¿Por qué deberías estar ansioso por la nueva temporada de Oregairu?

Posterior a su retraso desde la temporada de primavera, la tercera temporada de la adaptación al anime de las novelas ligeras Yahari Ore no Seishun Love Comedy wa Machigatteiru (también abreviada como Oregairu) llega como uno de los pesos pesados en la temporada de verano, pero, ¿por qué es tan esperada?

Si se le da un vistazo rápido, Oregairu ofrece una premisa bastante rutinaria. Centrada en un joven y aislado estudiante de preparatoria llamado Hachiman, esta serie abre con él rompiendo de forma cínica la dinámica social de los compañeros a su alrededor, hasta que su profesor lo obliga a unirse al Club de voluntariado. Allí, en conjunto con la igualmente cínica Yukino y la optimista Yui, trabajará para resolver los conflictos personales de los estudiantes utilizando su comprensión casi nihilista de la psicología humana. Combinando drama psicológico, romance y una gran cantidad de comedia, la aventura de Hachiman lo sacará de su actitud cínica, mientras aprende a expresar una vulnerabilidad genuina, y la alegría y el terror de tener que preocuparse por otros.

En primer lugar, el propio viaje de Hachiman a través de las primeras dos temporadas de Oregairu ha resultado ser uno de los desarrollos de personajes más complejos y gratificantes en la industria. Nada sobre el cinismo inicial de Hachiman se siente artificial o irreal de alguna manera y, de hecho, su comprensión de la motivación humana es bastante aguda desde el principio. Sin embargo, a medida que su viaje continúa, comienza a agregar nuevos entendimientos a su inicialmente defensiva visión del mundo, a medida que desarrolla amistades genuinas y descubre que hay personas que pueden apreciar su brutal honestidad.

Hachiman no es el único personaje de Oregairu que se adorna con su complejidad y profundidad. La serie incluye el apoyo de un colorido y comprensivo elenco de personajes, cuyas fortalezas y debilidades personales demuestran que el autor está claramente fascinado por la naturaleza humana y posee una gran empatía por los demás. Los personajes de Oregairu no hacen las cosas por razones estúpidas o protagonizan escenas dramáticas forzadas. Sus conflictos se basan en desacuerdos e inseguridades arraigadas con razonamientos claros y motivos comprensibles.

El hecho de que los personajes de Oregairu estén tan ricamente conformados lleva directamente al siguiente punto fuerte de la serie: sus análisis sobre la psicología de los estudiantes de preparatoria y de la naturaleza humana en general. Aunque Hachiman algunas veces es innecesariamente cínico, también suele ofrecer opiniones genuinas. A medida que Oregairu se expande más allá de sus altitudes iniciales, comienza a ofrecer más y más “verdades genuinas”. Es así como esta serie puede asegurar un lugar entre los dramas psicológicos clásicos como Neon Genesis Evangelion o Monogatari.

Por supuesto, una serie centrada totalmente en la investigación de la psicología humana podría sentirse bastante vacía, pero afortunadamente esta serie contiene también un excelente sentido del humor y una química bastante peculiar entre su elenco de personajes. Tanto el cinismo negro en los episodios iniciales de Oregairu y los genuinos lazos de amistad entre los personajes, son elevados a través de una constante comedia, mientras que las disputas entre Hachiman y Yukino fácilmente se llevan los mejores momentos de la serie.

Pero incluso si Hachiman y Yukino desarrollan una química tan grande, Yui sigue siendo el corazón del grupo, cuidando a sus amigos incluso en los momentos más oscuros. Como resultado, Oregairu es capaz de construir un triángulo amoroso en donde ninguna persona queda automáticamente fuera, y donde el espectador genuinamente quiere que ninguno pierda. Todos los personajes principales de Oregairu terminan cuidándose los unos a los otros de alguna manera, lo que hace que sea fácil para la audiencia encariñarse con ellos.

En conjunto con una sublime trama, Oregairu también fue bendecida con un excelente diseño y dirección de arte. Mientras que su primera temporada es francamente “pasable”, la serie experimentó un cambio en el estudio y equipo de producción para la segunda temporada, con el talentoso Kei Oikawa a cargo de la dirección. Como resultado, la segunda temporada fue bendecida con una consistente y evocadora cinematografía y una gran cantidad de momentos íntimos, cuidadosamente realizados por los actores de voz. Y con Oikawa y su talentoso equipo de vuelta en la tercera temporada, las expectativas están por los aires.

Finalmente, una de las cosas que más entusiasma a los fanáticos es, de hecho, que ésta es la temporada final. Las novelas ligeras ya han concluido y solo resta material suficiente para una temporada más, lo que significa que estamos realmente ante el final de Oregairu. En lugar de ser como las demás series que deciden no seguir cubriendo el material original, Oregairu decidió terminar con paso firme, a través de una tercera temporada que, de hecho, presentará una conclusión a la historia de Hachiman.

Redacción original: Crunchyroll