Reseñas
[bloques texto=’Esta reseña sobre Kono Oto Tomare! contiene spoilers. Si no has visto el capítulo, te recomendamos hacerlo y después regresar a leer la reseña. ‘]
#6 Un límite invisible
Luego de la presentación y habiendo evitado su eliminación, Kurata propone que el grupo apunte a las nacionales. Tras oír al grupo tocar, Shizu le pide a Kudo que vaya solo a la tienda de música, allí le entrega el último koto que su abuelo fabricó y que lleva escrito “Chika” en uno de sus extremos.
Takinami, el profesor encargado del club, aparece para decirles que no están preparados para las nacionales y que Hozuki solo empeorará quedándose allí, hasta que es detenido por Kurata. Con el problema de Takinami aún en mente, Kurata recibe una solicitud para entrar al club de parte de Hino Kurusu, una chica de su misma clase.
Luego de presentar a Kurusu, Kurata propone entrar a un concurso para ganar más experiencia. En contraposición, Hozuki dice que deberían practicar una canción clásica, siendo “Rokudan no Shirabe” la elección final.
A falta de dos kotos, Kudo decide traer el suyo, mientras que Hozuki se dispone a traer otro más. Kurata le ofrece ayuda para traerlo pero es fuertemente rechazado por la chica.
En base a engaños, Kurusu genera dudas sobre Hozuki en el trío de amigos de Kudo. Asimismo la chica maliciosamente, media entre Kudo y Hozuki cuando esta última le pide al chico que se lleve el koto que trajo debido a su valor.
Durante las prácticas, los demás le hacen sentir a Hozuki la diferencia existente entre ellos, algo acentuado en las palabra de Kurusu a la chica. Al día siguiente, Hozuki falta a clases, por lo que un profesor le pide a Kudo que le entregue unos apuntes. En la reunión del club, Kurusu intenta engañar a Kudo, pero no lo logra.
Finalmente Kudo, va a la casa de Hozuki que resulta ser un complejo de apartamentos.
Un lazo Invisible
Siendo un lector del manga, la introducción de Kurusu era muy esperada por mi pero eso no disminuyó el desdén que me generó este personaje, pues tomó las relaciones del club e intentó tergiversarlas a su antojo, pero no contó con que Kudo era más listo que eso y ese fue su gran error.
A pesar de que su relación podría describirse como de gato y perro, Kudo es muy consciente de Hozuki, quizás sin darse cuenta, pero desde que la chica llegó al club que no ha dejado de verla, como rival, como un modelo y quizás como algo más. Este lazo imperceptible entre ambos terminó de formarse en el capítulo anterior con Hozuki conociendo sobre el pasado de Kudo y teniendo un giro de 180 grados en cuanto a la imagen que tenía de este.
Pero Hozuki tampoco ve este lazo, y sigue intentando guardar lo que siente en su interior, lo que genera un dolor constante para ella que vuelve constantemente como recuerdos o como palabras que no quiere oír. Es allí donde Kurusu causó un mayor impacto, pues sus palabras cargadas de malicia sin justificación tensaron la relación entre la chica y los demás en el club, pero fue en dicho momento que el lazo que ni Hozuki ni Kudo notaron se estrechó un poco más.
Va uno, quedan dos… ¿o tres?
Con el capítulo pasado vimos el clímax de la introducción de Kudo como personaje, pero aún persisten las espinas que rodean a los otros dos grandes personajes del anime.
Hozuki es el caso más obvio, con su trauma en relación a eventos pasados que la lleva a aislarse constantemente de todos y algunos secretos que guarda concerniente a su familia, además del hecho de que si bien logró abrirse al grupo, aún no es del todo honesta con ellos, pero es difícil culparla por esto.
El otro es Kurata, quien al querer dejar atrás las experiencias con sus senpais para avanzar con su nuevo grupo se topó con la pared que resultó ser el supervisor Takinami, un profesor que subestima en exceso al club, y que es brutal a la hora de descalificar a la anterior formación del club de koto, antagonizando especialmente con Takezou.
Finalmente la recién llegada, Kurusu, quien lejos de aportar algo a este club pareciera cumplir un rol antagónico por razones que serán explicadas más adelante, y precisamente, ese porqué de sus acciones es el atractivo que guarda este personaje que puede haberle caído mal a más de uno pero que puede llegar a desarrollarse de forma positiva tal y como pasó con Hozuki.
Opinión final
Un capítulo pesado en cuanto a contenido, buscando moverse hacia un nuevo arco pero dando lugar al desarrollo de las problemáticas de Hozuki y Kurata, así como introduciendo a Kurusu y presentando a Takinami, (quien fue introducido parcialmente en el capítulo anterior), quienes traen consigo nuevas complicaciones para el club de Koto.
Luego de la presentación merecíamos un descanso, lamentablemente el caudal de sucesos que le siguieron fue muy grande, por suerte el pequeño momento que que se generó cuando el grupo recibe la noticia sobre el nuevo koto de Kudo hizo que todo valiera la pena.
Por lo demás, parece que el club tiene un antagonista que salió de la nada y eso me molestó en el manga y lo hizo también en esta adaptación, pero ya voy a ahondar en eso la próxima semana, cuando tengamos el desarrollo de Kurusu, la historia de Hozuki y quizás un viento favorable para la relación de esta con Kudo.