Japón
Alrededor de las 21:30 horas del pasado 15 de junio, Tamio Ueda de 55 años de edad ingresó en las instalaciones de una escuela preparatoria en la Ciudad de Wakayama en Japón. Allí entonces robó un uniforme escolar de estilo de marinero de uno de los salones y se vistió con él. Según los informes, Ueda pareció divertirse bastante con su fechoría , pues estuvo en las instalaciones hasta la madrugada del 16 de junio.
Aproximadamente a las 02:40 horas del 16 de junio, Ueda, todavía con el uniforme de marinero, entró a un baño dentro de la escuela. Mientras estaba allí, se topó con otro hombre de alrededor de treinta años, quien lo retuvo y llamó a la policía para su arresto. Bajo custodia, Ueda admitió haber robado el uniforme escolar, pero los policías en Japón tenían otra pregunta: ¿Quién rayos era el otro hombre que se encontraba allí en la madrugada?
Hay una serie de explicaciones racionales, como que el hombre era un guardia de seguridad, un trabajador de mantenimiento o incluso un maestro trabajando hasta tarde. No obstante, el informe policiaco simplemente lo describió como un “hombre de treinta años que vive en la Ciudad de Wakayama“. Claramente no se omitió su profesión por cuestiones de hacer más breve el informe, pues incluso se molestaron en escribir en donde vive. Los lectores de la noticia en Japón coinciden en que esta omisión de información hace que el supuesto “héroe” de este caso parezca más sospechoso que el sospechoso de robo real.
- «Solo era un hombre pasando el rato en un baño de escuela en la madrugada, ¿tiene algo de raro?».
- «¿Quién rayos era el otro hombre?».
- «¿Quién más estaría en un baño de escuela en la madrugada?».
- «Si esto sucedió en el baño de chicas, entonces las cosas no podrías ser más oscuras».
- «Ya me dio miedo».
- «Este tipo de robos ocurren con frecuencia en las escuelas, por lo que es probable que haya sido un guardia de seguridad. O eso espero».
- «Debe haber sido un guardia, pero, ¿por qué el informe de policía no se molestó en aclararlo?».
- «Si no era un guardia, ¿entonces era otro invasor?».
No se menciona que el otro hombre también haya invadido la propiedad o cualquier otro cargo, y dado que parecía lo suficientemente seguro como para llamar a la policía él mismo, claramente sintió que su presencia en el baño de la escuela en ese momento era legal.
Fuente: WTV News
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