Reseña | Kanojo Okarishimasu – Capítulo 2

Esta reseña sobre Kanojo Okarishimasu capítulo dos contiene spoilers. Si no quieres pasar un mal momento es mejor que veas este episodio y después disfrutes esta reseña.

Kanojo Okarishimasu

Capítulo dos: Ex-novia/Novia

El encuentro en la universidad no fue suficiente, después de asegurarse de que Chizuru tenía más en común con nuestro protagonista, ser vecinos fue la cereza del pastel. Aunque Chizuru no luce igual de radiante en la vida fue del sitio de alquiler, Kazuya no puede dejar de intimidarse ante ella. Este joven es un claro ejemplo de que una vez dicha una mentira es imposible parar, sobre todo cuando eres cobarde. Estos dos continúan con la falsa relación que se inventaron ante sus abuelas, peor aún, Mami y sus amigos también han sido engañados. No hay nada peor que una ex-novia celosa de la actual; la invitación a casa de Mami me dejó sin palabras.

Mentiras

Kazuya puede ser bastante bobo para mantener una relación falsa, pero tiene una habilidad sorprendente para salir bien librado de los embrollos de sus mentiras. Las altas expectativas de su familia bajo es típico estereotipo de lo que debe ser un hombre y su pésimo manejo de éstas, han convertido a Kazuya en un cobarde con baja autoestima. La virginidad es el menor de sus problemas, sin embargo, la constante crítica de sus amigos y la presión que siente por ello tiene como consecuencia un joven precoz e inseguro.

Las mentiras siguen creciendo y sólo llevamos dos capítulos, es predecible la concatenación de los argumentos, aún así, revisar dentro de los personajes puede hacerlos más amena y menos trillada esta comedia. Chizuru está atada a Kazuya gracias a todo el enredo que él provoca cada que decide abrir la boca o no decepcionar a su abuela. Los engaños no sólo sirven para mantener concordia con su entorno, también le ayudan a mantener una apariencia sobre sí. El único verdadero problema de Kazuya es su falta de conocimiento sobre sí. Él se ha etiquetado según los caprichos de su abuela, sus amigos y el fantasma de su ex.

Chizuru hizo una labor inútil al defender a Kazuya de los pésimos comentarios de su ex. Evidentemente estos comentarios cumplieron su propósito, bastante obvio, pero, más allá de esto lo cierto es que demuestra la patética personalidad de nuestro protagonista. Cumplir con los estándares, cualquiera que sea, es absurdo y vano. En las relaciones amorosas normalmente existen dos partes, una activa y otra pasiva. La activa impone sus expectativas queriendo transformar según sus criterios al otro, mientras que el otro es manipulado hasta que se desconoce. La delgada línea entre ir codo a codo, ayudarse a ser mejor, y cambiar e imponer está delimitada por el conocimiento de sí y del otro. Lo que llamamos amor no es otra cosa más que conocer y aceptar.

Conclusiones finales de Kanojo Okarishimasu

Kanojo Okarishimasu es una historia cliché que superficialmente no tiene nada profundo ni innovador que ofrecer. Las críticas que podamos hacer sobre el desarrollo de los personajes aún es bastante prematura con todo y que es una historia predecible. Siempre insisto en que hay diferentes formas de criticar el contenido en pantalla, éstas dependen del género y del objeto del contenido. Normalmente leo comentarios negativos sobre este tipo de animes, enfada al público las historias tan sosas e insípidas con las que nos topamos; hay que tener claro que los contenidos están pensados para diversos públicos e infinidad de gustos y circunstancias.

La finalidad de la comedia no es imitar de manera sublime las tribulaciones de la vida humana, más bien convierte en risible todo lo miserable que esta puede ser. Lo patético de un personaje y lo manipulador de otro, es en la comedia, un hecho intrascendente que enfada y a la vez produce un instante de buen humor. La comedia es un género al que recurrimos cuando necesitamos ver los más bajo de la humanidad convertido en entretenimiento. Kanojo Okarishimasu es una comedia, como tal cumple su función y hasta ahora, con dos capítulos, puedo decir que es un anime que ha sabido vendernos una típica historia.