Manga
La revista Weekly Flash reportó que la editorial Shueisha canceló el manga escrito e ilustrado por Mariko Kikuchi, “Kami-sama” no Iru Ie de Sodachimashita: Shuukyou 2-sei na Watashi-tachi, luego de que recibiera críticas por parte de la organización religiosa “Happy Science (Koufuku no Kagaku)“. La sinopsis de la obra es descrita como sigue:
- «Los niños que nacen en familias religiosas no pueden elegir su fe y se ven obligados a vivir bajo las enseñanzas religiosas de sus padres. Se forman estilos de vida únicos basados en diferentes principios religiosos, el efecto de la fe en la relación entre padres e hijos y los conflictos que surgen de la vida en una congregación. La serie muestra a los hijos de familias religiosas, cómo crecieron y superaron las dificultades para abrirse camino en la vida. Las historias fueron reconstruidas a partir de las experiencias de la propia autora y de las personas que entrevistó. Pero todos los nombres se cambian por seudónimos».
El manga se lanzó en el servicio digital Yomitai el pasado 22 de septiembre y publicó el quinto capítulo el 26 de enero. El departamento editorial retiró entonces el capítulo el 10 de febrero y se disculpó por “ofender a una religión o grupo de creyentes en particular“. Los editores declararon el 17 de marzo que los demás capítulos serían retirados debido a una “insuficiente comprobación de los hechos“, aunque las declaraciones no mencionaban a Happy Science.
La autora Mariko Kikuchi contó al medio Weekly Flash que su editor le dijo inicialmente que cambiara los dibujos del altar y de la institución en el quinto capítulo. Sin embargo, más tarde le informaron repentinamente de que debía revisar todo el manga. También le dijeron que entrevistar a una sola persona era una investigación insuficiente, pero no recibió respuesta cuando preguntó cuántos entrevistados eran suficientes. Dijo que se negó a modificar el manga y pidió que se pusiera fin a la serialización en su lugar, percibiendo las ediciones como un medio de suprimir las voces de los que han abandonado los grupos religiosos.
Kikuchi argumentó que el manga no pretendía ser una crítica hacia los grupos, sino una representación de una historia de vida personal. «Desde ese punto de vista, creo que sería extraño mostrar una consideración excesiva hacia los grupos religiosos. Incluso Shueisha entendió que estaban diciendo algo poco razonable, pero supongo que habían ido demasiado lejos para echarse atrás ahora“, añadió.
Kikuchi mencionó que no se le permitió decir el nombre de la organización que protestaba ni el contenido de sus críticas. Según el investigador de grupos religiosos marginales Yoshirou Fujikura, la situación evoca las tácticas de presión de Happy Science, que han ejercido un efecto inquietante en los medios de comunicación japoneses en los últimos años. «Si echamos la vista atrás a los últimos 1-2 años, incluso cuando ha habido escándalos relacionados con grupos religiosos, no se informa de sus nombres. Muchos medios han informado sobre el caso de Kikuchi, pero ninguno ha mencionado a Happy Science por su nombre», comentó el investigador.
El departamento de relaciones públicas de la organización religiosa Happy Science mencionó al medio Weekly Flash que están al tanto del manga de Kikuchi, pero afirma que Shueisha tomó sus decisiones de forma independiente. «El manga de Kikuchi contiene numerosas inexactitudes y una representación injusta y negativa de la fe y sus enseñanzas. También confunde el tema de los niños que buscan la independencia de sus padres con el tema de la fe religiosa. En cuanto a la decisión de retirarlo, creemos que Shueisha llegó a esa conclusión mediante un debate independiente», declararon.
Kikuchi cree que el incidente es preocupante para la libertad artística. «Se está convirtiendo en un tabú tratar la religión», advirtió. «Estoy firmemente en contra de alterar una historia según lo que dicte un grupo religioso. Si se ha vuelto tan inadmisible representar la religión como tema, entonces la libertad de expresión ya se ha erosionado hasta tal punto que sólo existe de nombre», continuó. Más tarde aclaró en Twitter que está agradecida al departamento editorial por protegerla, aunque le hubiera gustado que también protegieran el manga.
Fuente: ANN