Japón: La historia de una ama de casa adicta a los videojuegos se vuelve viral

El portal japonés Nordot publicó un artículo recopilando las respuestas de un foro de comentarios en donde un hombre casado señaló que su esposa es adicta a los videojuegos sociales (es decir, por ejemplo, juegos de tipo gacha como Fate/Grand Order, Genshin Impact, entre otros), lo que impide que atienda las tareas del hogar o alimente y cuide a sus dos hijos.

«No es raro que la gente sea adicta a los juegos. Sin embargo, es raro que la gente abandone a su familia y siga jugando. A finales de agosto, apareció un hilo en el tablón de anuncios Mikle, titulado “Mi mujer es adicta a los videojuegos… Estoy cansado de lidiar con ella”. El creador del hilo es descrito como un hombre de unos 30 años que vive con su mujer y sus dos hijos. “Mi mujer es adicta a los juegos sociales desde hace un año y, aunque no gasta dinero, no hace las tareas del hogar. Incluso con los niños responde con un tono molesto”».

«Como su mujer no hace nada, el hombre se apresura a preparar la cena cuando llega del trabajo, baña a los niños, los acuesta y lava la ropa pendiente. “No es de extrañar que esté harto de ella, no está aportando nada a la familia”, escribió una de las respuestas. El hombre menciona que su mujer, que es muy franca, discute con él cuando intenta expresar sus opiniones, y el estrés está siendo demasiado: “”Mi mujer no me cree cuando le hablo de ello porque es muy amable por fuera. Estoy cansado de todo y me temo que está dejando de importarme”».

«Las respuestas al hilo fueron una serie de críticas a su mujer, como “Es una enfermedad grave cuando no tienes ni una pizca de culpa, por muy adicto que seas”, escribió uno. “Creo que está bien que te gusten los videojuegos. Pero si no cuidas de tus hijos o de tu marido trabajador en absoluto, no eres una buena madre o esposa”, escribió otro. “‘Si llega a casa y no ha hecho nada, ponle los papeles del divorcio delante. Si sigue sin reaccionar y quiere jugar, deberías echarla”, escribió otro».

«Otros consejos radicales fueron: “establece reglas y si no puede seguirlas, rompe su smartphones o cancélale los servicios”. Sin embargo, en su respuesta, el hombre dijo que si rompía el equipo, dañaría a los niños, y cuando mencionó el divorcio, replicó: “No pienso entregar la custodia. ¡Que pague la manutención!”, y una respuesta tras otra comenzaron a llegar en favor del marido».

Fuente: Nordot