Japón
Una mañana del 18 de junio de 2019, un hombre caminó hacia el lobby del primer edificio de los estudios Kyoto Animation y comenzó un incendio utilizando gasolina en el interior de las instalaciones. El ataque conllevó a la muerte de 36 empleados del estudio, convirtiéndolo en el asesinato en masa más grande de la historia moderna de Japón.
El responsable, un hombre de 41 años llamado Shinji Aoba, que había viajado desde el otro lado del país solo para atacar al estudio, fue detenido antes de que el fuego se apagara y los testigos informan que él mismo dijo a la policía: “Yo esparcí la gasolina por todos lados en el estudio, y entonces la encendí con un mechero“. Y, sin embargo, más de diez meses después del incidente, Aoba no ha sido arrestado.
La razón es debido a que Aoba sufrió quemaduras graves en su cuerpo durante el ataque, y el sistema legal de Japón requiere que esté lo suficientemente sano para sobrevivir al encarcelamiento mientras espera su juicio. Así que, durante casi un año, Aoba ha estado recibiendo atención médica mientras permanece hospitalizado, recuperando finalmente su capacidad de hablar. No obstante, la Policía de la Prefectura de Kyoto informó que el próximo 27 de mayo Aoba será puesto en arresto formal.
Esto podría haber ocurrido antes, pero hubo complicaciones con dos potenciales sitios de encarcelamiento. Si bien su condición médica no es crítica, los investigadores informan que la amenaza de contraer una infección debe evitarse a toda costa en el caso de Aoba. Aunque el incendio fue provocado en la Prefectura de Kyoto, y Aoba fue tomado en custodia por oficiales de esa prefectura, el Centro de Detenciones de Kyoto se encontraba en condiciones muy pobres como para garantizar la salud de Aoba. El siguiente candidato era el Centro de Detenciones de Osaka, la prefectura que colinda con Kyoto en el sur, pero antes de que las preparaciones pudieran comenzar para la transferencia de Aoba, miembros del personal de ese lugar fueron diagnosticados con COVID-19, por lo que el traslado fue cancelado.
No obstante, el Centro de Detenciones de Osaka finalmente resolvió sus casos de COVID-19, despejando el camino para que la policía finalmente arreste a Aoba. Mientras tanto, los restos del estudio Kyoto Animation ya han sido demolidos, y es de esperar que este desarrollo dé al menos algún alivio para aquellos que desean justicia y se dé finalmente por cerrado este caso.