Cultura Otaku
La vida es un videojuego horrible. No hay instrucciones, todos tienen fortalezas y debilidades predeterminadas, las jerarquías sociales son inevitables y aquellos que están hasta el fondo de ella están condenados a permanecer marginados. Al menos, esta es la filosofía que siempre ha tenido Fumiya Tomozaki, el protagonista de la muy esperada adaptación al anime de las novelas ligeras Jaku-chara Tomozaki-kun. Y como él es el mejor jugador de “Atafami” (que básicamente es un Super Smash Bros) de todo Japón, podría decirse que no hay nadie mejor para hacer esta clase de comparación.
O esto es hasta que conoce a su perfecta heroína, Aoi Hinami, quien es la número uno en el ámbito académico, deportivo, belleza y popularidad, y quien también resulta ser la segunda mejor jugadora de “Atafami” de todo Japón. Cuando los dos se conocen (en ese momento solo se identifican por sus nombres de usuario) acuerdan conocerse en persona después de una partida. Sin embargo, Hinami está más que decepcionada con la realidad de la persona a la que tanto respetaba. Al igual que Tomozaki, Hinami ve la vida a través de la lente de un videojuego pero, a diferencia de Tomozaki, ella cree que un gran juego recompensa el esfuerzo honesto y que ningún objetivo es imposible. El choque de filosofías lleva a Hinami a convertirse en su entrenadora de vida, a medida que la perspectiva gris de Tomozaki sobre el mundo se vuelve cada vez más colorida.
Ahora, cabe recordar que casi a finales de 2019 fue anunciada una adaptación al anime de estas novelas ligeras, Jaku-chara Tomozaki-kun, con el elenco de voces y el equipo de producción revelado en marzo de este año. La serie está siendo dirigida por Shinsuke Yanagi (Netoge no Yome wa Onnanoko ja Nai to Omotta?) con diseños de personajes de Akane Yano (3-gatsu no Lion). Y sin embargo no se ha revelado una fecha de estreno.
Las novelas han sido, de hecho, un gran éxito en Japón, ganándose un puesto en el listado Kono Light Novel ga Sugou! de los años 2018, 2019 y 2020. A los lectores les encanta la variedad de personajes con personalidades y diseños distintos, y la sincera idea de que nunca es tarde para cambiar un estilo de vida es algo que, de por sí, ya vende. Aunque la historia se cuenta desde el punto de vista de Tomozaki, cada personaje tiene sus propias luchas e historias únicas que se desarrollan a la par que las del protagonista, lo que lleva a momentos en que crecen tanto como individuos como grupo.
Con una historia que balancea comedia y drama y frecuentemente muestra tintes de romance, los fanáticos de series como Oregairu o Toradora! estarán más que complacidos al leer las novelas Jaku-chara Tomozaki-kun, o simplemente esperando pacientemente al estreno del anime.