Reseña | Saredo Tsumibito wa Ryuu to Odoru – Capítulo 3

Esta reseña, por supuesto, contiene spoilers del episodio

Resumen del capítulo:

Luego de la huida y la travesía por las asquerosas aguas de desechos, Gayus y Gigina están a salvo, al menos de momento mientras cada uno regresa a sus respectivos hogares. Después de bañarse Gayus sale a las calles mientras intenta averiguar algo sobre la misteriosa mujer que los ataco; cuando esta una tienda el vendedor le advierte que tenga cuidado con los autos momentos antes de que Gigina se estrellara a pocos metros suyo. Él ha venido a buscarlo por su trabajo de guardaespaldas del cardenal Mouldeen, pero termina siendo Gayus quien los conduce hasta el su cliente; esta vez deberá acompañar al cardenal a una reunión muy importante.

Mientras esperan al otro invitado Gayus y Mouldeen conversan acerca de Dios, sus creencias e ideales; Gigina por su parte solo está escuchando recostado en una pared. Antes de continuar los guardias irrumpen en la habitación para avisar que el invitado ha llegado, un hombre bajo y un poco gordo de aspecto mayor entra y se saludan con Mouldeen, este lo invita a pasar a otra habitación más privada. Momentos después Gayus nos revela el nombre del invitado, Azu Bita; alguien muy importante dentro de la Alianza, pero antes de continuar percibe la ausencia de los guardias exteriores y antes de terminar la frase Gigina ya está en posición de combate. Al salir a investigar ambos son atacados por misteriosas figuras parecidas a ninjas, aunque se encargan de varios, uno de ellos explota luego de haber muerto obligándolos a volver a la habitación de antes.

Gayus avisa a Mouldeen y Azu Bita que se preparen para evacuar; al volver a la habitación principal Gigina se está encargando de varios enemigos e invoca su armadura, mientras Gayus ataca a todos los que puede manteniendo la distancia. Al no quedar ninguno una mujer ninja está colgada del techo y comienza a atacarlos desde la penumbra, pero en una combinación logran devolver el fuego enemigo; la mujer realiza un último ataque el cual Gayus contrataca de igual manera dejando todo en un intenso brillo. Gayus está viendo morir a su hermana nuevamente en una especie de sueño y al despertarse se encuentra en la cama de un hospital, bajo el cuidado de su novia. En un callejón la asesina de Jushikistas se encuentra sentada con una extraña esfera flotando cerca, ella posa una mano sobre ella prometiendo vengar a su “cariño” con sus propias manos.

Opinión:

El desarrollo de la historia está bien pero podría haber una mejor explicación acerca de ciertas cosas que no están del todo claras, podrían haber dedicado un episodio a explicar de mejor manera los Jushiki y su aplicación; como también la trama política, esta parece que cobrara mucha importancia en futuros episodios pero apenas entendemos que es lo que está pasando realmente a nivel mundial. De esta forma al ver los siguientes episodios uno podrá escuchar cierta terminología que no resultara extraña y que podría confundirnos al momento de interpretar los diálogos entre los personajes; es muy común en estos primeros episodios no comprender al cien por ciento que hablan los protagonistas ya que algunas palabras o situaciones escapan a nuestra comprensión. Aunque la trama política podría explicarse lentamente para otorgar un toque de misterio a los asuntos que tratan los políticos y demás; los Jushikis son muy importantes ya que la sociedad gira en torno a ellos, hemos visto como son usados para muchas cosas fuera del ámbito del combate y nada sabemos de ellos, si acaso se dividen en categorías, como se aprenden, hay algún grado de maestría necesario para aprender alguno Jushiki. Algunas de esas cuestiones debieron haberse respondido en estos primeros episodios.

El episodio en si no ha resaltado por nada en particular hasta casi el final, tenemos las conversaciones de Gayus y Mouldeen que revelan un poco la personalidad e ideas de cada uno con respecto a temas específicos pero que no son relevantes para la trama, y las escenas de Gayus con su novia que sirven como un toque de fanservice al anime; el personajes de Gigina por su parte siempre está de fondo a menos que sea una situación de combate o que se trate de muebles, aunque gracias a las conversación que mantiene con Gayus nos enteramos que piensa en ciertas situaciones. Como he dicho en la anterior reseña, tienes aptitudes muy diferentes pero que se complementan al momento de pelear; esto lo vemos cuando los ninjas atacan y cada uno sabe qué hace el otro, y cerca del final cuando Gigina funciona como blanco para atraer el fuego enemigo mientras Gayus preparaba un contraataque.

Lo que hemos visto hasta ahora del cardenal Mouldeen nos demuestra que no solo es un jugador en el tablero de la política, sino que su participación puede ser muy importante; en episodios anteriores lo hemos visto hablar con la mujer ninja que ataco la reunión, claramente Mouldeen planea algo muy importante si está jugando en dos bandos diferentes. Por una parte da la imagen de un cardenal que busca la paz entre naciones, pero por otro está realizando maniobras tras bambalinas poco legales para un fin poco claro. Tal vez no busque la paz como muchos se la imaginan y sea ese estilo de “traeré la paz sin importar el precio”, o puede que ni siquiera le interés los tratados y solo quiera entretenerse de alguna manera. Sea cual sea la razón está poco clara y su personalidad apenas está empezando a tomar forma, tendremos que esperar a ver qué es lo que busca.