, simplemente no tiene confianza en cómo integrarse. Es por ello que fue sencillo lidiar con solo uno, no había una presión para encajar con más. No estaba listo para ello y Shindou fue una gran ancla para ello, pues jamás hizo ningún tipo de presión por hacerlo convivir con los demás, aun cuando deseaba que su imagen no fuera tan mala. Por todo eso y más, Shindou fue el faro que ilumino esos obscuros días para Miyamura, por ello se siente a gusto con él. Es una cercanía que no ha podido replicar con nadie más.
Su siguiente luz fue Hori, la persona que descubrió su verdadero ser y lo acepto. Hori es quien ha impulsado la confianza de Miyamura, lo ha ayudado a construir nuevas relaciones y se mantiene a su lado con la certeza de que es ella quien mejor lo conoce y lo acepta. En esta nueva etapa de su vida es lo que él necesitaba. El plus de todo esto es que se siente confortable y necesitado al estar con ella, pues ambos comparten el secreto de sus identidades. La unión entre ambos es fuerte pero al tratarse de un chico y una chica, hay sentimientos que hacen que exista incertidumbre entre ambos. Pero no es algo que no puedan superar, después de todo ambos son del tipo que encara sus emociones de frente.
Consuelo y confesión
Siguiendo con lo anterior, puede parecer que Hori no es del todo honesta con sus sentimientos pues constantemente huye de ellos o no los encara. Sin embargo hay que tener en cuenta que ella está acostumbrada a lidiar con sus propios asuntos, depender de otros no es su fuerte. Pero a pesar de ello, confía en Miyamura y es capaz de delegar responsabilidades en él, puede mostrarle su vulnerabilidad y reconoce su grado de dependencia en su relación. Izumi es plenamente consciente de ello y corresponde a esta confianza. Él ha llegado a anhelarla tanto que no pretende dejarla, no a menos que ella se lo pida. Comprende su soledad y hace lo posible por permanecer a su lado brindándole seguridad.
Es por todo ello que ya no pudo reprimir más sus sentimientos y termino confesando su amor. Lo único triste es que, a pesar de quererla tanto que ya no puede reprimirlo, todavía no tiene la confianza para recibir una respuesta. Es por ello que su confesión fue tan casual, tan natural y casi banal, pues fue algo que dijo en medio de cosas que no requerían una respuesta. Lo que solo nos hace notar que se confesó porque no pudo reprimirlo, sin embargo no lo hizo esperando una respuesta. Esto es un poco contraproducente pues es seguro asumir que él sabía que Hori lo estaba escuchando, entonces ¿para que confesarse a alguien, que te está escuchando, si no quieres tener una respuesta? Lo más seguro es que todo sea por las inseguridades de Miyamura, él todavía no tiene una buena imagen de sí mismo.
Comentario final
Horimiya capítulo cuatro ha sido un episodio entretenido, divertido y encantador en la misma medida. La narrativa continua siendo extraña pero después de recordarme lo del diario pierde importancia y se vuelve entretenido de seguir. Antes lo mencione pero en realidad lo único discordante en la narrativa es el cambio de escena, es lo único que no cuadra. Pero quitando eso, al tomar cada escena por sí misma, todo está muy bien relatado y me encanta lo fiel que es al manga.
Antes de cerrar con esto debo decir que me emociono mucho el debut de Shindou, me encanta ese personaje. La relación de Miyamura con Shindou es genial, realmente dan la sensación de ser mejores amigos. Por ahora solo hemos visto la superficie pero la profundidad de su relación es algo digno de apreciar. Ojala podamos ver los celos de Hori por la estrecha relación entre Miyamura y Shindou en un futuro.
Hasta aquí la reseña, les dejo las preguntas de costumbre: ¿Qué les ha parecido este capítulo? ¿Disfrutaron de esta nueva visión al consejo estudiantil? ¿Cuál es su opinión de Shindou y su amistad con Miyamura? ¿Les gusto la declaración de Izumi?