Cultura Otaku
La industria del anime ha recibido un golpe fatal por la pandemia del SARS-CoV-2019 (también conocido por su nombre común de Coronavirus) en Japón. Las producciones de anime se han detenido debido a que las grabaciones de voz fueron interrumpidas, lo que afectará a incluso más producciones en adelante.
Los estudios de voz comprenden un ambiente bastante desfavorable en estos momentos: la habitación cerrada para evitar filtraciones de audio, varias personas en un espacio pequeño, y mucha salivación durante el ejercicio de la actuación de voz conforman, en su conjunto, los requerimientos para ser cerrados ante la situación sanitaria actual.
Akira Kamiya, el veterano actor de voz que interpretó a Kenshirou en la serie Hokuto no Ken, declaró el mes pasado en Twitter que “estaba bastante asustado”. Después de ello, la industria intentó mitigar el impacto de las grabaciones solicitando a los actores de voz que grabaran en solitario, pero finalmente se detuvieron por completo.
Adicionalmente, el trabajo de dibujo utilizado para la animación también se encuentra retrasado. La mayor parte de la producción de animación se realiza en el extranjero, y muchas son producidas por compañías de China y Corea del Sur, no obstante, esta parte de las producciones no ha tenido progreso debido a la pandemia de Coronavirus. Una persona relacionada a esto comentó: “Los materiales no están llegando a Japón”, y finalizó con “los proyectos que ya llevan tiempo en emisión tienen posibilidad de re-transmitir episodios anteriores, pero los nuevos no”.
Actualmente, cerca de 100 animes se transmiten en Japón cada año. Ha sido declarado en varias ocasiones que toma alrededor de 10 meses producir una serie de un arco (entre 12 y 13 episodios, específicamente un arco se refiere a una transmisión de tres meses), y un trabajador de una estación de televisión declaró: “las animaciones son los proyectos que toman más tiempo, a diferencia de los programas de variedades o los doramas. Incluso si la situación se normaliza, las series no podrán reanudar su transmisión de inmediato. Habrá más producciones que suspenderán sus transmisiones, esta situación es realmente seria”. Por su parte, varias televisoras han comenzado a considerar la postergación de producciones que estaban programadas para estrenarse en julio, o incluso en octubre.
Las consecuencias del Coronavirus también se extienden a los productos derivados del anime. Las ventas de los sencillos de temas musicales (entiéndase openings y endings), colaboraciones con juegos de video, y productos como figuras a escala no pueden progresar a menos que la transmisión también lo haga. Asimismo, eventos relacionados están siendo cancelados uno detrás del otro, lo que tendrá un efecto negativo en la vida y las economías de los actores de voz.
En los últimos años, la animación japonesa ha estado expandiendo sus fronteras y ahora tiene fanáticos en prácticamente todo el mundo. Lo anterior se traduce también en una gran demanda, y personal de producción comentó: “Sabemos que hay personas esperando nuestro trabajo, y es frustrante no poder entregárselos”.
Fuente: Livedoor News