Reseñas
[bloques texto=’¡Advertencia! Esta reseña sobre Fruits Basket capítulo veinte contiene spoilers. Si aún no has visto el episodio, te recomiendo que vayas a checarlo y después regreses a leer la reseña.’]
“No puedo creer que lo hayas recogido”
Después de ser apoyada por Tooru, Kisa ha estado pasando más tiempo en casa de Shigure para estar con ella, sin embargo hay alguien que no es feliz con esta situación. Es tiempo de la aparición de un nuevo zodiaco, Hiro Souma es un pequeño de sexto grado con una actitud algo filosa. Aunque Hiro se muestra muy maleducado con Tooru, lo cierto es que simplemente esta celoso ya que él quiere a Kisa. Pero a pesar de sus sentimientos no pudo estar con ella cuando más lo necesito, así que ahora se siente frustrado por la aparición de Tooru y que ella hiciera lo que él no pudo. Finalmente es la misma Tooru quien le hace ver que aún no es tarde para convertirse en el príncipe de Kisa.
El cordero que se enamoró del tigre
Esta semana en Fruits Basket capítulo veinte, finalmente uno de mis zodiacos favoritos ha hecho su aparición, Hiro Souma es un niño muy agudo y quizá muchos lo encuentren irritante, sin embargo a mí me fascina su carácter a veces tan ácido. Este pequeño sofista tiene un talento natural para irritar a otros, ya que suele recurrir a lógicas algo retorcidas para dejar sin palabras a sus interlocutores. Sus ataques suelen ser directos y difíciles de eludir, lo que suele provocar aún más la irritación de otros, en especial la de Kyou.
Pero este pequeño no es invencible, pues como todos, él posee una kriptonita: Kisa Souma. En efecto, la debilidad de este joven no es otra cosa que su crush, si la tierna Kisa está involucrada Hiro no puede más que ceder a cualquier petición, si lo piensan bien es algo muy tierno. También es algo muy curioso al mismo tiempo; Kisa es el tigre, un depredador pero no podría ser más tierna, por otro lado Hiro es un cordero un animal de naturaleza noble e incluso tímida, bastante alejado de lo que vimos. En realidad Hiro entra en el perfecto estereotipo del lobo en piel de cordero, con la gran diferencia en que de hecho él es un perfecto cordero fingiendo ser un lobo.
Hiro es un perfecto sofista, sin embargo no tiene tanta confianza como aparenta. A pesar de estar enamorado de Kisa no puede decirlo y acaba frustrándose y desquitándose con otros. Y aunque él entiende que no es lo correcto no sabe cómo detenerse, eso claro hasta que escucha las palabras de Tooru: está bien ser un niño ahora, lo importante es no rendirse en querer crecer para proteger a esa persona especial. Sin duda llegara el día en que Hiro será el perfecto príncipe para Kisa.
Amor que no se puede proteger
Honestamente creí que abordaría este tema mucho antes, aunque siendo exquisitos lo hice a su manera en el episodio de Hatori, es tiempo de hablar de la maldición de los Souma. Bueno, no precisamente de la maldición de transformarse sino de la maldición de los lazos que los unen… y los atan. Los doce del zodiaco comparten vínculos muy especiales, del tipo que no se pueden romper y que crea una atmosfera diferente en ellos. Sin embargo hay una persona que está muy ligada a estos vínculos y no precisamente de manera alegre, esa persona es Akito. El líder del clan Souma es una figura misteriosa, pensar en Akito es encarar las cicatrices de los doce del zodiaco, su papel dentro de esta ‘maldición’ aún no ha sido totalmente esclarecido, lo único claro es su recelo y su fijación en la tortura psicológica de los zodiacos.
A pesar de que Yuki es una víctima muy evidente de los abusos de Akito, mi interés ahora se dirigirá al obvio rechazo a las parejas, posibles o establecidas, de los zodiacos varones. Los casos que hemos visto son Hatori, quien acabo borrando la memoria de su novia y casi perdiendo la visibilidad de su ojo izquierdo, y ahora Hiro, quien ingenuamente le confeso su amor por Kisa, nunca imagino que Akito desquitaría su rabia en la pequeña. Para bien y para mal estas situaciones los vuelven cobardes y acaban alejando el amor, Hatori de una forma más tajante que Hiro. Al final lo único que esto provoca es incertidumbre y miedo en el resto de los zodiacos, quienes no pueden expresar abiertamente su amor por miedo a las represarías. Aunque el amor requiere valor, el caso de los zodiacos es aún más extremo.
Comentario final
Fruits Basket capítulo veinte ha sido un tierno episodio con algunas obscuras referencias. La maldición de los Souma es algo mucho más triste de lo que se puede ver, al punto en que el amor solo puede traer más desdicha para ellos. Pero no todo está mal, porque ahí donde hay obscuridad siempre habrá algo de luz. Para los Souma ese rayo de esperanza es Tooru Honda, quien tiene mucho amor para cobijar sus penas e inseguridades. Creo que Tooru es por mucho el personaje más bondadoso que conozco, tiene un aura tan maternal que es imposible no sentirse a salvo con ella.
En fin, antes de acabar con esta reseña quiero confesar que estoy amando el papel de Shigure en esta versión. Quienes vieron la versión del 2001 saben que Shigure siempre fue un personaje más bien ausente, sin embargo para este remake se le ha dado un papel más activo, y no solo en la comedia, un aura de misterio se ha ido construyendo con sus apariciones en tono serio que le han regalado. Quienes leyeron el manga lo saben, Shigure es una figura más astuta de lo que creen, y es quizá el único personaje lo suficientemente satisfecho con su condición como para ser objetivo con la maldición.
Finalmente los dejo con mis preguntas de siempre: ¿Qué les ha parecido este episodio? ¿Creen que podrían contrarrestar los ataques sofistas de Hiro? ¿Qué otros personajes conocen con el estereotipo de ‘lobo en piel de cordero’?
Nota (por si acaso): Un sofista es una persona que suele usar sofismas en sus razonamientos, los sofismas son argumentos falsos o capciosos que se intentan pasar por verdaderos.