Cultura Otaku
Los fans de las idols siguen igual de tóxicos
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El “oshi-katsu” (es decir, la vida de un fan apasionado por alguien, como una idol) está cambiando. Lo que antes solo se trataba de apoyar y admirar, ahora a veces para una relación tóxica entre idol y seguidor. Hay fanáticos que ya no solo disfrutan del contenido, sino que se sienten con el derecho a exigir cómo deben comportarse sus idols favoritas. ¿Hasta dónde está bien opinar y cuándo se vuelve demasiado?
Hace poco, un fanático de una idol se volvió viral por presumir en redes que iba a un evento, pero no para disfrutarlo, sino para darle “una charla seria” a su oshi (es decir, a la idol que admira). ¿La razón? Su idol favorita estaba promocionando un producto de dudosa dcalidad, y este fan consideró que era su obligación “ponerla en su lugar”. Pero en vez de apoyo, lo que recibió fue una lluvia de críticas por parte de otros seguidores como él. Y esto nos lleva a la pregunta clave, ¿hasta qué punto es váido que los fanáticos quieran molestar a sus idols según su gusto?
Suzuki Mob (鈴木Mob), una miembro del grupo idol Nippon-Wachacha (にっぽんワチャチャ), confesó que este tipo de presión es el pan de cada día. «Me dicen cosas como ‘Si te cortas el cabello, dejo de apoyarte’ o ‘¿Por qué ahora bebes? Antes no lo hacías’». Incluso recibe mensajes directos de sus fanáticos pidiéndole que “vuelva a ser como antes” o que si sigue cambiando, perderán el interés en ella. Y en los eventos en vivo, no falta el seguidor que, en vez de disfrutar el momento, aprovecha su turno en privado (es decir, cuando se acercan a darle un apretón de manos después del evento) para soltarle un sermón.
A pesar de todo, Suzuki intenta no tomárselo personal y ve estos comentarios como una especie de “encuesta” sobre su imagen. Pero también tiene claro que si quiere seguir avanzando en la industria, no puede quedarse estancada. «Si intentara complacer a todos, nunca avanzaría», explicó.
Por otra parte, hay fanáticos que creen que dar su opinión es parte del trato. Satoshi (サトシさん), un seguidor apasionado de idols y comediantes, admite haber mandado mensajes privados a sus oshis diciéndoles qué cosas deberían cambiar. Para él, opinar es como quejarse de un producto defectuoso: «Si algo no me gusta, lo dejo. Pero si siento que están haciendo las cosas mal, tengo que decirlo». Lo que él pide no es que los artistas sigan todas las sugerencias de los fans, pero sí que al menos escuchen y expliquen sus decisiones: «No se trata de hacer lo que queremos, pero si nos dijeran por qué hacen ciertos cambios, muchos fans estarían más tranquilos», explicó.
Entonces, ¿quién tiene la razón? Algunas idols sienten que hay fans que las ven como “ex-novias decepcionadas” en lugar de artistas con una carrera. Según el académico Yuki Ninomiya (二宮有輝), esto pasa porque algunos seguidores terminan viendo a sus oshis como parte de su identidad y, cuando cambian, se sienten traicionados. ¿Y dónde queda el límite? ¿Hasta qué punto los fans pueden opinar y hasta dónde un artista debe escucharlos? Suzuki cree que la clave es la comunicación, pero sin olvidar que un artista tiene que seguir su propio camino.
Fuente: Livedoor News
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"Aprendiz de todo y maestro de nada".